En horas del mediodía de este martes 28 de mayo, la policía de Córdoba bajo órdenes del fiscal de Aragón allanó la sede de la seccional Río Cuarto de ATE y el domicilio del Secretario General del sindicato a nivel provincial, Federico Giuliani. Esto, luego de haber allanado el domicilio de los militantes de ATE Andrea Ferreyra y Carlos Rang la semana pasada en la misma ciudad. Y días después del despliegue represivo llevado a cabo por las fuerzas de seguridad contra la movilización para repudiar la presencia de Milei en la ciudad de Córdoba el 25 de Mayo, en el marco de la cuál se registraron 14 herido y fueron detenidas e imputadas las docentes Nora Reynoso y Huayra Luciana Morón. La Córdoba burguesa, que el 25 de Mayo celebró el pacto patronal entre Llaryora y Milei y la orientación abiertamente antiobrera de sus gobiernos, cuenta en la justicia cordobesa y la policía provincial con espadas que vienen utilizando para amedrentar a los luchadores, reprimir las luchas por salarios y contra los despidos y garantizar el plan de ataque dictado por el FMI.
El allanamiento de un local sindical es un hecho que escala el nivel de persecución contra nuestra clase, no lo podemos dejar pasar. El conjunto de las organizaciones obreras deben responder enérgicamente, no sólo pronunciándose en contra sino formulando un plan de lucha y un paro provincial para tirar abajo este plan nefasto que quieren imponer con represión. Es primordial organizarnos en las estructuras laborales, en las fábricas, en las escuelas y en las universidades para golpear a los capitalistas en la producción y desorganizar el aparato estatal. Impulsemos asambleas y un congreso de delegados de base con mandato para votar un programa obrero de salida a la crisis y organizar el paro provincial.
¡Fuera las manos del Estado y su justicia de nuestros sindicatos!
Desprocesamiento y/o absolución de los luchadores obreros y populares.
¡Paro provincial, ya!
COR - Regional Córdoba
En el año 2010, el entonces gobernador de Córdoba Juan Schiaretti buscó modificar la ley de educación provincial 8113, argumentando que la ley vigente había sido sancionada en 1991, previa a la reforma de la Constitución Nacional, y que debían adaptarse a los cambios sociales y económicos del actual momento. En el mismo sentido el peronismo cordobés, sostenía que debían articular esta modificatoria con la Ley de Educación Nacional 26.606 actualizando la educación a los nuevos tiempos.
El anteproyecto de reforma de la ley 8113, despertó el rechazo de miles de estudiantes y docentes de los niveles secundario, terciario y universitario que salimos a pelear contra la reforma. Tomamos facultades, institutos y escuelas, organizando marchas y piquetes.
La reforma, bancada por todo el arco burgués, los partidos patronales, incluida la iglesia y la burocracia sindical, pasó a fuerza de represión y encarcelamiento de varios activistas. Sostenían que la educación debía estar ligada a la producción, una utopía de una burguesía local ligada al capital imperialista que acusaba los primeros golpes de una crisis internacional (2008) que claramente la pagaría nuestra clase. Miles de obreros eran suspendidos y despedidos alrededor del mundo y Córdoba, no era la excepción.
Estos fueron algunos elementos del contexto de la reforma educativa que traía implícitamente una reforma laboral para someter a la docencia a la precariedad y a la flexibilización.
El peronismo cordobés, 15 años después reconoce el infortunio de la Reforma del 2010 y se dispone a pedido del Consejo Federal de Educación a reorientar el sistema educativo a los nuevos aires putrefactos de un sistema capitalista que tambalea. En su descomposición, desarrolla tendencias guerreristas que obligan a los países centrales a reconversiones industriales para un posible escenario de guerra generalizada.
En este panorama convulsionado, Milei profundiza su sumisión al FMI y al imperialismo yanqui mientras aplica la receta de la motosierra y los palos a jubilados, discapacitados, estatales y obreros industriales dejándonos a miles bajo la linea de la indigencia. Todo ello con la ayuda inestimable de la burocracia sindical - CGT y CTAs - y los gobernadores.
