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"Ficha Limpia” dejó al desnudo el juego sucio de la política burguesa

Sábado, 17 Mayo 2025 18:05

Por Tania, desde Misiones

El hipócrita, el “mandamás” y la contradicción flagrante

Lo que pasó con Ficha Limpia merecería estar en algún registro de casos insólitos: dos senadores, con cuyos votos la ley obtendría la sanción, se dieron vuelta a último momento e hicieron que el proyecto cayera por un voto. Los misioneros Arce y Rojas Decut pertenecen al espacio político comandado por Carlos Rovira, actual diputado provincial y fundador del Frente Renovador de la Concordia Social –comúnmente llamado Renovación–, cuyos diputados nacionales habían votado a favor de la ley en su primera escala en el Congreso.

Pero allí no termina el estupor. Según informa La Nación, ante su tropa, esto es, diputados y funcionarios que se reúnen habitualmente antes de la sesión en la Legislatura misionera, Rovira admitió que la orden de cambiar el voto provino del propio Javier Milei. El Presidente, en tanto, desautorizó la versión mostrando a una periodista que no tenía el contacto de Rovira en el celular.

La situación y las declaraciones posteriores constituirían un caso de “disonancia cognitiva” como les gusta decir a algunos psicólogos, si no fuera porque desde el principio el proyecto Ficha Limpia fue una absoluta farsa.

El dirigente del espacio político que lo impulsó (el PRO), Mauricio Macri, tomó un préstamo con el FMI en forma irregular y sostuvo acuerdos espúreos con Calcaterra, y acciones similares empañan a todos los demás partidos patronales que se dividieron entre el apoyo y el rechazo a la iniciativa: Lázaro Báez, bolsos de López, vacunatorio VIP, venta de candidaturas, $Libra, pañales del PAMI, Ninguno de los que estuvo en funciones de gobierno está a salvo, porque la corrupción es parte intrínseca de las jugadas realizadas por los capitalistas, entre las cuales participan como peones los administradores del Estado.

El PRO pretendió ganar iniciativa política con la presentación del proyecto, defendiendo supuestamente la honestidad y transparencia de cara a las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. El relato “anticasta” de La Libertad Avanza lo obligó a apoyar formalmente el proyecto, para hacerlo caer en el momento decisivo y así obtener una ventaja en un posible enfrentamiento con CFK. Algunos hablan incluso de un pacto con CFK, para dejar mal parado a Macri en esta coyuntura electoral, algo que surgió como versión ya desde el año pasado. La Renovación, por su parte, siguió fiel a su naturaleza camaleónica, que en esta etapa lo convirtió en el mejor aliado de los libertarios. Lo cierto es que nada de lo relatado tiene que ver con la honestidad y la transparencia: todo es rosca y especulación extrema.

Y mientras estas intrigas palaciegas se destapan y largan su característico olor a podrido, los trabajadores seguimos corriendo la coneja para llegar a fin de mes, haciendo malabares para pagar las deudas acumuladas (que a esta altura se han convertido en deudas para pagar otras deudas), buscando ingresos extras por fuera de la formalidad, mirando los números ficticios de la inflación sin poder comprender de dónde salen.

El hipócrita

Aunque quiera mostrar lo contrario, el discurso y la acción de Milei y La Libertad Avanza están llenas de hipocresía. El discurso “anticasta” se quedó en lo meramente declarativo. Sus acciones se orientaron a mantener todas las castas provinciales para ganar votaciones en el Congreso y poner en marcha el plan de ataque al nivel salarial, a las condiciones laborales y a la calidad de vida general de los trabajadores, junto con una mayor subordinación del país al imperialismo norteamericano y aliados. Este plan se ejecutó a través de un ajuste brutal a los trabajadores del Estado que no sólo sufrieron rebajas salariales históricas sino también despidos, y una reforma laboral que blanqueó todos los abusos que ya se cometían previamente. Los trabajadores privados no estuvieron exentos de las consecuencias de esta guerra contra la clase obrera, y el supuesto Estado que no debía intervenir, intervino cada vez que pudo para impedir la recomposición del salario (al no homologar las paritarias). El Estado, además, intervino con todas las armas que tuvo para impedir un aumento de los haberes jubilatorios (vetando las leyes aprobadas y mandando a gasear y golpear a los viejos).

Milei mintió cuando dijo que el ajuste se descargaría sobre la casta, mintió cuando dijo que quemaría el Banco Central, mintió cuando dijo que los salarios volarían en dólares, mintió cuando dijo que nunca recurriríamos al FMI porque era expresión del fracaso.

Hoy estamos en el marco de un acuerdo multimilmillonario con el organismo financiero que se suma al que heredamos de Macri y ata de manos el rumbo económico a través de los monitoreos, y el Gobierno enfrenta la suba de aranceles del gobierno proteccionista de Trump, a quien le lame el trasero como dijo el gringo, eliminando gran parte de los aranceles de importación.

Es difícil creerle ahora que Ficha Limpia es una prioridad de su política.

