COR logo

Cordigital

Cordigital

El 21 de agosto de 2021 se cumplen 81 años de la desaparición física de León Trotsky. Las circunstancias de su muerte dan cuenta de la implacable lucha revolucionaria que libró hasta su último día. Pero Ramón Mercader, el agente del estalinismo que le propinó la herida fatal en su casa del exilio en México, lejos estaba de representarse que su acto no haría más que enaltecer al dirigente bolchevique y comprobar que Stalin estaba dirigiendo al primer Estado Obrero de la historia a la contrarrevolución. El estalinismo festejó haber logrado finalmente desembarazarse de la autoridad revolucionaria de la vieja guardia para secuestrar al Estado Obrero y ponerlo a merced de sus intereses. Pero sobre todo festejó la burguesía imperialista, el gran favor que le haría el estalinismo, al asesinar al fundador de la Cuarta Internacional -junto con varios de sus más valiosos cuadros- y así apagar, por lo menos por un tiempo, la luz de la organización internacional del proletariado en un partido cuyo fin es sepultar al capital: la Cuarta Internacional. Pero, la lucha de clases no tolera interrupciones. La situación actual muestra una vez más la justeza de las conclusiones revolucionarias que Trotsky elaboró de los acontecimientos más grandes de la historia hasta su muerte y el filo revolucionario del programa de la Cuarta.

Decadencia capitalista y pandemia

El Programa de Transición comienza sentenciando: “La situación política mundial del momento, se caracteriza, ante todo, por la crisis histórica de la dirección del proletariado. La premisa económica de la revolución proletaria ha llegado hace mucho tiempo al punto más alto que le sea dado alcanzar bajo el capitalismo. Las fuerzas productivas de la humanidad han cesado de crecer. Las nuevas invenciones y los nuevos progresos técnicos no conducen a un acrecentamiento de la riqueza material. Las crisis de coyuntura, en las condiciones de la crisis social de todo el sistema capitalista, aportan a las masas privaciones y sufrimientos siempre mayores. El crecimiento de la desocupación ahonda a su vez la crisis financiera del Estado y mina los sistemas monetarios vacilantes. Los gobiernos, tanto democráticos como fascistas, van de una quiebra a la otra.”

Y, a la luz de los acontecimientos desencadenados por la pandemia del coronavirus SarsCov-2, podemos decir que sigue siendo una caracterización justa. A dos años del inicio de la pandemia, hemos asistido a un curso acelerado de cómo funciona el capitalismo y quiénes son sus garantes y defensores. Pudimos ver en todas partes del mundo cómo los gobiernos burgueses se asentaban en sus Estados para ejercer una centralidad reaccionaria para controlar la situación abierta por el covid, tratando de salvaguardar sus sistemas de salud y los intereses de las grandes empresas industriales, farmacéuticas y de servicios en detrimento de las condiciones de vida de las grandes mayorías.

Nosotros denominamos a esa política un “ensayo general reaccionario”, que fue un intento de dominar la situación en medio de una crisis mundial que la pandemia vino a acelerar. Las cuarentenas, la idea de convivir con el virus, la represión estatal para garantizar los confinamientos, los comités de expertos y tantas cosas que impusieron mediante métodos burgueses para desorganizar aún más al proletariado e impedir que pudiera ni siquiera pensar en imponer sus métodos. Para esto la burguesía contó con la inestimable ayuda de las corrientes de conciliación de clases y en especial de la burocracia sindical a nivel mundial.

El sistema capitalista denudó su verdadero rostro al momento en que se logró aprobar de emergencia algunas vacunas contra el covid. Lejos de asegurar la inoculación de todo el mundo, la gran mayoría fueron acaparadas por los países imperialistas con el fin de reactivar sus economías lo antes posible y usar la “diplomacia de las vacunas” para tener una mayor injerencia en países semicoloniales. Así dejaron a gran parte de la población mundial sin ninguna vacuna. Los grandes laboratorios han sido los grandes triunfadores de la pandemia. Mientras tanto las variantes, como la Delta, siguen propagándose por todo el mundo.

El sistema capitalista mostró por qué está agotado como sistema, ya que no puede actuar en bloque. Si bien puede, en determinados momentos, hacer avanzar alguna rama económica sobre otra, lo hace sobre una anarquía que garantiza una mayor pauperización de las condiciones de vida de las grandes masas. En esta pandemia pudimos ver muchos fenómenos de lucha de clase en contra de las penurias a las que nos querían someter, los procesos en Palestina, las huelgas en Italia, las movilizaciones en EEUU ante el asesinato de Floyd, los procesos agudos en América latina como Chile, Ecuador, Colombia para nombrar algunos.

Estamos viviendo una etapa de descomposición del imperialismo. Los recientes acontecimientos en Afganistán son una muestra flamante. Después de 20 años de ocupación yanqui para una supuesta guerra contra el terrorismo, hoy sus tropas entregaron el poder a los talibanes.

Al mismo tiempo, asistimos a un proceso de asimilación de los ex Estados obreros al sistema capitalista. Y esto ha dado fenómenos de lucha de clases como en Bielorrusia o, más recientemente, en Cuba. Son procesos de restauración capitalista dirigidos por burocracias contrarrevolucionarias, que encuentran resistencia en las masas.

