COR logo

Martes, 28 Octubre 2025 17:44

Elecciones de Escuelas y Departamentos FFyH

Los organismos que administraran el ajuste

Este 30-10-25 se renuevan las autoridades unipersonales de las 6 escuelas y los 2 departamentos de la FFyH; también docentes y egresados renuevan sus representantes en estos órganos de gobierno. Mientras que en Historia, Filosofía, Bibliotecología, Archivología y Antropología hay lista única; en Letras, Ciencias de la Educación y Geografía compiten dos listas.

Estas elecciones se dan en medio de un avance fenomenal de la crisis. El plan económico del gobierno fracasó hace tiempo, el rescate del FMI no le alcanzó y fue, cual perro faldero, a pedir el rescate de Trump y su secretario del tesoro Scott Bessent. Un espaldarazo importante que le permitió llegar a las elecciones en medio de corridas cambiarias, el narcoescándalo, las coimas de Karina y todo el lumpenaje que caracteriza a este gobierno. El triunfo del domingo le da un nuevo aire pero no es un cheque en blanco ni detiene la crisis que sigue su curso, el gobierno está siendo sostenido porque se espera que cumpla la tarea que le encomendó la burguesía que lo puso ahí: que transforme en ley las reformas laboral, previsional y tributaria. El llamado a la unidad con los gobernadores post triunfo es porque sabe que para esta tarea no alcanza con sortear las urnas y tener más diputados, sino que deben enfrentar a la clase obrera y la juventud que viene dando muestras de que no entregan sus conquistas mansamente.

En la universidad el régimen universitario y sus autoridades, ligadas por mil y un lazos a los partidos patronales en estado de podredumbre como la UCR, el PJ en sus diversas variantes, el PRO-LLA, etc., no son más que una correa de transmisión de las políticas del imperialismo para la educación, por eso buscan fortalecer sus instituciones para llevar adelante el ajuste y las reformas que le exigen. Las elecciones de escuelas y departamentos se dan en este escenario, donde las nuevas autoridades decanales buscan tener aliados en las direcciones de las carreras para continuar con la precarización docente, el autofinanciamiento y encarar las tareas de adecuar los planes de estudio según los lineamientos del FMI y el BM.

Metamos la lucha de clases al aparato educativo

Debemos ser claros, el régimen universitario, sus formas, sus estatutos, su funcionamiento están hechos para ser la patronal de los trabajadores de la educación y para bajar en los planes de estudio los lineamientos del Estado burgués, poniendo la educación, la ciencia y la técnica al servicio de la explotación capitalista en la producción. No es posible reformar este régimen con buenas intenciones, más temprano que tarde el decanato dirá que ‘no hay plata’ y serán las direcciones de las carreras las que tengan que definir a qué docente se le recorta, qué actividad no se hacen, o con que empresa negociarán pasantías y venta de servicios para financiarse.

La situación se agudiza, el activismo y los luchadores no tenemos más tiempo que perder, se hace urgente sacar lecciones de los pasos dados hasta acá, de los aciertos y de las traiciones de las direcciones de la lucha que la contuvieron momentáneamente llevándonos al callejón sin salida del parlamento, con una ley que no ha cambiado en nada nuestra situación.

Los aciertos fueron los métodos que nos dimos, con la toma de edificios, las movilizaciones, las asambleas y la pelea conjunta con el resto de los sectores en lucha. Debemos profundizar ese camino, dando una pelea por recuperar nuestras organizaciones. Poner la educación en función de la lucha revolucionaria y antiimperialista de la clase obrera, implica dar la pelea por disputar su dirección.

Rechazamos que nos “inviten” a participar de la dirección de las carreras para lavarle la cara a las instituciones puestas al servicio del ajuste puertas adentro de la Universidad, farsa de participación, además pasiva y dentro de los límites del desfinanciamiento, los acuerdos con las grandes empresas (incluyendo al lobby sionista que financia el genocidio en Gaza), las mayorías automáticas para la burocracia académica que establece el estatuto de la UNC y los lineamientos de los organismos internacionales de financiamiento como el FMI y el BM.

Necesitamos poner en pie cuerpos de delegados mandatados de docentes y estudiantes por carrera que sean independientes del régimen universitario, donde se discuta todo, la dotación de docentes que necesitamos, el salario, los contenidos del plan de estudio, etc., discutiendo la necesidad de recuperar nuestras organizaciones, echando a patadas a la burocracia traidora y las agrupaciones estudiantiles voceras del régimen. Pongamos en pie un Plenario de Delegados de base mandatados de docentes, no docentes, investigadores y estudiantes para discutir el pliego de reclamos y el plan de lucha para imponerlo que incluya las tomas de los edificios y los paros activos y preparar junto al resto de los sectores en lucha un gran Paro Nacional.

Desde la COR en estas elecciones llamamos a votar en blanco y a poner manos a la obra en las tareas urgentes que plantea la situación.

Lunes, 27 Octubre 2025 20:14

Una elección colonizada

El 26 de octubre, en las elecciones legislativas nacionales, el gobierno de Milei obtuvo un triunfo al ganar en las principales provincias del país, especialmente en provincia de Buenos Aires, obteniendo un 41% a nivel nacional. Lo más significativo de esta elección fue el nivel de abstención, que resultó ser el más alto desde 1983. Se calcula que unos 12 millones de personas no fueron a votar. Esto demuestra una crisis muy profunda del régimen político en su relación con las masas, ya que un pilar de la democracia burguesa es la legitimación a través de las elecciones.

El triunfo de Milei expresa que un amplio sector votó al gobierno por el temor a que se acelerara la crisis y por no ver en el peronismo una alternativa ante un escenario catastrófico. Y también muestra, de forma distorsionada, un disciplinamiento por parte de EE. UU., que condicionó su ayuda económica a los resultados electorales. Pero estas elecciones y su resultado sólo han hecho al gobierno ganar algo de tiempo ante una crisis que tarde o temprano retornará de forma más explosiva.

Lo que también se expresó en las urnas ha sido la despedida de los K y que el peronismo intenta despejar el panorama, aunque sigue inmerso en su crisis crónica.

El FITU viene retrocediendo en las últimas elecciones y en esta perdió una representación en la cámara de diputados. Aunque intenten disfrazar de triunfo sus números electorales para consumo interno, es evidente que su política electoral está en crisis y ahora se preparan para intentar confluir con las viudas de los K, con argumentos como “la unidad en la diversidad” o que “con la izquierda sola no alcanza”. El “luche y vote” no funcionó.