En esta línea, la continuidad genuflexa del gobierno de Llaryora y en consecuencia su Ministro de Educación, Horacio Ferreyra, se aventuran a TransFORMA@Córdoba. Un programa que apunta a resolver “las necesidades productivas, sociales, culturales, científicas y tecnológicas de cada comunidad” (Portal del Gobierno de la Provincia de Córdoba, 23/12/2024) y lo manifiesta en el Plan de desarrollo educativo provincial 2024-2027. En relación al Nivel Secundario y la Modalidad Técnica señala que si bien la tasa de matriculación aumentó, “las dificultades persistentes en el nivel no se corresponden con la edad esperada (18,8% tasa de sobreedad), así como la repitencia (6,4%) y los niveles de egreso efectivo en el tiempo esperado, implicando trayectorias escolares débiles o discontinuas”. Más adelante revela: “la intención de brindar a los y las estudiantes oportunidades educativas orientadas a los saberes que demanda la economía del conocimiento como desarrollo de software, biotecnología, entre otros”.
Estos son algunos de los argumentos del gobierno para hacer una des-centralización curricular para que cada escuela, bajo la mirada de supervisores y equipo directivo, tenga que resolver cambios de orientaciones y/o modalidades disponiendo de la planta docente a gusto y piacere. De público conocimiento es el caso deI IPETYM 246 Amadeo Sabattini en el que el director pretende juntar los avales del cambio de dos de sus orientaciones, a través de una consulta docente poco clara y con aprietes para aquellos menos desprevenidos.
A su vez el gobierno dio vía libre para que las instituciones educativas re-configuren las plantas orgánicas funcionales 2025. Tal es así que compañeras docentes de materias artísticas se encuentran dando matemática o inglés. Además, peligran los puestos de trabajo (precarios) de cientos de docentes de nivel primario en la Jornada Extendida, relacionada con las materias artísticas y posiblemente no tengan continuidad el año próximo. El caso de los docentes de la Universidad Provincial de Córdoba (UPC), laboratorio del oficialismo cordobés y la burocracia celeste, son la muestra más acabada de la precarización. Estos son algunos de los problemas que enfrentamos la docencia en Córdoba.
Al cabo de una década y media nos encontramos con una acumulación de problemas por el resultado nefasto de la implementación de la reforma de la Ley 8113 y nos vemos otra vez bajo el asedio aventurero del gobierno de Llaryora y la burocracia celeste de UEPC.
Según el ministerio de educación las motivaciones que han tenido para poner en marcha la reforma educativa indica que se trataría de: “rediseñar los planes de estudio y la curricula escolar en todos los niveles y modalidades escolares. Este programa está en marcha (2025) para finalizar en el 2027. Se implementa con unas 200 escuelas precursoras que deben planificar, ejecutar y evaluar los procesos de innovación compartiendo la experiencia con el resto de las instituciones educativas del sistema educativo provincial”.
El programa cuenta con 3 rutas que suponen una adhesión opcional a partir de la ruta 2 donde cada institución podrá rediseñar sus propuestas y profundizar aspectos de lo prioritario de la ruta 1 (todas las escuelas) continuando con la tercera y última ruta que implementarán las modificaciones en el 2026.
Cabe aclarar que la docencia de las escuelas precursoras de todos los niveles están trabajando en estos re-diseños curriculares a la vez que siguen dictando sus clases. Una constante del gobierno es la sobrecarga laboral docente combinada con salarios de hambre y condiciones de trabajo cada vez más deterioradas.
El gobierno hace hincapié en la educación del futuro; claramente ni los burgueses ni su gobierno tienen certezas de sus negocios futuros. Mientras nos sugieren educar para la incertidumbre que los niños y jóvenes deberán gestionar a través de sus emociones como componente afectivo, solucionar las situaciones problemáticas y básicamente poder ser la mano de obra dócil del futuro sistema de trabajo.