Y quizás lo más importante que hemos presenciado en esta pandemia es la descomposición de los Estados como forma de dominación. La relación de Estado – capital ha entrado en una contradicción histórica.

Completar el programa y ponerlo en marcha

Ante las circunstancias que se presentaron desde la emergencia de la pandemia y, fundamentalmente, ante la podredumbre de las bases del sistema capitalista, sostenemos que el legado de Trotsky nos confiere una base teórica y política para actuar en esta etapa histórica. Tomar esta tarea implica asimilar el método revolucionario que nos enseñó para pensar con nuestra propia cabeza los procesos de asimilación de los ex Estados obreros, la descomposición imperialista y su derrotero en las instituciones creadas para su dominación. Esto, principalmente, para avanzar en saldar la crisis de dirección revolucionaria. En este camino debemos reemplazar el centrismo que influenció a camadas de luchadores por el marxismo revolucionario, para dotar a la vanguardia obrera de un programa transicional que lleve a la construcción de partidos como sección de la reconstrucción de la IV Internacional.

Desde la TRCI impulsamos la necesidad de una Conferencia Internacional con los grupos que aun defiendan la dictadura del proletariado para avanzar en las tareas de los revolucionarios en la etapa.

Hay que derrotar este sistema capitalista, destruir el poder de la burguesía, organizar al proletariado y desarrollar las etapas de la dictadura del proletariado. Hay que expropiar a los expropiadores. Estas tareas se encuentran inscriptas en levantar bien alto las banderas de la Cuarta Internacional, el partido mundial de la revolución socialista.

 

COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina

publicado en TRCI-web

Viernes, 13 Agosto 2021 14:20

Abajo el protocolo gorra en Filo

El día 12 de agosto un militante de nuestro partido fue invitado “amablemente” por un administrativo y guardias de “seguridad” a abandonar el edificio de la Facultad de Filosofía y Letras. Nuestro compañero que es estudiante de dicha facultad se encontraba militando nuestras declaraciones sobre Colombia y Palestina en el clásico pasillo de las agrupaciones políticas que en este momento se encuentra vacío de todo contenido de las distintas corrientes. El material propagandístico fue arrancado y tirado literalmente a la basura por un administrativo que luego de su acción de censura corrió a llamar al Decano Cueto.

 

Como hemos señalado anteriormente, los protocolos covid realizados por las autoridades en los lugares de estudio y de trabajo no tienen la finalidad de cuidarnos, cumplen una función represiva y desorganizadora. Para pauperizar la salud y las condiciones de vida de la clase trabajadora no existe grieta, tanto el Gobierno Nacional como el Provincial son responsables del mísero estado del sistema de salud, en este momento las y los trabajadores de la salud se encuentran luchando en todo el país para mejorar sus condiciones de trabajo, por un sueldo que cubra la canasta básica familiar, pase a planta de contratados y tercerizados, etc.  Es necesario que en las facultades formemos comisiones con representantes docentes, no docentes y estudiantiles elegidos en asamblea para controlar las condiciones de seguridad y salubridad para la cursada.

 

No es de extrañar que el protocolo del Decano Cueto tenga como finalidad la eliminación de la vida política entre los pasillos de su castillo medieval, en donde se fomenta una cátedra libre en homenaje a Díaz Araujo, un personaje nefasto y rancio que defendió y promovió el terrorismo de estado, no podemos permitir la existencia de esa cátedra pro genocida. Sin embargo, la “censura de los pasillos” es realmente selectiva, ya que los grupos de extrema derecha pueden tener una cartelería intacta, en cambio nosotros nos enfrentamos al amedrentamiento de la seguridad privada por difundir nuestras ideas. A esta forma de mordaza política se suma la resolución pro sionista del rector Pizzi, ambos métodos buscan anular la militancia revolucionaria.

 

Desde la COR instamos a que el centro de estudiantes se pronuncie en contra de esta avanzada represiva por parte de las autoridades hacia todas las agrupaciones políticas. ¡Es inadmisible que las y los estudiantes sean expulsados de la facultad por militar! Aunque no nos sorprende que la academia burguesa intente acallar a los grupos que le resultan molestos, ya que su naturaleza es expulsiva para con la clase trabajadora y sus representaciones políticas, observamos como cada día nuestros compañeros desertan de la universidad por el avance de la crisis económica y los mecanismos elitistas de esta institución.

 

Llamamos a las organizaciones de izquierda, a las y los estudiantes a reunirnos a la brevedad para preparar una respuesta contundente al disciplinamiento que nos quieren imponer. Necesitamos organizarnos, realizar de manera urgente asambleas por cursos, y preparar una asamblea general resolutiva contra las políticas arbitrarias del Decano. Luchemos por la recuperación del centro de estudiantes para que sea una herramienta de lucha y organización.