Se está configurando otro escenario político dentro del régimen con una mayor injerencia de EE. UU., para sostener algo que está muy inestable. Se podría decir que vamos a una nueva configuración, en la necesidad sostener la gobernabilidad, emulando el sistema de negociación parlamentaria que hay en Brasil, con un sector que se denomina centrão, donde tienen peso los diputados que representan a los gobernadores estaduales (en nuestro caso serían las provincias) y no a los partidos. Pero en el caso de Argentina el que negocia con los gobernadores no es el presidente, sino el representante de EE. UU.

Hay que analizar con más profundidad el proceso post electoral, ya que hay distintos escenarios posibles, y plantear las tareas de los revolucionarios. Si nos impresionamos con el resultado electoral, tomando el voto en general como la voluntad de las masas, parece que el régimen se está regenerando con ayuda del imperialismo y cooperando por la vía institucional, pero no debemos olvidar jamás que en las elecciones se expresan de forma distorsionadas las relaciones de fuerza. En cambio, si nos paramos desde la vanguardia que viene luchando y oponiendo resistencia a Milei, el balance que sacamos es que hay que profundizar la lucha política y la radicalización, es decir, organizar al sector que se fogueó contra Milei desde una perspectiva revolucionaria, batallando contra las tendencias estatistas y legalistas para que rompan de forma programática con los vestigios de confianza en tendencias pequeñoburguesas. Recuperar los sindicatos y echar a la burocracia sindical es una tarea fundamental y urgente para quebrar toda posibilidad de que se reorganice el peronismo como dirección contrarrevolucionaria.

Las oscilaciones electorales de las masas son la expresión de una crisis que un bonapartismo sui generis decadente no puede resolver sin la intervención directa del imperialismo. Por eso hay que reforzar la propaganda revolucionaria y desplegar ofensiva mente un programa de enfrentamiento al gobierno para forjar una nueva vanguardia que comience a sacar lecciones sobre la situación mundial y su expresión en Argentina. Debemos forjar una vanguardia organizada en un partido revolucionario que se prepare para dirigir los próximos combates, que van a ser feroces, ya no sólo contra el gobierno, sino contra el imperialismo y sus aliados.

Ahora el gobierno, como agente directo del imperialismo, va a utilizar a su base electoral (que aún no logra hacer base social) para ir por su verdadero enemigo, la clase obrera. Se viene la reforma laboral y previsional en un escenario recesivo.

Nosotros no luchamos para que después “se vote bien”, luchamos porque queremos destruir al Estado burgués por medio de la revolución obrera y socialista. Somos parte de las luchas que hoy están dando los trabajadores en todo el mundo contra el sistema capitalista. Por eso, ante el grito de los trabajadores europeos llamando a “bloquear todo”, nosotros decimos: ocupar todo para destruir a la burguesía desde su base, la producción.

 

 

 

 

Brutal represión y detenidos en la Legislatura de Mendoza.
¡¡Exigimos su inmediata liberación!!
En el marco de la marcha en defensa del agua pura, convocada por Asambleas Ambientalistas, la Policía de Mendoza detuvo y golpeó en la Legislatura a los compañeros Liza Rule y Martín Iglesias, quienes fueron trasladados al Polo Judicial y la Comisaría Séptima de Godoy Cruz.
A horas de las elecciones legislativas, así se vive la "fiesta de esta democracia" para ricos, empresarios parásitos, saqueadores y especuladores al servicio de los buitres yankis.
Hacemos responsable de su integridad al Gobierno de Cornejo, y exigimos su inmediata liberación.

Domingo, 19 Octubre 2025 14:20

Frágil tregua a la que le llaman paz

El acuerdo de paz firmado por Hamas y el gobierno de Netanyahu, con las 20 condiciones impuestas por Trump y refrendadas por los gobiernos árabes de la región y la UE, es una tregua inestable en un conflicto histórico. Al momento de escribir esta nota, Israel está bombardeando el sur de Gaza.

Entendemos que las masas palestinas lo tomen como un respiro ante tanto asedio, ya que el “acuerdo de paz” se hace sobre más de 70 mil muertos en una tierra arrasada, pero este plan sólo busca la capitulación de la resistencia palestina y su lucha histórica.

Tuvieron que apresurarse a firmar ante la imposibilidad de derrotar a la resistencia (a pesar de sus direcciones) y de frenar los procesos de masas a nivel mundial que se estaban desarrollando en contra del genocidio del enclave imperialista de Israel. Empezaron a emerger sectores de la clase obrera en defensa de Palestina que cuestionaron a sus gobiernos con los métodos de clase como las huelgas generales y los bloqueos. 

La política imperialista es salvar al enclave de Israel y buscar un protectorado en tierras palestinas para hacer negocios con su reconstrucción, con la complicidad de los gobiernos árabes, que traicionaron la lucha palestina. La política de las burguesías árabes es negociar en mejores condiciones con el imperialismo, sobre las ruinas de Gaza, y evitar que se desarrolle una lucha que cuestione el capitalismo en la región. La política de los sectores obreros que salieron a la lucha tiene que apuntar a desarrollar una vanguardia que ayude a la resistencia palestina y a los trabajadores de la región a levantarse contra este supuesto plan de paz. Es necesario formar nuevas direcciones obreras que tiren a los gobiernos árabes, títeres del imperialismo, y forjen una alianza obrera que destruya al enclave imperialista de Israel. No hay salid a si la resistencia palestina está en manos de direcciones burguesas y teocráticas.

El proletariado mundial está llamado a reforzar los lazos de solidaridad con el pueblo palestino y avanzar en echar al imperialismo de la zona para formar una Federación de Repúblicas Socialistas de Medio Oriente y el Magreb. 

Domingo, 12 Octubre 2025 17:01

Trump Manda, Argentina Paga (TMAP)

 

El slogan del gobierno “todo marcha acorde al plan” (TMAP) bien puede modificarse por el título de la nota. Es que, ante el fracaso de una “lumpen burguesía”, el Estado yanki tiene que venir al rescate para salvar no a los argentinos sino a los fondos de inversión de su país que pusieron plata acá, fundir al país y luego imponer sus condiciones.

Ahora veremos cómo los gobernadores, la burguesía rentista y rastrera, los parlamentarios y los partidos del régimen como el PJ, las viudas de Cambiemos o el nuevo engendro de los gobernadores Provincias Unidas, le rinden pleitesías a los planes del amo yanqui y “garantizan gobernabilidad” para que el desastroso gobierno de Milei llegue a 2027.

El PJ buscara aliarse a una burguesía nacional no monopolista que, con la complicidad de la burocracia sindical, intentarán llevar a los trabajadores detrás de un gran frente nacional para negociar mejor con el imperialismo. Buscará, como buena dirección contrarrevolucionaria, ser garante de un régimen burgués y sus negocios.