Educar para la incertidumbre es educar con la flexibilización laboral como estandarte, es por ello que debemos enfrentar la “transformación” que vergonzosamente avala la celeste de Cristalli.
Los docentes tenemos planteada como tarea rechazar la reforma educativa, convocando a los estudiantes y sus organizaciones para poner negro sobre blanco las graves consecuencias que trae el TransFORMA@Córdoba de Llaryora y Cristalli. Podemos decir que esta tarea tiene hasta un alcance pedagógico; al enfrentar el plan patronal de educar para la flexibilización laboral de la juventud a partir de la flexibilización del trabajo docente podemos dar un buen ejemplo a nuestros estudiantes.
La delegación Capital de la UEPC, recuperada de manos de la burocracia, se ha limitado a realizar plenarios por modalidad y movilizaciones callejeras a contraturno contra la paritaria a la baja y para debatir y enfrentar (tardíamente a nuestro entender) el problema de la reforma educativa. Sin embargo, no ha logrado romper el blindaje que la burocracia ha logrado imponer al plan del gobierno provincial, cerrando toda discusión hasta 2026. Para reabrir la paritaria e ir hasta el final en contra de la reforma es necesario organizar y desarrollar un proceso de lucha a partir de las propias escuelas. La UEPC Capital no puede seguir vacilando frente a las amenazas de la burocracia en relación a no poder realizar asambleas en los lugares de trabajo; está planteado enfrentar el estatuto-cárcel de la Celeste con la fuerza de la docencia en combate. Basta de trampas estatutarias como la asamblea provincial de delegados departamentales que no responde a la voluntad de la base. La UEPC Capital, junto a los delegados combativos del resto de los departamentos, está llamada a convocar a un plenario provincial de toda la docencia con delegados mandatados por asambleas de base por escuela, institutos y facultades. Que se proponga como norte discutir un programa y un plan de lucha para enfrentar a la burocracia celeste y al gobierno. Por un paro educativo provincial hasta que retroceda la reforma educativa y conquistemos todas nuestras demandas.
Los docentes y estatales de Santa Cruz (ADOSAC) se enfrentan a su gobierno por la reapertura de paritarias, reclamos edilicios, mayor presupuesto para infraestructura, entre otros puntos, y lo hacen aislados del resto de las provincias por la inacción de la Celeste nacional que, apoltronada en los sillones de Ctera, no piensa mover ni un dedo por recomponer nuestros salarios. Fuera la burocracia traidora. Se hace urgente que el activismo y los delegados antiburocráticos tomemos esta pelea en nuestras manos nacionalizando el conflicto y enfrentando de conjunto el plan del FMI, el Banco Mundial y el Consejo Educativo Federal. Los docentes, nodocentes, investigadores y estudiantes de las universidades nacionales también están saliendo a la lucha por presupuesto y salarios; enfrentemos de forma conjunta los planes de reforma educativa de Milei y los gobernadores con el Paro Educativo Nacional. Ninguna confianza en la oposición parlamentaria; debemos pelear con independencia de clase y con nuestros métodos para recuperar lo perdido. Por un salario inicial que equipare a la canasta básica. Por el pase a planta y la creación de cargos titulares en todos los niveles. Abajo las reformas laboral, previsional y educativa de los gobernadores, Milei y las burocracias cómplices. Fuera el FMI.
COR – Regional Córdoba
Durante una movilización a la Secretaría de Políticas Sociales y Desarrollo Humano de la Municipalidad de Córdoba, en horas del medio día, fueron reprimidos y detenidos 15 trabajadores de la CTA-A y ATE Córdoba, entre ellos el Sec. Gral de ambas organizaciones, Federico Giuliani. La movilización reclamaba por alimentos y ayuda social.