RAMA UNIVERSITARIA DE LA COR

Sábado, 24 Julio 2021 15:47

El Impreso 78

La pandemia ha golpeado fuertemente a enormes sectores de trabajadores que, o bien por despidos, o bien por la pauperización de sus condiciones de vida y el empeoramiento de sus condiciones de trabajo, han sido el principal centro de ataque por parte de gobiernos y patronales. En particular, han sido los trabajadores de la salud quienes se han visto en el ojo de la tormenta, con situaciones extremas, debiendo enfrentar la emergencia sanitaria con el estado deplorable de los hospitales públicos, trabajando más horas, sin la protección adecuada, bajo presión y con salarios de miseria que están cada día más atrás de la inflación. Mientras la burocracia de los principales sindicatos de la rama cerró paritarias vergonzosas y han intentado por todos los medios evitar que los trabajadores se organicen y luchen, han sido importantes sectores de activistas los que en todo el país han salido a protestar, destacándose los compañeros de Neuquén y también en Córdoba, Mendoza y CABA.

Los compañeros del Hospital Garrahan son un destacamento de vanguardia en la rama de salud y cuentan con experiencias de luchas muy importantes. Este año, en medio de la pandemia y con las elecciones legislativas en el horizonte, se ha desarrollado una importante lucha en la que se ha visto un gran sector de nuevos activistas sumarse al paro. Entre ellos, se han destacado los franqueros. Levantan las reivindicaciones de aumento salarial del 50% y mínimo igual a la canasta familiar $99000, régimen de insalubridad (CTIAP), no a los contratos basura y pase a planta de los contratados y tercerizados. Desde que comenzaron con los paros, hace algunas semanas, el director Trotta y sus secuaces no han cesado de intimidar a los huelguistas y han intentado quebrar la lucha a través de descuentos salariales. Por eso, es fundamental sostener a los compañeros y rodearlos de solidaridad, aportando a su fondo de lucha para que sigan sosteniendo la huelga.

El 15 de julio, en una movilización al Ministerio de Trabajo, una delegación fue recibida, pero con la advertencia de que no pueden intervenir, porque su sindicato es ATE, cuya conducción mira para otro lado. Una prueba más del rol que está cumpliendo la burocracia en todos los sindicatos para sostener el ajuste de Alberto en plena pandemia.

Así como la de los trabajadores de salud en varias provincias, los compañeros del Garrahan siguen luchando. Al cierre de esta edición, han votado un nuevo paro de 24hs el miércoles 21/7 y una movilización al Ministerio de Salud. Tenemos que tener en claro que lo que se plantea no es una demanda meramente salarial, que sí es muy importante, pero además todos los trabajadores de salud tienen que intentar quebrar la dirección política de la pandemia. Si hay algo que quedó demostrado es que el “comité de expertos”, con el que Alberto iba a “cuidar nuestra salud”, eran lobistas de los laboratorios y que lo único que “cuidó” fueron los intereses de las patronales en desmedro de las condiciones de vida de los trabajadores. Los trabajadores, con los métodos obreros, podrían haber sido una alternativa superadora en la gestión de esta emergencia sanitaria, cuestionando el mando capitalista. Debemos prepararnos en este sentido. Es por esto que desde la COR consideramos necesario llamar a un Plenario Nacional de Oposición de trabajadores de la salud, con delegados mandatados de cada lugar de trabajo, para empezar a sentar las bases para recuperar los sindicatos y unificar a todos los trabajadores de la salud y plantear una salida del conjunto de la clase obrera a esta catástrofe capitalista.

Miércoles, 14 Julio 2021 20:38

Cuba, una vez más en la encrucijada

Para poner fin al bloqueo imperialista y derrotar la política de restauración capitalista del PC, es urgente la intervención de la clase obrera de toda América.