Ante un escenario de crisis, los trabajadores debemos intervenir de forma independiente y confiar en nuestras propias fuerzas. Somos parte activa de los movimientos de masas que se están dando en el mundo contra el genocidio en Gaza y contra las políticas de ajuste y austeridad que intentan imponer los gobiernos burgueses, como podemos ver en Italia, Francia, los países asiáticos y, en nuestra región, Ecuador y Perú, sólo para nombrar algunos. La resistencia al gobierno de Milei inscribe nuestra lucha en los procesos de irrupción de sectores del movimiento obrero que han salido con sus métodos, como en Italia, con huelgas generales y la consigna de “bloquear todo”.

Tenemos una tarea en este marco internacional que es la de echar a Milei y derrotar a un aliado del imperialismo norteamericano en la región. Estamos a semanas de unas elecciones en las que los partidos del régimen se disputan quién será el interlocutor del nuevo amo indiscutido, el imperialismo yanqui. Por eso es muy peligrosa la política de confusión que llevan adelante el FIT-U y otros grupos trotskistas de levantar la consigna “luche y vote”, sembrando expectativas en el parlamento y en el resultado electoral. Es obvio que nada bueno saldrá de las elecciones del 26 de octubre, por lo que llamamos a votar en blanco o no votar o anular el voto y organizarnos para enfrentar al imperialismo y su súbdito Milei.

¡Ocupar todo!

Estamos presenciando la descomposición de un semi Estado, sus instituciones y su forma de dominación. De Cristina, la abogada “exitosa”, a Espert, el asesor de narcos, pasando por la estafa libra y el 3% de Karina, la casta política ha mostrado la podredumbre de un régimen burgués que no puede dar nada a las masas y sólo busca cobrar por sus servicios a los verdaderos dueños del capital y garantizarles sus negocios.

Vamos camino a una nueva devaluación que significa una mayor confiscación de nuestros salarios y una aceleración de la pauperización de nuestras condiciones de vida. El amo imperialista ya exigió la reforma laboral y esto es lo que pretenden imponer las patronales, el gobierno, la oposición burguesa y sus aliados. Este nivel de ataque debe ser respondido con toda la fuerza de nuestra clase y sus métodos pasando por arriba a la burocracia y enfrentando a los empresarios en la producción.

Proponemos discutir en asambleas que de producirse una devaluación debemos plantear ¡ocupar todo! Ocupar los lugares de trabajo, las fábricas, las universidades, las dependencias ministeriales y hacer un paro general de hecho que prepare las condiciones para la huelga general para tirar a Milei e imponer un gobierno obrero.

Tenemos que ser audaces en modificar y radicalizar los métodos de lucha. Venimos de dos años de resistencia al ajuste de Milei, nuestra lucha hizo que no fuéramos derrotados y debilitó al gobierno, pero la oposición burguesa ha logrado desviar la pelea llevando nuestras demandas a los mecanismos parlamentarios. Allí se contuvo temporalmente la disposición a la lucha, con estériles resultados.

Debemos abrir un debate sobre porqué hay que romper con la legalidad burguesa y su envoltura democrática, que nos permita demostrar que los trabajadores podemos dirigir y acaudillar los destinos de una nación en crisis, romper con el imperialismo y destruir al Estado burgués para imponer el gobierno obrero.

 

 

Lunes, 06 Octubre 2025 09:03

Impulsamos la Lista 5 Fuerza Colectiva

Elecciones SUTE Mendoza

Este martes 7 de octubre serán las elecciones a secretariado provincial y seccionales del SUTE, sindicato de trabajadores de la educación de Mendoza, integrante de CTERA. Los docentes de la COR como parte de la Lista Roja, impulsamos la Lista 5 Fuerza Colectiva. Este frente es el resultado de una larga experiencia de conformación de una oposición antiburocrática, fundada en la independencia de clase y la intervención en común en los procesos de lucha en las calles, de los debates en las escuelas y en los plenarios contra las reformas laborales y la motosierra salarial y de ofensiva sobre las condiciones de trabajo que llevó a cabo el peluca Cornejo con la colaboración de la burocracia que dirige el SUTE desde 2022.

 

La Lista Roja junto a las agrupaciones Malva, Tribuna Docente, Cople, Alternativa Docente y compañeras/os independientes, en su mayoría delegados escolares, venimos dando batalla a la burocracia Azul Naranja y Celeste. Desde la Lista Roja aportamos una quincena de candidatos al secretariado provincial y en cuatro seccionales, encabezando en Capital y Las Heras.

 

El Frente Fuerza Colectiva no es un acuerdo electoral, sino el resultado de una experiencia de más de dos años de unidad de acción y de los debates de balance de la experiencia del FURS (frente multicolor que dirigió el SUTE entre 2019 y 2022) que nos permitieron avanzar en una discusión programática y en el ejercicio de una oposición con libertad de tendencias en base a la delimitación política respecto del Estado y los intereses patronales. Con esta cohesión salimos a recorrer cientos de escuelas en la provincia, planteando no sólo las reivindicaciones salariales, de condiciones de trabajo y previsionales del sector. Hicimos hincapié en la necesidad de avanzar en una nueva relación del sindicato con la base, plasmada en una propuesta de reforma del estatuto sindical que ataque la injerencia del Estado en la organización sindical y la democratice, para así recuperar la confianza de los trabajadores en la acción y organización colectiva independiente.

 

En este proceso, la agrupación 9 de abril que integra el PTS, decidió dar un paso al costado. Su planteo de un frente “lo más amplio posible”, sin delimitación de clase alguna, fue el justificativo para acordar con la agrupación ADE, de militancia peronista, y dividir el frente de agrupaciones de izquierda. Entendemos que esta decisión no sólo responde a las diferencias que tenemos respecto al balance autocomplaciente que tiene el PTS de su experiencia en el FURS. Un punto de inflexión fue su decisión partidaria de apoyar “incondicionalmente” a Cristina en su condena y así dirigirse políticamente hacia el kirchnerismo al que validan como aliado frente a la clase trabajadora. Es dentro de esta orientación que se entiende que priorizaran un acuerdo electoral que presentaron como Lista 1 CREO llevando entre sus candidatos a reconocidas militantes y dirigentes del PJ de los departamentos. Llamamos a las y los compañeros que se reivindican de izquierda dentro de ese frente, a sumarse a la construcción de una oposición sindical con independencia de clase e impulsar Fuerza Colectiva.