El repudiable accionar del peronismo cordobés de Passerini, Llaryora, Schiaretti y de la policía del gatillo fácil se explica únicamente como persecución y amedrentamiento a activistas, dirigentes y militantes que se atreven a cuestionar el descalabro social y económico, consecuencia de la aplicación del plan del FMI por parte de Milei y sus aliados, los gobernadores e intendentes de todo color político. La pose electoral de leales opositores guardianes de la gobernabilidad del peronismo cordobés está en función de la defensa de los mismos intereses capitalistas que defiende Milei. Todo esto, contra la resistencia de la clase obrera que lucha en todo el país, a través de sus instituciones, el poder judicial y la policía.
Desde la COR, nos solidarizamos y nos ponemos a disposición de los compañeros y compañeras para impulsar las acciones y medidas que se definan para su liberación. Las conducciones burocráticas de las CTAs, la CGT y la mayoría de los sindicatos intentan llevar los reclamos por la vía muerta del parlamento y las elecciones, dando una tregua a los gobiernos y a los empresarios. Impulsemos asambleas en los lugares de trabajo para imponer a las centrales sindicales el paro provincial por la libertad de todos los detenidos y por la conquistas de todas nuestras demandas.
28 de agosto 2025
Corriente Obrera Revolucionaria - Regional Córdoba
El 5 de febrero de 1975, María Isabel Martínez de Perón, en ejercicio de la presidencia tras la muerte de Juan Domingo Perón, firmó el decreto del Poder Ejecutivo Nacional N° 261 que dispuso en su artículo 1°: “El Comando General del Ejército procederá a ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos que actúan en la provincia de Tucumán”. El resto del articulado del decreto disponía la concentración del personal y medios policiales provinciales bajo control operacional del Comando General del Ejército. Así también establecía tareas de “acción cívica” (art. 5°) y “acción psicológica” (art´. 6°).
Esta orden represiva del gobierno constitucional peronista, se complementó con otros decretos secretos que dieron forma al despliegue territorial y al plan operacional que será un gran ensayo reaccionario del terrorismo de Estado que se generalizará tras el golpe un año después. La tortura de detenidos ya era una práctica del aparato represivo del Estado desde décadas atrás, así como el propio Perón había dado rienda suelta al accionar de grupos de tareas parapoliciales como la Triple A para perseguir y asesinar a la izquierda peronista y a la militancia obrera y de izquierda. Pero el Operativo Independencia fue un ensayo a gran escala del plan genocida cívico-militar:
La vanguardia de la resistencia obrera como objetivo del accionar del Operativo
La resistencia obrera a la dictadura de Onganía y a los planes patronales de imponer una nueva relación de fuerzas en la producción, moldeó una nueva generación de trabajadores. Un activismo de base hizo su experiencia con la burocracia peronista que colaboraba abiertamente con el gobierno militar y se acomodaba a la idea de un peronismo sin Perón (en el exilio). Se templó en la militancia obrera clandestina en las fábricas de los cordones industriales, organizando sabotajes al aumento e intensificación de los ritmos de trabajo que imponían las patronales, y preparando la recuperación de los sindicatos contra la burocracia traidora.
Este proceso será expresión en nuestro país de la tendencia internacional al ascenso de la lucha de clases, en la que amplios sectores de la clase obrera y la juventud mostraron enorme politización y combatividad. Los obreros del azúcar en el NOA serán parte de esta tendencia. En Tucumán, tuvo centralidad la lucha de los ocupados y desocupados del azúcar contra el cierre de ingenios y los despidos masivos que impuso Onganía en base a una brutal represión. En enero de 1967 la policía tucumana asesina a Hilda Guerrero de Molina, esposa de un desocupado del Ingenio Santa Lucía, durante la violenta represión de una manifestación de obreros del azúcar. El despliegue represivo no contendrá la disposición a la lucha que seguirá en ascenso con hitos como el Tucumanazo (noviembre de 1970), el Quintazo (junio de 1972), la huelga de los obreros de Ledesma en 1972 (la primera huelga en 21 años) en Jujuy, y la huelga general de la FOTIA en 1974. Este proceso excedía en gran medida la influencia de las organizaciones que desarrollaron las estrategias de guerrilla urbana o foco rural. El Operativo Independencia se propuso no sólo el aniquilamiento del ERP en el monte, sino a toda la resistencia obrera y popular que se forjó durante la resistencia obrera previa.