El estallido de las protestas en San Antonio de los Baños el último domingo, que se extendieron a La Habana y otras ciudades de Cuba, ha tomado por sorpresa a los desprevenidos. Empezando por el gusanaje en Miami, que salió a reclamar la intervención militar de EEUU a Joe Biden, no solo para aprovechar la crisis sino también asustados al no ver una dirección clara de las protestas. También toma a Biden enfocado en otros problemas, sobre todo domésticos, pero también de política exterior: sus relaciones con América Latina y el Caribe (asesinato de Jovenel Moïse, presidente de Haití) muestran gran desorientación. Por el lado cubano, también el presidente Díaz Canel se mostró completamente desorientado, saliendo con una línea dura contra las protestas para tener que luego reconocer los problemas que legítimamente reclamaban los manifestantes, y llamando a un sector de estos “revolucionarios confundidos”.
La confusión de estas direcciones contrarrevolucionarias se basa en un elemento real: el desorden generado por la pandemia a nivel mundial y la falta de claridad del imperialismo para dirigir un proceso de derrota fulminante de las masas obreras, a partir del ensayo general reaccionario lanzado el año pasado, abre todo tipo de procesos políticos. En el caso de Cuba, debemos considerar las dificultades del proceso de asimilación del ex Estado obrero, que está mostrando, igual que en Bielorrusia y otros países, tendencias al caos capitalista ante la debilidad de la burocracia de ese Estado para dirigir, acentuado este elemento por la propia debilidad de la estructura económica de la isla. La descomposición imperialista dificulta la asimilación, pero no puede frenar el proceso ad eternum, sino que agrava la descomposición y las tendencias al enfrentamiento entre las fuerzas sociales en presencia. Así lo vimos en Europa del Este (Ucrania, Bielorrusia, Georgia), en el Cáucaso (Nagorno Karabaj), en China (Hong Kong), todos con sus particularidades pero que están determinados por toda una etapa histórica signada por un proceso de descomposición de un sistema social que socava las bases de los Estados-nación como forma política. Todo esto, como decíamos más arriba, acelerado por la pandemia del Covid-19.
En el caso de Cuba, es evidente cómo la pandemia golpeó las estructuras estatales de por sí carcomidas por años de putrefacción a partir de la caída de la URSS y el inicio de una transición tortuosa hacia la asimilación capitalista plena, donde la burocracia y una base social ligada al Estado intenta mantener su posición, contra el sector que pretende barrer con esas estructuras con un programa que, más que “patria y vida”, se resume en “semicolonia, sí; 51º Estado yanqui, mejor”. La falta de atención médica, de alimentos y de electricidad, además muestran su silueta espantosa a contraluz de las reformas votadas en el último congreso del PCC, que avanzaron en una devaluación salvaje con la unificación del tipo de cambio. Las condiciones de vida de las masas trabajadores se contrastan con las mercaderías valuadas en dólares expuestas en los negocios para turistas y en los privilegios de la burocracia “comunista”. Estos elementos son el motor de las protestas, de las que forman parte sectores heterogéneos, que han identificado por años las ideas del socialismo y el comunismo con un Estado que en realidad intenta imponer con represión la restauración capitalista. Pero está claro que el bloqueo del imperialismo yanqui, impuesto por décadas con el objetivo de presionar a la burocracia para que acelere las medidas restauracionistas (objetivo que ha cumplido con creces), es la principal causa de las penurias de la clase obrera cubana. Díaz Canel, Biden, el Partido Republicano y los gusanos están todos de acuerdo en llevar hasta el final la contrarrevolución en Cuba.

Es urgente la intervención del proletariado de toda América

Para colaborar en la tarea de poner en pie una dirección revolucionaria capaz de enfrentar a las direcciones imperialistas y de la burocracia del PC en Cuba, es necesaria la intervención del proletariado americano, en América Latina y el Caribe y también en EEUU. Porque además es evidente, y se ha comprobado por la experiencia histórica, que el programa de la dictadura del proletariado no puede concretarse en las estrechas fronteras de ningún país latinoamericano, sino que adquiere su forma política en la Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina y el Caribe.
Para llevar adelante esta tarea, los revolucionarios debemos pelear en el seno de los sindicatos para que la clase obrera salga a la acción con objetivos claros: ¡Abajo el bloqueo imperialista! Sobre todo en EEUU, debemos imponer la apertura de los intercambios con la isla, con nuestros métodos, la ocupación bajo control obrero de puertos, depósitos y fábricas, la toma del control de los navíos y la confiscación obrera para llevar a Cuba los hidrocarburos, los alimentos y las medicinas y vacunas que necesitan los trabajadores y el pueblo pobre. ¡No a la intervención militar imperialista! Ante el menor signo de amenaza de llevar adelante una intervención militar, impongamos la huelga en EEUU y el paro y ocupación de todas las empresas de capitales yanquis en la región. ¡Abajo la represión de la burocracia del PCC, libertad a los presos! Debemos imponer que los sindicatos latinoamericanos y de EEUU se pronuncien por la libertad de los luchadores socialistas que fueron detenidos el domingo 11/7, entre ellos Frank García Hernández, Leonardo Romero Negrín, Maykel González Vivero y Marcos Antonio Pérez Fernández.

Por una dirección revolucionaria internacional

Lejos de lo que postulan los centristas latinoamericanos, no se trata de desarrollar un programa democrático para llevar las demandas de las masas hacia una solución desde el Estado (nacional) con reformas más o menos “radicales”, se trata de regenerar las bases de la revolución cubana con la extensión de la revolución en la región y la instauración de la dictadura proletaria bajo una dirección revolucionaria. El capitalismo está en franca descomposición y no pude ofrecer nada más que represión, en enfrentamientos cada vez más abiertos con la clase obrera, para intentar modificar a su favor la relación entre capital y trabajo con la intención de darse una sobrevida. La necesidad de una dirección revolucionaria internacional, la IV Internacional reconstruida, se hace palpable y no puede ser una simple declamación para los congresos y conferencias partidarias. Tenemos por delante la gran tarea de preparar la reconstrucción de la IV llevando los debates programáticos al seno de nuestra clase, dando batalla política a la burocracia sindical y luchando por recuperar los sindicatos. Proponemos, con nuevo énfasis dados los acontecimientos en Cuba, organizar una Conferencia Latinoamericana de las corrientes que nos reivindicamos por la dictadura del proletariado, para debatir la política, las tácticas y el programa para intervenir en la situación con ese objetivo. Como paso hacia una conferencia mundial que permita a los revolucionarios encarar la tarea del momento: comenzar a saldar la crisis de dirección de nuestra clase, la única clase revolucionaria, la clase obrera.