 

La burocracia peronista entrega en bandeja el SUTE a Cornejo

La burocracia Azul Naranja cerró filas con la vieja Celeste para tratar de retener la conducción del sindicato, en un bloque burocrático que dirige Gustavo Correa, representante de la mesa sindical Kicillof 2027 en Mendoza. La profunda crisis del peronismo mendocino se expresa en la fragmentación de sus tendencias, entre la lista 11 del oficialismo unificado, y por otro lados sus viejos aliados (lista 10 Ámbar Verde, lista 8 Púrpura y la lista 16 Azul y Blanca que contienen incluso a representantes del gobierno provincial).

 

La disputa de estas expresiones burocráticas da cuenta de la profunda crisis del peronismo en Mendoza, y la desesperación por enquistarse en el SUTE como estructura y caja significativa de recursos para financiar su tabla salvavidas de cara al 2027. La abierta colaboración de la burocracia Azul Naranja Celeste con las reformas laborales, la destrucción del salario y las ofensivas antisindicales que impuso Cornejo han generado un enorme descontento en las escuelas, que se ha expresado en una desafiliación significativa desde 2022. Para impedir que ese descontento se exprese en las urnas, la burocracia no solo ha recurrido a sus maniobras habituales de obstaculización del voto y la fiscalización. Ha coronado un largo prontuario de colaboración con el gobierno del peluca Cornejo pactando en sede judicial la limitación extrema de las posibilidades de fiscalización de la oposición, sentando un precedente inédito de aval de una dirigencia sindical a la injerencia abierta de la patronal en la vida sindical.

 

La descomposición del semi estado argentino pudre también a las organizaciones obreras, estatizadas por el peronismo. Este acuerdo de la burocracia de Gustavo Correa con Cornejo, sella un pacto entre la burocracia del 3% para el aparato y el plan motosierra de Cornejo sobre el estatuto, las paritarias y la organización de los trabajadores. Anticipa los enormes desafíos que enfrentaremos los trabajadores ante la debacle de la aventura libertaria a la que se ató el gobierno provincial.

 

La tarea de organizar al activismo que viene haciendo su experiencia en la lucha contra el gobierno de Milei, de Cornejo y la burocracia colaboracionista, sólo la puede asumir una oposición con independencia de clase. Con esa convicción impulsamos el Frente Fuerza Colectiva en estas elecciones, y lo seguiremos fortaleciendo después del 7/10, nucleando compañeros en toda la provincia para estas batallas, hasta echar a la burocracia del SUTE y recuperar todo lo que perdimos. Y es con esta perspectiva que daremos la discusión para generalizar esta experiencia de cara a la disputa por la recuperación de CTERA.

 

Sábado, 04 Octubre 2025 13:48

La descomposición avanza

Estamos presenciando la descomposición del semi Estado argentino, sus instituciones y su forma de dominación. En franca debacle, al gobierno de Milei ahora sólo le queda esperar un salvavidas del imperialismo norteamericano para sobrevivir a una nueva crisis, buscando una alianza gubernamental con Macri para intentar llegar a 2027… una eternidad.

De la “abogada exitosa”, Cristina, al asesor de narcos, Espert, pasando por la estafa Libra y el 3% de Karina, la casta política ha mostrado la podredumbre de un régimen burgués que no puede dar nada a las masas y sólo busca cobrar por sus servicios y garantizarles sus negocios a los verdaderos dueños del capital.

Lo único que tienen para ofrecernos es el voto como medio para supuestamente castigar a los gobernantes de forma pasiva y como “ciudadanos”. Pero en realidad esto es un problema de clase que no se resuelve en las elecciones. Se trata de un antagonismo irreconciliable entre el proletariado y una clase parásita y explotadora como es la burguesía.

Desde que asumió estamos enfrentando a Milei en las calles y en las luchas obreras, pero no es sólo a Milei sino a todos sus cómplices. Ahora que el gobierno entró en crisis muchos intentan bajarse de un barco que se hunde y se quieren hacer los combativos sólo para desviar las luchas y que no tomen un cauce revolucionario. Ahí están el PJ, la burocracia sindical de la CGT, CTAs llamándonos a votar a nuestros verdugos y negociando la reforma laboral. Tenemos que echarlos y tirar por los aires su idea de reconstruir el peronismo, formando oposiciones sindicales revolucionarias con independencia del Estado, libertad de tendencias en su interior y con un programa de transición que ataque a la burguesía en la producción. Imponiendo, por ejemplo, el control obrero de las ramas de la economía y mostrando el poder de nuestra clase. 

No hay salida a esta crisis si no interviene el proletariado de forma independiente con sus métodos y organización. Tenemos que imponer asambleas en los lugares de trabajo, votando paro general para preparar las condiciones de una acción revolucionaria.

Por eso es muy peligrosa la política de confusión que llevan adelante el FIT-U y otros grupos trotskistas de levantar la consigna “luche y vote”, sembrando expectativas en el parlamento. Cada pedazo del régimen que se pudre deja más en evidencia la impotencia de esta política. No hay que seguir la agenda parlamentaria a la que nos quieren llevar, que diluye a nuestra lucha en los pasillos de un Congreso que está discutiendo cuál es el recambio de Milei o cómo disciplinarlo y es totalmente ajeno a las necesidades de los trabajadores.

 

Tirar abajo a Milei se inscribe en una pelea internacional

Nuestra clase, especialmente sectores de la juventud trabajadora, está protagonizando luchas muy importantes en el mundo en contra de los ajustes de los gobiernos de turno y siendo vanguardia en la lucha en contra del genocidio en Gaza. Está volviendo a poner bien en alto los métodos de la clase, por ejemplo, en Italia con la huelga general y la idea de bloquear todo. Vuelven los métodos de ocupaciones, corte de calles y acciones radicalizadas contra los gobiernos que nos quieren llevar a una nueva guerra y ajustan para preparar su economía a una economía de guerra. Milei nos está arrastrando a esta catástrofe de la mano de Trump y Netanyahu. Somos parte de las luchas que se están dando a nivel mundial, debemos reforzar nuestras batallas, tirar abajo a Milei y poner en pie un gobierno obrero.

Sábado, 04 Octubre 2025 12:42

Huelgas y movilizaciones masivas en Europa

En el marco de la profundización de las tendencias a una guerra generalizada, con un genocidio en curso en Palestina, y en medio de una crisis económica, Europa se convierte en un epicentro de la lucha de clases internacional. Si bien hay luchas en todos los continentes, el peso político de la Europa imperialista y sus conexiones con distintas ex colonias y semicolonias en el resto del mundo, hace que su crisis magnifique las tendencias decadentes del imperialismo. Hacemos un recorrido sobre los principales acontecimientos de la semana del 30/9 al 4/10.