La ausencia de un partido revolucionario
Existían numerosas organizaciones de izquierda, de diversas tendencias, con presencia y militancia en las fábricas. A causa de la influencia de la revolución cubana y los movimientos de liberación nacional, sectores de la juventud radicalizada habían escogido el camino de la lucha armada, entre los cuales el PRT-ERP apostó al desarrollo de una estrategia foquista en el sudoeste tucumano. Sin embargo, la influencia ideológica de una tendencia burguesa como el peronismo, imprimía un sello conservador aún en los sectores más radicalizados del movimiento obrero, impidiendo por accionar de la burocracia sindical el camino hacia la dictadura proletariado.
La lucha de clases se desarrollaba a nivel mundial de forma acelerada, pero operaban los diques de contención apuntalados por la burguesía nacionalista: la ideología estatista, la ilusión reformista y la acción contrarrevolucionaria de burocracia sindical. En igual sentido actuaba la burocracia estalinista que maniobraba en los países semicoloniales en función de su disputa con la burguesía imperialista. El castrismo, alineado a Moscú, practicó la lucha armada, pero pronto el foquismo se reveló impotente en la mayoría de los países, centralmente urbanos y de composición obrera. El trotskismo del SU claudicaba ante el castrismo, sustituyendo a clase obrera por la guerrilla como sujeto de la revolución, y el morenismo practicaba una política conciliatoria al adaptarse al peronismo.
Aunque la disposición a la lucha era amplia entre los obreros y la juventud, la ausencia de una dirección revolucionaria, el control burocrático de los sindicatos y la dispersión de los grupos trotskistas impidieron el surgimiento de un partido capaz de unir a la vanguardia obrera organizada en las comisiones internas y cuerpos de delegados, recuperar los sindicatos y establecer una alianza con la población oprimida en torno de un programa que sostuviera los principios del internacionalismo proletario y la dictadura proletaria. Una vez más, la crisis histórica de la dirección revolucionaria.
Tras el ensayo en Tucumán, el golpe.
Aunque el gobierno peronista había logrado derrotar a la guerrilla con el Operativo Independencia y asestado un golpe al movimiento obrero con el “Pacto social” y el plan económico de Celestino Rodrigo, las masas obreras seguían con notable vitalidad luchando por sus reivindicaciones y radicalizando sus métodos con ocupaciones, piquetes y secuestros de patrones.
El último recurso que quedaba a la burguesía era el Ejército, cuyos cuadros dirigentes habían sido preparados por el imperialismo yanqui para la “guerra contra el enemigo interno” testeada en Tucumán. El golpe en 1976 estableció una feroz dictadura que generalizó en todo el país el plan sistemático ensayado y perfeccionado en Tucumán. El terrorismo de Estado liquidó lo mejor de una generación que avanzaba hacia una clara ruptura con el capitalismo. El golpe fue parte de un plan reaccionario continental que abarcó a los principales países de Latinoamérica y estableció la doctrina de seguridad nacional como forma de dominar a las masas que cuestionaban de forma abierta la opresión imperialista y el orden burgués. En su carácter de gendarme mundial del capitalismo, EE.UU alineó a los estados semicoloniales bajo su égida para someter a sangre y fuego el avance de los movimientos revolucionarios.
Contra las provocaciones del negacionismo
Repudiamos las provocaciones montadas por la “familia militar” de los condenados por delitos de lesa humanidad y los nostálgicos de la dictadura, que organizan en Tucumán actos reivindicativos del accionar del Ejército a 50 años del Operativo Independencia. Forma parte de las provocaciones que monta el negacionismo, buscando el auspicio del gobierno de LLA, de la alicaída Villarruel y del peronismo provincial para lograr impunidad y legitimidad para el accionar represivo de ayer y de hoy.