Lunes, 28 Junio 2021 09:33

IMPSA: otra vez rescatando al capital

En medio del debate que recorre a las diferentes variantes burguesas y pequeño burguesas por la propiedad privada, el salvataje a las empresas y la función del estado, el rescate anunciado estas semanas a la empresa IMPSA (industrias metalúrgicas Pescarmona S.A.) fue noticia en todos lados. El Estado nacional quiso mostrar iniciativa ante un contexto económico en crisis con muchas deudas y pagos por afrontar ante organismos internacionales. Esta medida de incisión estatista es una muestra más de la intervención del Estado en la economía ante el descalabro de la crisis en curso donde el gobierno de Fernández aporta 15 millones de dólares y 5 millones el gobierno radical de Mendoza. Empresa que de igual manera seguirá funcionando como sociedad anónima. Medida que no soluciona los problemas estructurales de la economía argentina como pretenden hacernos creer y mucho menos los problemas del sistema capitalista.

Impsa es una empresa mendocina asociada con el capital extranjero que hizo su fortuna durante más de 100 años con diferentes gobiernos (Yrigoyen, Perón, la dictadura militar, el menemismo y diferentes gobiernos extranjeros como Brasil y Venezuela). Si hay un denominador común en Impsa es el siempre presente rescate por parte del estado bajo distintas administraciones. En su momento lo hizo los K con subsidios al salario y repros mientras renegociaba deuda. En 2015 con el gobierno de Macri se ve beneficiada con el blanqueo de capitales por $ 108 millones terminando en el 2018 con la formación de un fideicomiso hasta la reciente anunciada “estatización” que no es otra cosa que el desembolso de capital para rescatar a los mismos bancos y burgueses que venían siendo solventados para asegurar sus negocios agregando ahora la formalización como capitalización de la empresa.

La realidad que esto es un mecanismo burgués para socializar las pérdidas donde los trabajadores volverán a ser quienes paguemos las deudas continuando un proceso de garantizar el pago a través del Estado a los acreedores privados y eventualmente traspasar las operaciones de Impsa a otros grupos económicos en un contexto internacional que con los cambios en matrices energéticas especula con posibles jugosos negocios.

Resguardando al capital

Destaquemos que detrás de esta operatoria hay una disputa política y económica por los negocios que puede traer aparejado a los capitalistas de turno y un resguardo de la propiedad asemejando el proceso a lo que se quiso hacer con la empresa Vicentin (1). La grave crisis de Impsa tiene que ver en gran medida con el descalabro que significaron los bonapartismos sui generis en Latinoamérica (Chávez, Lula, Fernández) apostando al desarrollo de una burguesía nacional y su expresión en la industria. Proyectos políticos que fracasaron y que terminaron en un festival de guita, coimas y el guantazo de la brasilera Odebrecht. Hoy, una coalición de gobierno que se referencia en aquella apuesta burguesa pretende rememorar aquella ilusión que los terminó condenando. Y es que no se pude dar un desarrollo de un capital nacional para la industria en los países industrialmente atrasados donde el capital extranjero e internacional juega un rol decisivo y más aún en un Estado semi colonial como lo es Argentina dentro de un capitalismo en descomposición. Se ha demostrado que un Estado dirigido por una fracción burguesa no puede dar ningún beneficio a los trabajadores.

Un capítulo en esta novela lo merece el gobierno radical de Suárez donde no paran de criticar al gobierno nacional por el mal manejo de la pandemia y de la economía, pero no tuvo ningún problema a la hora de sentarse junto a Fernández para rescatar el capital y sacar una tajada para el empresariado mendocino. Pero no podía ser menos teniendo en su gabinete de economía a ex gerentes de Impsa como Emilio Guiñazú y Daniel Chicahuala (ex gerente de Impsa y Oderbrecht) quienes aseguraron negocios por ejemplo para la cuestionada construcción de la represa Portezuelo del Viento en el sur mendocino. No solo han participado ayudando a Pescarmona (cuya caída ya arrastró a muchas otras empresas), sino que ante cada conflicto que se generó, el Estado provincial garantizó, junto con la burocracia de la UOM, despidos, suspensiones y hasta desalojos con policía incluida.

 La burocracia ayudando a socializar las pérdidas

Otro de los que celebró la “capitalización” de Impsa fue Antonio Caló (secretario general de la UOM nacional) que tuvo participación estelar en la mesa principal del acto de relanzamiento de la firma. Este y muchos otros burócratas más fueron una de las partes que participaron activamente en el acuerdo. Hay que advertir en este caso que la burocracia de la UOM funciona como agente político de los capitalistas y el Estado para que todo marche sobre ruedas. La misma burocracia que firma paritarias a la baja por 35,2 % en cómodas cuotas sin discutir con los metalúrgicos y con delegados que no fueron elegidos por las bases, que garantiza los despidos y suspensiones en diferentes puntos del país frente a la crisis y la que nada hizo frente a los protocolos de higiene y seguridad durante la pandemia. Los trabajadores para nada estamos contentos con esta situación donde no solo no se va a crear empleo, sino que cada día nuestras condiciones de vida empeoran.