Grecia

Los sindicatos griegos convocaron a la huelga el martes 01/10 en contra de la reforma laboral impulsada por el conservador gobierno de Kyriakos Mitsotákis. Entre los principales puntos de la reforma se encuentra la extensión de la jornada laboral a 13 horas y de la semana laboral a 6 días.

Este brutal ataque a las conquistas obreras se viene dando desde hace años, pero con la profundización de la crisis económica, la burguesía aumenta la intensidad de los embates para dejarlo cristalizado en leyes. Grecia ha sido uno de los laboratorios para probar estas reformas, que se plantean en todo el mundo. De hecho, es uno de los mercados laborales más flexibles de Europa. Ya desde julio de 2024, los trabajadores de la industria, el comercio minorista, la agricultura y algunos servicios están obligados a trabajar seis días a la semana si su empleador lo exige. La jornada laboral de 13 horas también debería ser voluntaria, asegura la ministra de Trabajo, pero ya sabemos de la “libertad” que nos ofrece el capitalismo para elegir entre aumentar la intensidad de nuestra explotación o morir de hambre.

Otro elemento que impulsa las luchas es la reivindicación de justicia por la masacre Ferroviaria de Tempe, donde murieron 57 personas, el 28 de febrero de 2023. El choque de trenes es la expresión de la decadencia de la infraestructura y de las condiciones de trabajo producto de los brutales ajustes orquestados por el FMI, el BCE y la Comisión Europea que comenzó a implementar el gobierno de Syriza, en su momento considerado por el centrismo trotskista como un “gobierno de trabajadores” o “de izquierda”, y que se siguen profundizando al día de hoy.  

A este malestar social se suman las acciones obreras contra el genocidio en Gaza, especialmente los bloqueos en el puerto del Pireo, pero también en todo el país, acompañado de enormes movilizaciones. Mitsotákis es uno de los principales aliados de Netanyahu en Europa, con lo cual luchar contra el genocidio implica enfrentar a su gobierno. La clase obrera griega juega un papel importante en la tarea de la lucha contra el genocidio, considerando que la única salida progresiva será de la mano de una dirección obrera y socialista.

 

Francia

En el marco de las jornadas de protesta organizadas contra el ajuste de Emmanuel Macron y compañía, el 02/10 se realizó una nueva jornada de huelga convocada por la intersindical, con más de 250 movilizaciones en todo el país. Sin duda, tanto el gobierno como la burocracia intentan canalizar el descontento a través de los marcos institucionales y apelan a negociaciones para imponer el ajuste a la clase obrera. La principal preocupación de la burguesía imperialista francesa es la explosión social.

Los sectores de izquierda que intervienen en las luchas sindicales denunciaron a la burocracia por convocar a jornadas de huelgas aisladas, para descomprimir y así enfriar los ánimos, evitando desarrollar un plan de lucha más radicalizado. Por eso insistimos en la imperiosa necesidad de construir una minoría revolucionario en el movimiento de lucha y, principalmente, en los sindicatos para organizar a la vanguardia alrededor de un programa de transición que no sólo desorganice la economía burguesa, sino que avance en organizar las fuerzas del proletariado para dirigir.

Italia

Luego de la imponente huelga del 22 de septiembre, en la que toda Italia fue escenario de huelgas y movilizaciones en solidaridad con Palestina y contra el gobierno de Giorgia Meloni, el pasado 3/10 hubo una nueva jornada de huelga masiva a la que se agregó el pedido de liberación de los tripulantes de la Global Sumud Flotilla. Así como el gobierno griego, Meloni es otro de los apoyos políticos del imperialismo yanki y su enclave israelí y es cómplice del genocidio. Tal como sucede en los países vecinos, el gobierno está desplegando planes de ajuste y ataques directos contra la clase obrera.

Es notable el desarrollo del activismo sindical desde las federaciones que organizan al llamado sindicalismo de base, de décadas de tradición en Italia (USB, SI-COBAS,CUB, entre otras organizaciones), que cuestionan a la burocracia de la central propatronal de la UIL y, principalmente, de la conciliadora CGIL imponiendo acciones que van más allá de sus planes. El desafío es empezar a forjar una dirección revolucionaria a partir del activismo obrero que está surgiendo. A las propuestas de coordinación de los distintos sindicatos de base podemos sumar la pelear por imponer un Congreso de delegados de base con mandato para ir a una Central Única y sindicatos únicos por rama para superar las divisiones que quiere imponer la burocracia y disputarle la dirección de forma unificada.

 

La necesidad de partido revolucionario

Estas luchas de las que venimos dando cuenta, que sólo son algunas de las que se desarrollan a lo largo y ancho el continente europeo, expresan que la fuerza de la clase obrera se está haciendo notar. El siguiente paso pasa por superar las reivindicaciones meramente sindicales o democráticas, sin duda contenidas en el programa, para desarrollar un programa de transición para que la clase obrera empiece a tomar en sus manos las tareas preparatorias para su dictadura de clase, que burlará las fronteras nacionales y se desplegará internacionalmente para darle forma en una Federación de Repúblicas Socialistas de Europa. En ese sentido, planteamos la necesidad de establecer la injerencia del Estado obrero en la sociedad capitalista. Creemos que la construcción de un partido revolucionario, como sección de la IV Internacional, se debe realizar a partir de estos núcleos de vanguardia obrera que se desarrollen en la pelea por este programa en los lugares de trabajo.

Ante la magnitud de la crisis y la aceleración de los preparativos guerreristas, conscientes de las consecuencias que esto implica para nuestra clase, se torna urgente el llamado a una Conferencia Internacional hacia las corrientes que aún levantan la necesidad de la dictadura del proletariado y por la reconstrucción de la IV Internacional.

Hagamos una gran campaña con acciones y movilizaciones, como se están haciendo en todo el mundo, para la liberación de los detenidos y para derrotar al imperialismo y su enclave en Medio Oriente.

Detengamos el genocidio con las fuerzas de nuestra clase

El 2 de octubre la flotilla que viajaba con ayuda humanitaria para Gaza fue interceptada por el ejército israelí y fueron detenidos todos los tripulantes, activistas y dirigentes políticos de distintos puntos de planeta que eran parte de la solidaridad internacional de un movimiento de masas que pelea en contra del genocidio de los palestinos.

Esta acción de llevar ayuda humanitaria se suma a las manifestaciones en las principales ciudades del mundo contra el genocidio, donde se han intensificado las acciones contra las empresas de armamentos y el envío de cargamentos militares. Un rol destacado lo vienen jugando los portuarios. Durante el último mes los portuarios del mediterráneo han bloqueado el transporte de armamentos en Fos-sur-Mer (Francia), en Génova (Italia) y en El Pireo (Grecia), que se suman a otras acciones de portuarios en Alemania, Suecia, Chile, Sudáfrica, etc. Estas luchas coinciden con peleas reivindicativas y procesos de organización sindical y accionan contra la voluntad de las burocracias sindicales. En los últimos días ha irrumpido el proletariado italiano con dos huelgas generales que paralizaron en país en defensa del pueblo palestino.

