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Seguir el ejemplo de los metalúrgicos de WEG

Lunes, 29 Abril 2024 21:51

¡A los despidos se los enfrenta!

    Esta mañana, los trabajadores de la empresa de capitales brasileños WEG paralizaron la producción contra más de 35 despidos que la patronal pretende imponer desde el viernes 26/4 a la tarde, a través de telegramas y un escribano que iba casa por casa notificando a los compañeros y compañeras durante el fin de semana.

    La política de la empresa, en lo inmediato, se relaciona con la caída “como un piano” del consumo de la rama a la cuál abastece de motores eléctricos producidos en la fábrica de Córdoba capital, que es la de línea blanca. La recesión llevó a su principal cliente, la mexicana MABE, ex Alladio instalada en la ciudad de Luque, al despido hace algunas semanas de 200 de sus 900 operarios. Alladio, antes de ser adquirida por el grupo mexicano, ya concentraba más del 60% del mercado de lavarropas, con marcas como Drean. La política recesiva del gobierno se combina con la ofensiva patronal para hacernos pagar la crisis de los empresarios, que el gobierno pretende hacer ley con la reforma laboral incluida en la Ley de Bases, reforma laboral que ya negoció con la burocracia sindical.

    Las medidas tomadas por los trabajadores de WEG y su cuerpo de delegados tienen la importancia de una demostración: los despidos se pueden enfrentar con los métodos obreros. ¡Por la reincorporación de todos los metalúrgicos y metalúrgicas de WEG!

    A los trabajadores no nos interesan los problemas de mercado que tenga la patronal, es un problema de ellos. Plata hay, por la apertura de los libros de contabilidad para que los operarios escruten los movimientos y los millones que la empresa viene ganando, como fue el caso en plena pandemia, donde pretendieron desaforar a los delegados por ejercer su actividad sindical para poder utilizar mejor los métodos policiales de la cuarentena para imponer su disciplina y sus salarios a la baja.

    Hoy a la tarde, el ministerio de trabajo convocó a una audiencia solicitada por la UOM a las partes. No podemos confiar en la intervención del ministerio. Son los propios trabajadores con sus métodos los que pueden sentar a la patronal a la mesa para retrotraer los despidos. La UOM debe convocar a un paro de todas las fábricas metalúrgicas, porque también la empresa MABE está encuadrada en la UOM y son muchas las fábricas donde se multiplican los despidos. Esto, en el camino de una lucha generalizada contra la ofensiva de los empresarios, que golpean en la producción e impulsan leyes para cristalizar una relación de fuerzas que creen que les es favorable. Reivindiquemos el 1º de Mayo, nuestro día, con una gran acción de lucha que puede ser un gran acto obrero contra los despidos, las suspensiones y por salarios que superen la canasta familiar. Garanticemos que el paro del 9 de mayo sea una medida contundente, donde no se mueva una máquina y pongamos en la calle todo el peso de la clase obrera.

    ¡Por el triunfo de los trabajadores de WEG!
    ¡Reincorporación de todos los despedidos!
    ¡Apertura de los libros de contabilidad!
    ¡Por un paro general de la UOM!

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  • Los químicos enfrentan 24 despidos en Río III

    El 12 de enero, la patronal de ATANOR despidió a 24 trabajadores químicos de su planta de Río III. A la fecha, y luego de varias audiencias en el ministerio de trabajo bajo el paraguas de la conciliación, obligatoria primero y luego “voluntaria”, la empresa se mantiene dura. El día 28 de febrero, ofreció la reincorporación de 4 operarios, lo cuál fue rechazado por los trabajadores y el sindicato SPIQYP, en muestra de su voluntad de mantener la pelea por la reincorporación de la totalidad de los compañeros. La fábrica no está produciendo desde antes del 12/01, ya que estaba en parada técnica, y salvo una guardia de mantenimiento, el resto de los operarios se encuentran afectados a una capacitación dentro de la empresa. La federación de químicos y petroquímicos viene prometiendo un paro nacional para poder golpear a las patronales donde realmente les duele, pero por ahora no ha pasado a los hechos. La lucha se ha centrado en movilizaciones al ministerio, en sus sedes de Río III y Córdoba capital, con el apoyo de varias organizaciones sindicales como aceiteros de Tancacha, ATE, la CTA-A, SUTNA, así como del Polo Obrero y los partidos de izquierda. Se han sumado a estas jornadas otras y otros compañeros despedidos que pelean por su reincorporación como Facundo Díaz de Neumáticos de Avanzada, despedido a fines de 2022, y trabajadoras del PAICOR provincial.