La CGT Mendoza con su titular Luis Márquez también festejó con alegría esta intervención estatal. De nuevo jugando para el capital como lo hizo durante toda su gestión al frente de la UOM Mendoza, poniendo su firma en los despidos que se produjeron a lo largo de los años en Impsa y en toda la industria metalúrgica mendocina, incentivando y generando división entre los trabajadores. Tomemos como tarea primordial recuperar la dirección de los sindicatos, de manos de la burocracia traidora.

Por una salida obrera ante la crisis

Los trabajadores, y los metalúrgicos en particular, no podemos poner expectativas en este tipo de maniobras como la estatización para salvataje de nuestros verdugos. La disyuntiva no es el capital privado o Estado, sino entre un programa de conciliación de clases o un programa que oriente la acción independiente de los trabajadores. La UOM debe llamar de forma urgente a asamblea en Impsa y convocar a un congreso de delegados para debatir cómo podemos dar una salida a la grave crisis que atraviesa la empresa empezando por la reincorporación de los despedidos y suba de salarios. Pensamos que para llevar adelante estas tareas y reivindicaciones es necesario formar al interior de la UOM una oposición sindical revolucionaria que sea capaz de luchar por los intereses de los trabajadores con los métodos obreros. Los metalúrgicos debemos unirnos e intercambiar experiencias con otros sectores del proletariado que estén en lucha como los trabajadores de Bimbo (San Fernando), así como el activismo antiburocrático de los vitivinícolas, para poder organizar un plan de salida a la crisis y la pandemia y actuar unidas ante el gobierno y los planes de los empresarios por cambiar las condiciones de vida de la clase obrera.

Los trabajadores tenemos que empezar a tener el ejercicio de como intervenir en la crisis que se desarrolla ante nosotros y discutir cuales son las tareas de los trabajadores. Así mismo es imperioso que abramos un debate al interior de nuestra clase sobre la importancia del control obrero como forma de intervención independiente ante la desorganización de la economía y mostrar la capacidad de la clase obrera para la planificación y administración de la producción.

 

1 ver nota Vicentin: rescatando al capital http://cor-digital.org/nacionales/item/292-vicent%C3%ADn.html

Este sábado 26 de junio a las 17.30 hs. realizaremos una charla debate sobre el conflicto Israel - Palestina por zoom. Para poder participar deberá completar un formulario y le será enviado el link y el ID de acceso correspondiente.

Para completar el formulario, por favor haga click en el siguiente link:

https://forms.gle/rTbMteMnB4ppNVWT9

La segunda vuelta en Perú ya dio un ganador, pero Keiko Fujimori aun no reconoce la derrota y ha presentado la impugnación de más de 200 mil votos.

La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) indicó que, con el 100% de las mesas escrutadas, Pedro Castillo, de Perú Libre, ganó contra Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, las elecciones en segunda vuelta por más de 70 mil votos. De esta manera, Castillo asumirá la presidencia del Perú a partir del 28 de julio de este año.

La elección fue bastante reñida y mostró de forma distorsionada el nivel de polarización y descomposición del semi Estado peruano. Recordemos que se llegó a estas elecciones después de varias crisis políticas, renuncias de presidentes, suicidios de ex presidentes, en medio de procesos de corrupción y desmanejos de la pandemia.

El triunfo de Castillo no va a saldar la crisis política, sanitaria y económica en la cual están sumidos no solo Perú, sino toda la región. Pero es una línea institucional de la débil burguesía, en alianza con el imperialismo, de contener los procesos de masas. Castillo expresa, por la vía electoral, el descontento de sectores de masas por el deterioro de las condiciones de vida, los efectos de la pandemia y las políticas del gobierno saliente.

El 70% del trabajo en Perú es informal, gran parte de los obreros del país tiene condiciones de vida paupérrimas. La situación de la pandemia quiso ser aprovechada por el gobierno saliente, pero la conflictividad fue escalando, quizás el ejemplo más importante de este periodo fue la rebelión de los trabajadores agrícolas, que logró derogar una ley que ponía condiciones leoninas a la actividad. La situación en Perú está a tono con los procesos de lucha que se están desarrollando en toda la región como Chile, Colombia y Ecuador.    

Para la burguesía peruana, la irrupción de Castillo es lo más de izquierda que pueden tolerar dentro de la crisis en la que está sumida. Por esa razón hizo que el candidato firmara lo que se denominó la “Proclama Ciudadana”, un documento que pone como eje central la defensa de la institucionalidad, es decir, el Estado de derecho. Después de firmar ese documento Castillo ya no habla de cambiar la constitución vía una asamblea constituyente, como planteó en la campaña, sino que ahora se compromete a respetar la continuidad de las reformas constitucionales del ‘93.