Una pequeña muestra de que la clase obrera internacional es la fuerza capaz detener el genocidio. Se vuelve urgente la construcción de una dirección revolucionaria internacional, que oriente nuestras fuerzas hacia la destrucción del enclave israelí, el enfrentamiento con las burguesías regionales y la lucha por una Federación de Repúblicas Socialistas de Medio Oriente y el Magreb.

En Argentina tenemos que imponer una huelga general para derrotar a Milei, aliado de Trump y Netanyahu, sumándonos al proletariado mundial que comienza a cuestionar la política guerrerista del imperialismo y a enfrentar a sus gobiernos de turno que nos están llevando a una nueva guerra.

Debates internacionales

 

Presentamos un artículo redactado por, Pecora Rossa, un camarada trotskista de Nápoles, con quien hemos comenzado discusiones en la perspectiva de acercar posiciones programáticas en la lucha por la reconstrucción de la IV Internacional.

Ver nota en italiano

 

***

¡El movimiento por Palestina supera las barreras de las burocracias sindicales!

¡Poderosas manifestaciones de trabajadores y estudiantes en toda Italia!

El reaccionario gobierno de la derecha italiana, liderado por Giorgia Meloni (admiradora, correspondida, de Trump y Milei), lleva tiempo mostrando el duro y feroz rostro de un régimen represivo que va desde los decretos de seguridad hasta los antiinmigración, desde el ataque al derecho de huelga hasta el apoyo político, económico y militar al ilegítimo Estado terrorista de Israel. Y es aquí donde el sindicalismo italiano, especialmente la CGIL, tendría la oportunidad de desempeñar un papel protagonista en la oposición al gobierno de los patrones y los banqueros, y al genocidio, un papel para el que, como siempre, parece no estar a la altura.

Porque, a pesar de todas las amenazas, los insultos, las convocatorias a servicio de huelguistas y las medidas represivas de Meloni, Salvini y los demás secuaces del Gobierno, la movilización sigue creciendo y la jornada de huelga y movilización por Gaza (en la que, precisamente, la CGIL estuvo ausente) del 22 de septiembre nos ha ofrecido un clara demostración.

 

Todas las ciudades en pie de guerra por Palestina

La huelga general, convocada por los sindicatos de base, que se une a la realidad palestina en movilización permanente, contó con manifestaciones y acciones en más de 80 ciudades italianas, la interrupción de los servicios en varios sectores, entre ellos las escuelas, las universidades y el transporte. Se calcula que prácticamente un millón de personas bloquearon plazas y autopistas, puertos y estaciones, en una jornada que marcó un cambio de tendencia con respecto a la desmoralización de los últimos años. Y otra señal muy importante fue la solidaridad de aquellos ciudadanos que, a pesar de los inconvenientes causadas por los atascos en las carreteras cercanas a los bloqueos, aplaudieron a los manifestantes e incluso levantaron carteles improvisados para expresar su solidaridad con ellos y con los martirizados habitantes de Gaza y Cisjordania. Como contrapeso a esta aprobación, la clase política patronal y prosionista de siempre, con sus medios de comunicación del régimen, tuvo que centrarse en la autodefensa de los manifestantes frente a las porras, los gases lacrimógenos y los hidrantes de las fuerzas del orden, como en la estación de Milán o en la circunvalación de Bolonia.

Así, las declaraciones de los políticos y los titulares de los periódicos y los telediarios creyeron, estúpidamente, que podían restar importancia a las gigantescas manifestaciones de Roma (100.000 personas, circunvalación bloqueada también allí y facultad de Letras de la Sapienza ocupada), las mismas manifestaciones impresionantes de Milán y Bolonia, las de Nápoles, Pisa y Turín (con la ocupación de las vías en las estaciones centrales), los bloqueos de carreteras en Florencia, Cagliari, Bari y Palermo. Aún más significativos fueron los bloqueos en los puertos, a menudo protagonizados por los propios trabajadores portuarios, por los que transitan los barcos de la muerte cargados de armamento y tecnología militar para el genocidio sionista. Bloqueos, algunos de los cuales duraron más de un día, que afectaron tanto a la ruta del Tirreno (Génova, Livorno, Salerno) como a la del Adriático (Venecia, Rávena, Ancona, Tarento). El transporte público se detuvo, en diferentes franjas horarias, prácticamente en todas partes. En algunos casos, incluso los taxis, los teatros y los comercios se sumaron a la jornada de movilización. Por supuesto, estuvieron presentes muchos trabajadores de la sanidad, con el lema autoorganizado «Sanitari per Gaza» (Sanitarios por Gaza), y muchos docentes, que a menudo acudieron a la plaza con sus alumnos.

 

Sobre el papel de la CGIL y las banderas de la paz de Landini: timidez y ambigüedad sobre el holocausto de los palestinos

Pero pasemos ahora a las notas dolorosas: la ausencia y la completa irrelevancia de la que, en números, es la mayor organización de la clase obrera, sin duda la mayor organización sindical italiana, la CGIL. Una irrelevancia fruto de una historia reciente salpicada de errores más graves de lo habitual.

Como buen burócrata, oportunista y reformista, su secretario, Maurizio Landini, en nombre de las instituciones democráticas, acudió al último Congreso de la CGIL (2023) para invitar a la primera ministra, que entretanto ya había comenzado su labor de masacre social, a pronunciar un discurso ante la audiencia del congreso. Meloni no dejó pasar la oportunidad de hablar de unidad nacional y paz social, del bien de la «nación» y del espíritu de comunión, entre el silencio atónito de la mayoría de la CGIL y los himnos partisanos de la minoría de ese sindicato, que, sin embargo, no encontró nada mejor que hacer que cantar el «bella ciao». No hubo ninguna protesta real organizada ni en el Congreso (que simplemente había que bloquear para impedir que interviniera una verdugo de los trabajadores) ni en los lugares de trabajo. Obviamente, al día siguiente de esa cita, la mayoría del Gobierno volvió a golpear con sus medidas legislativas a la clase trabajadora.

La elección de Trump y la política de aranceles con la que ha intensificado la guerra comercial contra el mundo entero ha sembrado el pánico entre los gobernantes burgueses y esa izquierda reformista que «no la vio venir» (al igual que gran parte de la izquierda centrista no vio venir la guerra, cuya posibilidad se negó hasta el último momento).