Los ataques verbales y las políticas de Milei y sus acólitos, tuvieron un repudio masivo en las calles el pasado 1ro de febrero. Y se vuelve a debatir fascismo vs democracia. Con tufillo electoral, pretenden reciclarse las viejas tendencias de conciliación de clases como el peronismo en todas sus variantes, en alguna forma de movimiento anti-Milei como “defensa de la democracia”. Es el problema de ver los conceptos como formas puras cuando en realidad, como enseña el marxismo, no se pueden analizar las formas de dominación por fuera de las relaciones sociales predominantes. El Estado es producto de los antagonismos sociales, es un aparato burocrático y militar en manos de la clase dominante, separado de la sociedad pero permeable a sus contradicciones. Bajo la democracia se busca legitimarlo como una obra de todos y una expresión legítima de la sociedad misma, pero dado el desarrollo inevitable de las contradicciones sociales, el recurso de la fuerza se presenta como la herramienta más eficaz de imposición del poder de clase.
Hace 50 años el peronismo gobernante, como bonapartismo sui generis, buscó contener los antagonismos bajo la idea de “comunidad organizada” y la colaboración entre las organizaciones del capital y el trabajo. Sin embargo, la resistencia obrera ya se había probado contra la Libertadora, en militancia fabril clandestina, de desafío al mando capitalista en la producción, mediante sabotajes y huelgas sorpresivas. Hace 50 años el peronismo fracasó porque la lucha de clases tiene un desarrollo, al igual que el capitalismo, internacional. Los desequilibrios del orden mundial planteados por la lucha entre dos sistemas generaron innumerables situaciones revolucionarias. La ideología nacionalista buscó conjurarlas bajo el control estatal, pero el mismo desarrollo de las crisis económicas, políticas y sociales llevaron a la burguesía a recurrir a la dictadura de las FF.AA. como único remedio de las clases dominantes para mantener su dominación social. Así, la dictadura abierta fue y es el último recurso de la burguesía cuando teme perderlo todo. Sin embargo, aunque sufrimos una derrota histórica en manos de nuestros verdugos, la lucha de los trabajadores se siguió desarrollando en los gobiernos militares pese a las condiciones adversas. Ni la dictadura pudo contener la lucha de clases.
A 50 años del Operativo Independencia: reivindicamos la resistencia obrera y sus métodos
Si no priman los métodos obreros, se imponen los métodos de la burguesía y su régimen descompuesto. Por eso debemos prepararnos para tomar las calles, ocupar las reparticiones públicas, paralizar la producción, sembrando el desconcierto entre nuestros enemigos de clase. No sólo para resistir ante la ofensiva de la burguesía y el imperialismo, no sólo para enfrentar el plan de ajuste de Milei, el FMI y todos los gobernadores. Sino para prepararnos para ir por todo.
Contra el desorden capitalista expuesto por la crisis económica mundial y las tendencias guerreristas del imperialismo, la tarea de la vanguardia obrera es preparar la toma y puesta bajo control obrero de las multinacionales que expolian al país, tanto de la industria como del campo, para imponer el control de la producción por ramas de la industria y los servicios y la escala móvil de horas de trabajo y salario, que nos permitirá ejercitarnos para tomar el estado en nuestro poder y reorganizar la economía sobre nuevas bases, socialistas e internacionales.
Es tarea de una nueva generación de revolucionarios, reagrupar a la vanguardia obrera tras un programa de transición al socialismo, para preparar la puesta en pie de un partido revolucionario como sección de la Cuarta Internacional que pueda dirigir una ofensiva en todos los planos, económico político y militar, contra la plana mayor burguesa. Una nueva generación, no por su edad, sino porque se saque de encima el viejo lastre de las variantes estatistas y reformistas. Por eso desde la COR peleamos por la independencia de clase y por el enfrentamiento a los capitalistas, su Estado y sus instituciones.