Es errado el planteo de gran parte de las corrientes trotskistas de apoyar en la segunda vuelta a Castillo, poniendo como argumento que este apoyo es para que no gane la derecha. Esto ya es parte de la práctica de estas corrientes, que llamaron a votar a Evo, a Chávez, a Haddad en Brasil, por citar a algunos, mientras en sus polémicas simulan pelear por quién es el abanderado de la independencia de clase. Esta táctica electoral conduce al apoyo y a la colaboración con el Estado “democrático” y la burguesía “progresista” en la lucha contra la “reacción”. Tienen una concepción etapista, expresada en el escenario electoral, de una etapa que ya no existe históricamente. No estamos en un proceso histórico entre revolución burguesa y revolución proletaria, en el que el retraso histórico de la revolución burguesa en las semicolonias hizo que algunas corrientes del siglo 20 pregonaran la necesidad de la etapa de la revolución democrático burguesa para concluir las tareas no realizadas de la burguesía nativa. De esta manera, le asignan un rol progresivo a un sector burgués. La irrupción de la revolución proletaria triunfante en la escena mundial, la revolución rusa, modificó la etapa histórica de las transiciones revolucionarias y demostró, no solo la centralidad del proletariado para una revolución, sino que la burguesía ya es una clase contrarrevolucionaria, en todas sus variantes. No se puede explicar el voto a Castillo apelando a Kerensky, forzando una analogía que no se corresponde con la etapa, ni con el proceso histórico. Tampoco es válido para los revolucionarios el argumento de que no avance la derecha, o, en el peor de los casos, para no ir en contra de la opinión pública progresista, ya que esto es ajeno a toda política de clase.

No podemos confundir a los trabajadores y sectores combativos que se han destacado en los procesos agudos de lucha de clases que se están desarrollando en la región. Es imposible que pueda surgir una vanguardia obrera si no batallamos al interior de los sindicatos y organizaciones de lucha por un programa transicional que prepare la lucha por el poder. Por la construcción de un partido revolucionario en Perú, como sección de la IV Internacional reconstruida.

 

La reciente escalada de agresión de Israel contra Gaza y Palestina en general es la más violenta desde 2014. Los bombardeos sionistas efectuados durante el transcurso de las últimas semanas sobre Gaza han dejado 248 muertos, de los cuales 66 son menores de edad, hasta el momento hay 2.000 heridos. El pueblo palestino ha resistido estos ataques que han destruido sus ciudades, profundizado la crisis sanitaria y la migración masiva, en respuesta a la ofensiva han realizado manifestaciones, destacándose la huelga general convocada en las ciudades con población árabe de Cisjordania e Israel, expresando una tendencia más general de las acciones de masas ante el nivel de crisis.

Al mismo tiempo se han realizado masivas manifestaciones de solidaridad internacionalista en Inglaterra, Irak, Líbano, Siria, EE.UU., Japón, Francia y América Latina etc. La clase obrera ha manifestado su apoyo a la lucha palestina como los trabajadores portuarios de Génova que frenaron un cargamento armamentístico dirigido a Israel, al igual que los portuarios sudafricanos se negaron a descargar cargamento israelí, a estas acciones podemos añadir la ocupación de la empresa de armas Elbit Systems en Reino Unido por manifestantes con el apoyo de trabajares de la planta.

 

ABAJO EL LOBBY SIONISTA EN LA UNCUYO

Como denunciamos en ese momento (¡Abajo el Lobby Sionista en la UNCuyo! - Corriente Obrera Revolucionaria (cor-digital.org)), el 19 de Agosto de 2020 el rector de la Universidad Nacional de Cuyo Daniel Pizzi emitió una resolución que adopta la definición de ¨antisemitismo¨ aprobada por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA) que establece: ¨El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto". Esta definición ha sido adoptada por las principales potencias imperialistas y los gobiernos latinoamericanos, en Argentina esta disposición está en consonancia con la resolución N°114/2020 del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación.

Con esta definición de antisemitismo se acusa y persigue Juan Carlos Giordano, militante de Izquierda Socialista quien ha manifestado su apoyo a la causa palestina, desde la COR repudiamos enérgicamente la persecución realizada por grupos reaccionarios ligados a Israel. Querer endilgar el antisemitismo a quienes cuestionen a las “instituciones de las comunidades judías” es la forma predilecta que el sionismo ha encontrado para encubrir las atrocidades cometidas por sus “instituciones”, principalmente el Estado de Israel. No podemos permitir de ninguna manera que a través de una definición engañosa y su implementación en la legalidad burguesa nos persigan y pretendan hacernos creer que somos nosotros quienes incurrimos en la discriminación, cuando los sionistas tienen en sus manos la sangre de miles de palestinos, a los cuales desde 1948 han sometido a todas las penurias y violaciones que conlleva el colonialismo.

Debemos convertir en acciones concretas, tanto en las calles como en las escuelas, facultades y los lugares de trabajo, nuestra solidaridad internacionalista. Levantamos las banderas de la lucha palestina, sostenemos la necesidad de la destrucción del Estado de Israel, este enclave imperialista debe desaparecer al igual que los demás gobiernos reaccionarios de medio oriente, luchamos por una nueva forma de organización social y económica con la dirección de la clase obrera, con la perspectiva de la construcción de la Federación de Repúblicas Socialistas de Medio Oriente y el Magreb. Seguiremos denunciando el accionar genocida de Israel, instamos a realizar campañas públicas, movilizaciones y acciones de solidaridad proletaria.

Retomamos nuestro llamado a las organizaciones de izquierda para luchar en contra de la resolución de Pizzi que apoya al sionismo, otorgando la posibilidad de sancionar a quienes luchamos en contra del genocidio que realiza Israel en Franja de Gaza y los demás territorios palestinos. Preparemos asambleas por facultades e interfacultades de manera presencial con las medidas sanitarias correspondientes. Exijamos a los centros de estudiantes, a la FUC y a la FUA la lucha por la derogación de dicha resolución. Instamos a los sindicatos docentes y no docentes a posicionarse en este sentido y unificar acciones concretas por la anulación de esta resolución.  