    Desde la COR, nos hemos hecho presentes en las diferentes concentraciones que los compañeros han llevado a cabo en la capital. Es muy importante para el conjunto del movimiento obrero hacer retroceder los despidos que las patronales vienen aplicando en las diferentes ramas, para disciplinar a los activistas en el marco de la brutal caída del salario real y de las perspectivas recesivas. El acuerdo del gobierno nacional con el FMI, avalado por Schiaretti y la oposición de JpC, es el escudo de las patronales para intentar hacernos pagar su crisis.

    El plenario de ATE y el Polo Obrero

    Desde la primera mitad del año pasado, el Partido Obrero viene impulsando en Córdoba una serie de plenarios convocados por el Polo Obrero junto a la conducción de ATE y la CTA-A basados en la “unidad en la lucha”, que se limita a una serie de movilizaciones callejeras. No le preocupa al Partido Obrero que la conducción Verde encabezada por Federico Giuliani no haya puesto nunca a consideración de las bases del sindicato esta política, como tampoco convocó a plenarios de delegados para discutir las paritarias a la baja que ATE nacional viene firmando sistemáticamente para sostener al gobierno del FdT y su acuerdo con el FMI, cuyas metas ha sobrecumplido. Este agrupamiento se ha convertido en un verdadero escollo para los sectores de trabajadores que salen a la lucha, al no oponer al programa de la burocracia verde una alternativa que cuestione su subordinación al gobierno nacional y al Estado. Al contrario, en el nombre de la unidad en la lucha se le da un tinte combativo a una política que se basa en hacer maniobras dentro del régimen burgués, apoyando a tal o cual partido patronal, como es el caso del apoyo abierto al intendente Llamosas en Río IV y el ya dicho apoyo al FdT a nivel nacional. La confianza en el ministerio de trabajo, exigiéndole que se ponga “del lado de los trabajadores” se desprende de esta orientación.

    Golpear en la producción

    El conflicto de ATANOR viene entrando en una peligrosa inercia donde se van repitiendo las conciliaciones sin llegar a ningún lugar. La extensión de la conciliación obligatoria nunca puede ser considerada una conquista, porque la intervención del Estado a través del ministerio de trabajo siempre es en favor de las patronales por su propio carácter de clase, y es la patronal la que gana tiempo mientras los trabajadores sufren el desgaste. Lamentablemente, corrientes de la izquierda como el PO y el Nuevo MAS sostienen lo contrario, al igual que la burocracia sindical de ATE-CTA-A. Humildemente, consideramos que es necesario obligar a la federación a pasar de las palabras a los hechos, votando una comisión en asamblea que vaya a las demás plantas químicas para discutir la necesidad del paro nacional. De hecho, frenar la planta de Petroquímica Río III ya sería un gran revés para las empresas, ni hablar de extender la lucha a las fábricas de Avellaneda, Ensenada y el resto del país. Los sindicatos recuperados como el SUTNA y los delegados opositores de todas las ramas debemos ponernos al servicio de los químicos para colaborar en esta tarea, al igual que impulsar, en caso de que los trabajadores de ATANOR lo decidan, un gran fondo de lucha al que deben aportar todos los sindicatos.

    Mientras todo esto ocurre, la CGT Córdoba está sumida en una lucha interna para ver quién se queda con el sello y la CTA-T se dedica a hacer campaña para el gobierno nacional. Los compañeros químicos de Río III pueden desde su puesto de lucha llamar a un plenario de activistas y delegados opositores para preparar un Congreso Provincial de delegados con mandato de los trabajadores industriales, de servicios, estatales y desocupados, para apoyar su lucha y todas las luchas contra los despidos y por el salario, como la que llevan adelante los trabajadores de la salud y los docentes en la provincia, para deliberar y votar un programa y un plan de lucha para enfrentar a las patronales y sus gobiernos. Recuperar los sindicatos de manos de la burocracia es la tarea, ¡por una Central Única de Trabajadores, por el Paro General!

    La próxima convocatoria de los químicos de ATANOR es una movilización en Río III el lunes 6 de marzo, en el marco de una nueva audiencia de conciliación.

  • Enorme lucha de los trabajadores del neumático

    Después de 5 meses de lucha los trabajadores del SUTNA lograron arrancarle un aumento salarial a las patronales que permite que el valor de la fuerza de trabajo no pierda tanto ante el ajuste y la inflación. Pero lo más importante es que lo lograron imponiendo los métodos obreros de paralizar la producción, base de poder de la burguesía. Y lograron quebrar el gran frente burgués que se había formado para derrotar a los trabajadores y su conducción, dentro del cual están todas las alas de la burocracia, desde los más carneros hasta los que se la dan de combativos, como Pablo Moyano.