Vencer a burguesía desde la producción es el camino, junto al proletariado de los países de la región y el mundo, recuperando las banderas del internacionalismo obrero. En esa tarea estamos abocados los militantes revolucionarios, pero entendemos que se hace necesario reconstruir el partido revolucionario, la IV Internacional. Creemos que retomando las banderas de la lucha por la revolución socialista rendimos el mejor homenaje a las y los compañeros detenidos desaparecidos y asesinados por el Estado capitalista.
El viernes 2 de agosto se dio a conocer el brutal asesinato de Susana Montoya, esposa de Ricardo Fermín Albareda, militante del ERP desaparecido y asesinado durante la última dictadura militar a manos del Departamento 2 de Informaciones de la Policía de la Provincia de Córdoba (D2). Al momento de su asesinato, Albareda ocupaba el cargo de Subcomisario en el área de comunicaciones dentro de la policía.
Desde los juicios a los responsables materiales del asesinato de Ricardo, en el 2009, la familia ha recibido múltiples amenazas, la más reciente fue en diciembre pasado cuando su hijo, Fernando Albareda, militante de H.I.J.O.S., denunció amenazas de muerte por escrito en la puerta de su domicilio. Junto al cuerpo de Susana se encontró escrito en la pared el mensaje “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos” firmado con #Policía. Queda al desnudo cómo lo más recalcitrante del brazo armado del Estado ha convivido dentro de las instituciones durante 40 años de democracia burguesa. Estas lacras ahora se sienten envalentonadas por el gobierno de Milei que intenta forzar una reconciliación de las Fuerzas Armadas con la sociedad, reflotando la teoría de los dos demonios, mientras su vice Villaruel y sus diputados visitan genocidas prometiéndoles indultos y prisión domiciliaria.
Tanto este asesinato como las múltiples amenazas y persecuciones que vienen sufriendo los organismos de derechos humanos, organizaciones sociales, dirigentes sindicales y organizaciones políticas de izquierda, son muestras de cómo el gobierno necesita fortalecer la represión ante su debilidad, un plan económico que no arranca y el miedo a una respuesta obrera organizada. No debemos caer en la trampa que nos venden los reformistas de todos los colores que durante años han intentado limpiar la imagen de las fuerzas represivas con programas de capacitación en derechos humanos a la policía y cambiando figuras cuestionadas de las cúpulas, como han hecho, por ejemplo, Schiaretti y Llaryora en Córdoba. Debemos ser claros, la policía y todo brazo armado del Estado burgués tiene la tarea de proteger la propiedad privada y los negocios del capital.
En este escenario de descomposición sólo podemos confiar en nuestras propias fuerzas, debemos tomar en nuestras manos la pelea por justicia y esclarecimiento de este caso y el enfrentamiento a toda la persecución y represión en curso. Debemos pelear por la independencia de clase de las organizaciones de los trabajadores para dar la pelea por la disolución de la policía y todo el aparato represivo, en el camino de dar una salida obrera a la crisis.
Desde la Corriente Obrera Revolucionaria repudiamos enérgicamente el asesinato de Susana Montoya y nos ponemos a disposición de las acciones que se desarrollen para enfrentar este ataque. NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS.
El 16 de julio, el gobernador Llaryora le solicitó al Ministerio de Trabajo de la provincia que dictara la conciliación obligatoria a los docentes de Córdoba, garantizando así el normal inicio de clases el lunes próximo.
La burocracia celeste cómplice del plan de ajuste del gobierno provincial, aceptó dicha conciliación impidiendo que se concrete el paro de 48 hs, votado en la última asamblea de delegados departamentales de UEPC. Recordemos que el plan de lucha definido por la docencia era: paro por 48 hs para el 22 y 23 de julio y el no inicio de clases como consecuencia de una segunda e insuficiente oferta salarial del gobierno provincial.