  • ¡Abajo la resolución de Pizzi y el lobby sionista, y los convenios Israel- UNCuyo!
  • ¡Por la Destrucción del Estado de Israel!
  • ¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas de Medio Oriente y el Magreb!
  • ¡Fuera el imperialismo de Medio Oriente!
  • ¡Por el triunfo de la lucha del pueblo palestino!

Rama Universitaria de la COR

Lunes, 17 Mayo 2021 21:42

En Frente de Todos

La coalición de gobierno ya no puede tapar el desastre del manejo de la pandemia y el fenomenal ajuste que está llevando a cabo para pagar el gasto por la pandemia, la deuda externa y seguir beneficiando a los grandes capitalistas. En estos dos años de gobierno han realizado un ajuste del gasto público de alrededor del 26%, donde han reducido la ayuda social, han ajustado a los jubilados y han disminuido el salario real de los trabajadores públicos en un 13%. Además, como si esto fuera poco, con la aceleración de la inflación que en estos cuatro meses del 2021 ya se ubica en el 17%, han licuado los salarios de la gran mayoría de los trabajadores formales e informales haciendo descender las condiciones de vida a niveles históricos.  Y esto no se puede justificar solo con la pandemia, sino que aprovechando el escenario de crisis por el covid han lanzado un feroz ajuste, garantizando y consolidando el ajuste del macrismo en el gobierno anterior. Con el macrismo se había perdido el 25% del salario, el albertismo consolidó esa pérdida y está garantizando, con la ayuda de la burocracia sindical y el empresariado, que siga cayendo el salario de los trabajadores.

En estas condiciones, deben ajustar aún más para poder acordar con el FMI, en un escenario electoral, es por eso que dentro de la coalición comenzaron las peleas para acomodar el rumbo económico para las elecciones de medio término. Larroque, que es el secretario general de La Cámpora, definió bastante bien los objetivos para llegar con chances a las elecciones, vacunación, precios y unidad. Vacunación para poder reactivar la economía; controlar los precios con una mayor injerencia del Estado y, al no poder garantizar que los salarios le van a ganar a la inflación, intentar regular los precios de los servicios y así, hipotéticamente, lograr golpear menos al bolsillo; unidad, ya que la coalición de gobierno teme que, sin unidad y como viene el escenario, las imágenes de Colombia ya no sean tan lejanas.

Enfrentemos este plan

La agenda de los trabajadores debe ser de enfrentamiento a este plan.

Vacunación de los trabajadores. Hay que exigir a los sindicatos que demos una pelea para que seamos los trabajadores los que controlemos la distribución de las vacunas y por el control obrero de los laboratorios, para romper con el control estatal de las vacunas. Nos queremos vacunar, no para que volvamos a ser explotados como quieren las patronales, sino para estar en mejores condiciones para salir a la lucha.

Reapertura de las paritarias. Debemos recuperar lo que perdimos en la pandemia y en el gobierno anterior de Macri. No podemos permitir que sigan cayendo nuestras condiciones de vida. Debemos unir a los que tienen trabajo con los que no lo tienen en un compromiso mutuo de solidaridad, que parta de la pelea junto a los desocupados por salario que asegure las condiciones de subsistencia. Debemos imponer la escala móvil de horas de trabajo y de salarios.

Unidad de la clase obrera. En contraposición a la unidad que pide Larroque para su frente burgués, nosotros debemos buscar la unidad de la clase obrera, que pelee por aumento de salario y vacunación, organizando a los activistas y trabajadores en la necesidad de conformar oposiciones sindicales revolucionarias al interior de nuestros sindicatos para echar a la burocracia sindical y recuperar nuestras organizaciones de lucha. Se vienen desarrollando muchas luchas, que el periodismo ha denominado “de autoconvocados”, pero no son eso, son compañeros delegados activistas y bases de sindicatos, opositores a la conducción de sus sindicatos. Está en germen, en esos trabajadores, la posibilidad de conformar oposiciones con un programa obrero y la tarea de los revolucionarios de pelear al interior de esos procesos por la necesidad del partido revolucionario y la lucha por el poder.

Alberto ha regresado de su gira por Europa, donde los distintos mandatarios de los países de la UE que visitó, Portugal, España, Francia e inclusive el Vaticano con su secretario de finanzas, el Papa Francisco, le desearon mucha suerte en la negociación con el FMI y que lo iban a apoyar en alargar los plazos con el Club de Paris. Es decir, paguen la deuda y después los reclamos.

La cita con la máxima representante del FMI, Kristalina Georgieva, y John Kerry, representante de EEUU, fue la culminación de la sumisión al imperialismo, demostrando que para un peronista no hay nada mejor que otro peronista, como “Juan Domingo Biden”.

Falta mucho para las elecciones y la dinámica de la lucha de clases puede dar muchas sorpresas.

 

 

 

 

Please publish modules in offcanvas position.