El “mandamás”

Este fue el sustantivo usado tanto por el diario Clarín como por el diario La Nación para calificar a Carlos Eduardo Rovira, delfín de Puerta y creador del Frente Renovador, cuyos idearios políticos son tan flexibles que le permiten congraciarse con todos los oficialismos que pasen por la Casa Rosada. Desde un origen peronista, Rovira construyó la Renovación cooptando a los radicales que gobernaban intendencias en la provincia, y ante la imposibilidad de una re-reelección, estableció una Ley de Lemas que contribuyó a una hegemonía casi indiscutible. No hubo una sola elección a Gobernador que no haya ganado, aunque no fue él quien ocupó la Rosadita en cada caso. Hoy su pariente político Hugo Pasalacqua es el designado por el líder para desempeñar ese papel, pero todos saben quién maneja los hilos de la provincia.

Cuando asumió Cristina, Rovira se pintó como un kirchnerista de la primera hora e inventó un relato que lo unía a Nestor y a Cristina desde el origen de los tiempos. Cuando asumió Macri, se fue con Macri, lo mismo con Alberto, y cuando asumió Milei, inventó otro relato que lo mostraba juntos en Posadas en una supuesta reunión secreta dos años antes de la sorpresa electoral.

Durante todo el gobierno de La Libertad Avanza, la Renovación fue su más fiel aliado: le votó todas las leyes, en forma unánime, incluso la que no salió, la designación de los jueces Lijo y García Mansilla, e incluso el veto a la Ley Universitaria, a pesar de que se había comprometido con la Rectora de la UnaM, Alicia Bohrem, a apoyar este pedido. La Rectora se limitó a emitir un comunicado donde solo se lamenta, pero no repudia el voto de los legisladores misioneros.

Así que el voto en contra Ficha Limpia sería la excepción si realmente fuera realizado en contra de la voluntad de Milei, como el presidente intenta vender. Rovira no ventiló públicamente su supuesta conversación con el mandatario nacional, pero su amanuense Adolfo Safrán, ministro de Hacienda, declaró en Twitter que el voto respondió a la necesidad de dar gobernabilidad a LLA y anular la operación del PRO. El argumento de que fue para evitar las proscripciones políticas es difícil de creer.

La contradicción flagrante

A pesar de lo obvias que son las contradicciones en que incurren todos estos personajes, hay tres partidos libertarios en Misiones que se presentarán en las próximas elecciones del 8 de junio y que se muestran como “opositores” a la Renovación La Libertad Avanza (con la bendición de Karina Milei y Lule Menem), el Partido Libertario (de los radicales con peluca que abandonaron la UCR) y el Partido por la Vida y los Valores (con la primera figura de Ramón Amarilla, el policía retirado que dirigió el acampe policial de mayo del año pasado). Todos esos partidos están cruzados por denuncias: el oficial por pedir un diezmo “obligatorio” a sus afiliados, el radical devenido mileísta porque sus candidatos siguen sentados en las bancas que pertenecen al partido de origen, y el de Amarilla porque uno de los candidatos fue bajado por la apoderada, por supuesta orden de la Renovación. Más juego sucio no puede haber.

A pesar de estas opciones, al Gobierno Nacional le conviene que gane nuevamente la Renovación, porque incluso antes que el PRO, estuvo al pie del cañón todas las veces necesarias.

¿Qué podemos sacar “en limpio” los trabajadores?

Los trabajadores somos los convidados de piedra de este juego sucio superestructural. Mientras Rovira sonríe socarronamente –y lo propio hace Milei– al acordarse de los últimos sucesos, los jubilados misioneros se manifiestan todos los miércoles para reclamar por un aumento de sus míseros haberes, los docentes no sólo cobran una miseria (menos de la mitad de la canasta familiar), sino que además sufren descuentos y persecuciones judiciales, lo mismo pasa con los trabajadores de la salud que ahora están saliendo a denunciar condiciones de trabajo tan precarizadas que rozan la esclavitud y el quite del pago doble de las horas extras; los tareferos dependen de las variaciones que sufra la cosecha en el conflicto que tienen los productores con los molineros que rebajan a un mínimo insostenible el precio de la hoja verde.

Mientras los gobernantes de Nación y Provincia están “en el mismo lodo, todos manoseados”, lo que podemos sacar “en limpio” los trabajadores es que el Parlamento está cada vez descompuesto y que ni siquiera una presencia mayor de la izquierda podría darle un viso de legitimidad. En estas elecciones llamamos a no confiar en ninguno de los candidatos que representan a los patrones y sus intereses y a denunciar la farsa de la democracia burguesa que cada vez recorta más incluso los mismos derechos electorales.

Los trabajadores debemos organizarnos e impulsar asambleas y medidas de lucha en nuestros lugares de trabajo, superando a la burocracia que nos entrega, y más allá de las elecciones, debemos construir nuestro propio partido de los trabajadores, que también debe ser internacional.

 

 

 

 

 

 

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