Claramente el gobernador achica el gasto en consonancia con la política de Milei, dictada por el FMI y a sabiendas que la pérdida salarial del último trimestre ubica a los docentes por debajo de la línea de pobreza, se atreve a declarar públicamente, lo contrario. Además de esta mentira, corroboramos que el cinismo del ejecutivo no tiene límites al declarar que va a “mejorar la propuesta” programando para más adelante los descuentos del Fondo Solidario de Atención para Enfermedades Emergentes e Innovación Tecnológica (FOSAET) y del fondo para la Administración Provincial del Seguro de Salud (Apross). Mientras, trata de ganar tiempo con la conciliación.
No contento con esto, el gobernador se mete en la vida política del gremio con la clara intención de macartear, haciendo responsable a la dirigencia de izquierda de la seccional capital de poner palos en la rueda para que la docencia cordobesa acepte “mejorar el salario”. No debemos aceptar que Llaryora interfiera en la vida interna del gremio. Las diferencias con la burocracia celeste, las enfrentamos a diario organizando en las escuelas: asambleas, plenarios, paros y movilizaciones. Métodos de lucha de nuestra clase, para enfrentar a la burocracia traidora, socia del Estado -patrón.
Diez días hábiles de conciliación a partir del lunes 22 de julio, es lo dictado por Sereno, secretario de trabajo. Debemos rechazar la medida, por su carácter coercitivo porque el gobierno es juez y parte en este conflicto. A su vez, los trabajadores no debemos confiar ni un ápice en las instituciones burguesas, sólo podemos confiar en nuestras propias fuerzas.
La dirección de UEPC capital, recuperada de manos de la celeste, ha declarado su rechazo a la conciliación. Es una gran oportunidad para postularse como dirección alternativa a la burocracia, junto a los delegados departamentales y escolares combativos del resto de los departamentos de la provincia, convocando a un plenario de delegados mandatados de todas las escuelas de la provincia para rechazar la conciliación obligatoria y ratificar el plan de lucha votado en la última asamblea departamental. En esta perspectiva, impulsemos asambleas en cada escuela, y saquemos pronunciamientos públicos de rechazo a la conciliación y de repudio al accionar inconsulto de la burocracia, exigiendo plenario ya!
Es inadmisible que la burocracia celeste, luego de perder la votación de la departamental aún teniendo un estatuto amañado al servicio de sus intereses, acepte pasivamente la conciliación y deponer el plan de lucha. Y como si todo esto fuera poco, en el comunicado oficial pretende amedrentarnos citando la ley de asociaciones sindicales y señala lo riesgoso de no someternos a los designios del Estado-patrón. Debemos aclararle a Cristalli y cía. que el único riesgo que corre nuestra organización sindical es que ellos continúen entregando sistemáticamente a la docencia. Cansados estamos de los paritarios de la burocracia y sus prácticas genuflexas ante el estado, ¡nosotros luchamos y ellos negocian migajas! Es hora de elegir a nuestros paritarios votados en asamblea, con mandato y revocables, para que podamos tomar la negociación salarial en nuestras manos. Enfrentar el ataque en curso al conjunto de los trabajadores es tarea de las seccionales recuperadas y de los activistas antiburocráticos, es necesario señalar el camino para reagrupar a la vanguardia en un debate programático para dar una salida obrera a esta crisis, convocando al activismo de los hospitales y estatales en general para pelear por una Paritaria Estatal Única.
A su vez, en la provincia se desarrollan conflictos tales como la lucha de los trabajadores de los SRT de la UNC con quienes debemos tender lazos de solidaridad activa, al igual que los trabajadores de la industria ceramista que están de paro por la falta de respuestas ante el pedido de mejora salarial. También hay despidos y suspensiones en la industria metalmecánica y automotriz, en medio de un escenario recesivo que debemos enfrentar el conjunto de los trabajadores estatales y privados, imponiendo a la CGT y a las CTA un paro activo provincial para derrotar el plan del FMI, Milei y Llaryora.