Aún más grave es la actitud que la CGIL sigue manteniendo ante el genocidio en Palestina. Algunas declaraciones televisivas, unas horas de huelga con miserables piquetes que no tienen nada que ver con el movimiento pro Gaza y alguna bandera de la paz descolorida junto a la palestina. Eso es todo. Pero un sindicato con 5 millones de afiliados tendría el deber de movilizar a sus trabajadores contra el exterminio de más de 70.000 civiles (de los cuales más de la mitad son mujeres y menores) a manos del ocupante sionista (el enclave imperialista de Israel) de todas las formas posibles, bloqueando el tráfico de armas y el comercio tout court con un Estado genocida (que por su crueldad es en todo comparable a la Alemania nazi), e incluso bloqueando la producción, recurriendo a una huelga política seria y prolongada, tan justificada como nunca.

Nunca se han escatimado críticas a los sindicatos de base, a menudo burocráticos y sectarios, pero no hay ni una sola sigla del sindicalismo de base que no haya puesto en marcha iniciativas de lucha contra el sistema político, mediático e industrial cómplice de los sionistas asesinos. Los trabajadores de la CGIL solo tienen una forma de recuperar el terreno perdido: luchar sin descanso contra su propia dirección, desobedecer sus instrucciones contratias a la convocatoria de huelgas y la participación en ellas, aprovechar la ocasión de estos días de indignación general para abandonar definitivamente la alianza orgánica con la UIL y con el sindicato carnero progubernamental (y propatronal) de la CISL (ambos reacios a proclamar ni siquiera una hora de huelga por las masacres, el hambre, la destrucción y la ocupación de Palestina), aprovechando la participación de la mayoría de los sindicatos autónomos y de base para intentar aliarse con ellos en la construcción de plataformas de trabajo combativo.

 

Entre rivalidades y límites, los sindicatos de base toman la escena

Hay que reconocer, en cambio, que esos sindicatos de base, USB, CUB, SGB, AdL y SI Cobas, han puesto todo su corazón en superar el obstáculo (el obstáculo, en primer lugar, de sus divisiones y rivalidades). Hay que reconocer que han comprendido la urgencia y la gravedad del momento y se han esforzado para que no se produjera el habitual momento ritual en la plaza que habría decepcionado las expectativas de una enorme masa de palestinos de Italia, estudiantes y trabajadores, propios y ajenos.

Ya hemos hablado de los métodos de lucha. Por lo demás, la plataforma política era clara y ya estaba contenida en el nombre de la movilización: ¡BLOQUEEMOS TODO! Un llamamiento que partió del Colectivo Autónomo de Trabajadores Portuarios (Collettivo Autonomo Lavoratori Portuali, CALP) de Génova, que luego dio la vuelta a Italia y llegó a las plazas el 22 de septiembre. Bloquear toda actividad para: aislar a Israel; dejar de alimentar a sus asesinos de las IDF (Israel Defense Forces, Fuerzas de Defensa de Israel); defender a la Flotilla Global Sumud y a la Coalición Flotilla de la Libertad, las embarcaciones de voluntarios internacionales que navegan contra el atroz asedio de las costas palestinas; romper toda relación comercial, diplomática y de colaboración de cualquier tipo con un Estado ocupante que ha utilizado todas las formas de matanzas y terrorismo (bombardeando escuelas, hospitales y ambulancias, matando a trabajadores humanitarios y periodistas, quemando vivas a familias en las tiendas de los campos de refugiados, desplazando diariamente, matando de hambre y sed a toda la población y utilizando francotiradores contra los palestinos que hacen cola para recibir comida, favoreciendo la propagación de epidemias, y la lista podría continuar durante mucho tiempo).

Pero el mérito de haber permitido la existencia de un movimiento que ahora es mundial recae sin duda en la heroica Resistencia palestina, que tras dos años de abusos de todo tipo sigue muy viva, y en todo ese pueblo, que se ha convertido en la expresión de la adopción de la cuestión de una guerra de clases declarada al proletariado internacional por el imperialismo y por ese sistema capitalista que ahora no es más que barbarie.

 

Las izquierdas reformistas y centristas a remolque de uno u otro bando

¿Y las organizaciones políticas de izquierda? Lamentablemente, el panorama desde este punto de vista es desalentador.

Las izquierdas reformistas, ahora huérfanas de un cuerpo militante, están históricamente vinculadas a la mayoría de la CGIL y son incapaces de plantear cualquier discurso serio de oposición en su seno. La excepción es Potere al Popolo, tanto porque tiene un pequeño cuerpo militante como porque está orgánicamente vinculada al sindicato de base USB, pero también en este caso se trata de un pequeño partido que solo constituye un vagón del tren. La naturaleza reformista de esta fuerza política y aquella burocrática y vétero-estalinista de esa fuerza sindical impiden cualquier posibilidad de llevar adelante un programa revolucionario dentro de sus filas, ni siquiera en objetivos simples. Además, las izquierdas reformistas, en Italia como en todas partes, siguen vinculadas al fantasma de Fatah, que hoy en día ya no expresa una realidad que lucha por la liberación de Palestina, sino solo una autoridad estatal inerme, corrupta y colaboracionista con el ocupante.

Las izquierdas centristas no gozan de mejor salud. Ya sea que su matriz ideológica sea bordiguista o se autodenomine trotskista, muchas de ellas producen discursos en algunos casos sectarios y minoritarios y en otros, por el contrario, abstractos y esclerotizados, tanto sobre la intervención sindical como sobre la cuestión palestina. En cuanto a lo primero, se va desde la exaltación de los pequeños sindicatos duros y puros (que luego no son tan puros), con unas pocas decenas de miles o, como mucho, unos cientos de miles de trabajadores, hasta la intervención exclusivamente dentro del cadáver de la CGIL. Con la opción número uno se corre el riesgo de tener un papel importante en las plazas, como hemos visto, pero irrelevante en los lugares de trabajo, con la opción número dos se corre el riesgo de lo contrario. Los diversos grupos italianos que se remiten al trotskismo prefieren, en cualquier caso, este segundo tipo de intervención sindical, dentro del único sindicato realmente de masas, aunque en declive, y en particular en sus minorías de izquierda. Es una elección que sin duda sigue la práctica leninista, pero hay que tener en cuenta que tanto Lenin como Trotsky siempre invitaron a no seguir recetas y dogmas, sino a analizar la realidad concreta y extraer de ella el método más funcional para la lucha de clases efectiva. Ahora bien, que las plazas de la CGIL estén cada vez más vacías y que el intento de salir del paso con cuatro horas de huelga tres días antes de la de los sindicatos de base haya fracasado son hechos, el problema es que cuando han movido algo la cosa ha ido aún peor (ver Foto).

La pancarta exhibida por los metalúrgicos de la CGIL (FIOM) de Génova, que se considera una de los sectores más combativos de ese sindicato, fue una vergüenza absoluta, además de una completa idiotez. En primer lugar, porque Israel ES el imperialismo, es una entidad colonial cuyas estructuras organizativas, sociales y políticas son funcionales para el mantenimiento de la ocupación de esa tierra. Israel no es un Estado, sino un enclave de ocupación, por tanto no tiene clases nacionales, ni burguesía ni proletariado. Por lo tanto, no hay fuerza progresista en Israel que no esté involucrada en la ocupación, incluida su clase trabajadora, parte del proyecto colonial (y el genocidio). La Histadrut, el principal y histórico sindicato israelí, de matriz laborista, contiene la segregación racial como elemento fundamental de su existencia. Es decir, excluye sic et simpliciter a los trabajadores árabes por motivos étnicos, simplemente porque Israel se basa en la segregación o no es. Además, dado el amplio recurso a los reservistas por parte del sanguinario ejército israelí, es probable que muchos de esos trabajadores a los que se hace referencia de manera simplista, repitiendo fórmulas de manera abstracta, hayan participado casi todos en las diversas masacres de Gaza y tengan las manos manchadas de sangre como todos los demás. Los únicos aliados que tienen los palestinos dentro del enclave sionista, así como fuera de él, son los judíos antisionistas, es decir, aquellos que reniegan del Estado de Israel como máquina de muerte y opresión vinculada al imperialismo estadounidense y europeo. Todo esto parece no ser tenido demasiado en cuenta por la CGIL, que de hecho defiende la perspectiva de los dos Estados, y por aquellos bordiguistas o autodenominados trotskistas, a quienes a menudo no pertenece esa perspectiva, pero que liberan a ese sindicato de esa enorme responsabilidad.

 

Por una intervención sindical antiburocrática y revolucionaria

Una vez más, el 22 de septiembre, los trabajadores y las trabajadoras demostraron ser una fuerza sin igual. En un período de decadencia del bárbaro sistema capitalista desde todos los puntos de vista, es necesario impulsar aún más a la clase trabajadora y a sus vanguardias. Es cierto que la represión seguirá creciendo momento a momento, pero también crecerá toda forma de lucha contra las injusticias, de las que el genocidio en el enclave imperialista de Israel se erige en este momento como símbolo absoluto.

Pero es necesario que las fuerzas combativas de la clase proletaria dejen de luchar entre sí y se concentren en el enemigo. En la CGIL corremos el riesgo de encontrarnos ante una oposición interna puramente simbólica, desarrollada más en el papel que en las luchas reales, que serán las únicas capaces de cuestionar la línea de los dirigentes burocráticos. La voluntad, por ejemplo, de no apoyar realmente y propagar entre los trabajadores las huelgas del sindicalismo de base, con plataformas más avanzadas, es un defecto evidente en la estrategia que hace que esta forma de oposición sea funcional a la acción de las cúpulas, cuando no directamente un apéndice de ellas.

Pero los problemas de burocratización no eximen al sindicalismo de base, que, aunque en los últimos años ha dado pasos adelante, por ejemplo, proclamando huelgas unitarias (al menos en sus intenciones) y promoviendo jornadas como la del 22, sigue anclado en lógicas autorreferenciales, necesarias para mantener el control sobre sus afiliados. La mayoría de las huelgas siguen estando separadas y son objeto de boicots mutuos, que se suman a los de las huelgas de la CGIL. Para los militantes comunistas revolucionarios serios, la alternativa entre la intervención en la CGIL y la intervención en los sindicatos de base es estéril. La única solución es la construcción de una tendencia intersindical que promueva la unidad de los trabajadores combativos y antiburocráticos en la CGIL, en los sindicatos de base o incluso en los que carecen de representación sindical.

Luchamos por la formación de una corriente sindical clasista que rechace la conciliación como método, reúna a los elementos más combativos presentes en las distintas organizaciones sindicales y dé su contribución fundamental al enfrentamiento de clases, hasta la derrota de la patronal, del imperialismo y de sus Estados títeres como Israel.

 

Al lado de la Resistencia palestina y por una salida internacionalista y revolucionaria a la ocupación sionista/imperialista en Palestina

Yendo al meollo de la cuestión, el repugnante genocidio en Palestina, es necesaria una respuesta tan radical como la crueldad sionista. La masacre que está teniendo lugar en la Franja de Gaza por parte del Estado terrorista de Israel supone un salto cualitativo en la política de ocupación y limpieza étnica llevada a cabo desde 1948. La acción de las organizaciones palestinas de la Resistencia el 7 de octubre fue un golpe no sólo a Israel, sino a todo el imperialismo occidental en la región. Los marxistas revolucionarios defendemos el derecho de los oprimidos a defenderse con los medios a su alcance. El apoyo a la resistencia palestina, a menudo ausente en la izquierda centrista, e incluso a veces en algunas corrientes de inspiración trotskista, no nos impide recordar que la victoria del pueblo palestino depende de la transformación del conflicto actual en una revolución que conquiste una Palestina laica y socialista. Y dado que la política de guerra sionista corre cada vez más el riesgo de convertirse en un conflicto regional, y en parte ya lo es, con ataques en el Líbano, Yemen, Irak, Siria, Irán y Qatar, la perspectiva revolucionaria abarca hoy más que nunca todo Oriente Medio, hasta el norte de África.

 

  • Alto al genocidio en Gaza, a los asentamientos en Cisjordania, a la segregación de los árabes en la Palestina ocupada (Israel);
  • Cancelación inmediata y definitiva de cualquier relación de cualquier naturaleza con el enclave imperialista del Estado sionista terrorista;
  • Al lado de la resistencia palestina y de su heroica y secular batalla;
  • No confiar en el imperialismo occidental (incluida la ONU), cómplice de las masacres, ni en las clases dirigentes árabes, corruptas e impotentes. Por la derrota del sionismo y del imperialismo y la movilización de las masas árabes contra sus gobiernos reaccionarios;
  • Ninguna fuerza internacional ocupando territorio palestino;
  • Por el regreso de todos los refugiados palestinos obligados a la diáspora desde 1948 hasta hoy;
  • Por la destrucción del Estado sionista y por los derechos democráticos del pueblo judío en Palestina como minoría nacional;
  • Por una Palestina unida, laica y socialista en una federación socialista de Oriente Medio y el norte de África;
  • ¡Palestina libre desde el río Jordán hasta el mar!

 

 

Pecora Rossa

 

Página 1 de 46

Please publish modules in offcanvas position.