    Mostraron donde está el poder de la clase obrera, en la producción, y no en los pasillos del parlamento, o en las oficinas de los ministerios. Además, este conflicto tuvo expresión internacional, al recibir la solidaridad del sindicato de Brasil, lo cual abrió la posibilidad de una acción internacional. La unidad de las tres plantas de neumáticos, con piquetes, quite de colaboración, movilizaciones, paros escalonados, dirigidos por un sindicato recuperado como es el SUTNA mostró también por qué debemos recuperar nuestras organizaciones para la lucha, echar a la burocracia sindical de nuestras organizaciones y luchar para que los sindicatos se conviertan en herramientas revolucionarias en la lucha por el poder.

    Y demostraron, por enésima vez, dónde están nuestros enemigos: en el gobierno, en la oposición patronal, en el empresariado nacional e internacional y en la burocracia sindical.

    La patronal tuvo que ceder algunos puntos en la negociación paritaria, pero logró no ceder en cuanto a la discusión de los ritmos de trabajo, o sea en el control de la producción. Esta tarea es la queda pendiente, sobre todo porque es un sindicato que es dirigido e influenciado centralmente por el PO. Decimos esto, partiendo del planteo de que los sindicatos deben ampliar sus funciones, es decir, no solo pelear por el salario, sino cuestionar el poder al interior de las fábricas, en la necesidad del control obrero de la producción para mostrar al conjunto de la clase la potencia de la dirección obrera contra la anarquía del capital.

    Madanes, dueño de FATE, en gran parte del conflicto dejó en claro que su objetivo era destruir la organización sindical para garantizar que la productividad del trabajo no fuera afectada por problemas sindicales. La necesidad de garantizar el trabajo continuo es una de sus obsesiones. Marx debatía mucho sobre la importancia del tiempo en la economía burguesa y decía: “Por eso, no hay que decir que una hora de trabajo de un hombre vale tanto como una hora de otro hombre, sino más bien que un hombre en una hora vale tanto como otro hombre en una hora. El tiempo lo es todo, el hombre no es nada; es, a lo sumo, la cristalización del tiempo.” Esta definición de Marx es el fundamento del sistema capitalista para la explotación, por eso los marxistas peleamos por destruir la relación entre capital y trabajo, y esta destrucción no puede darse de otra forma que de forma revolucionaria.

    Después de esta lucha el SUTNA tiene la posibilidad de organizar una tendencia al interior de nuestra clase que se organice ante la necesidad de enfrentar el ajuste y a nuestros enemigos de clase. Puede lanzar una campaña por un Congreso de delegados de base que vote un plan de lucha, llamando a formar oposiciones sindicales en todos los gremios y, especialmente, por la simpatía que este conflicto generó entre los trabajadores de las principales automotrices, donde la burocracia del SMATA viene de acordar con los patronales mayor flexibilización laboral.

    Por una salida obrera a la crisis.



  • IMPSA: otra vez rescatando al capital

    En medio del debate que recorre a las diferentes variantes burguesas y pequeño burguesas por la propiedad privada, el salvataje a las empresas y la función del estado, el rescate anunciado estas semanas a la empresa IMPSA (industrias metalúrgicas Pescarmona S.A.) fue noticia en todos lados. El Estado nacional quiso mostrar iniciativa ante un contexto económico en crisis con muchas deudas y pagos por afrontar ante organismos internacionales. Esta medida de incisión estatista es una muestra más de la intervención del Estado en la economía ante el descalabro de la crisis en curso donde el gobierno de Fernández aporta 15 millones de dólares y 5 millones el gobierno radical de Mendoza. Empresa que de igual manera seguirá funcionando como sociedad anónima. Medida que no soluciona los problemas estructurales de la economía argentina como pretenden hacernos creer y mucho menos los problemas del sistema capitalista.

    Impsa es una empresa mendocina asociada con el capital extranjero que hizo su fortuna durante más de 100 años con diferentes gobiernos (Yrigoyen, Perón, la dictadura militar, el menemismo y diferentes gobiernos extranjeros como Brasil y Venezuela). Si hay un denominador común en Impsa es el siempre presente rescate por parte del estado bajo distintas administraciones. En su momento lo hizo los K con subsidios al salario y repros mientras renegociaba deuda. En 2015 con el gobierno de Macri se ve beneficiada con el blanqueo de capitales por $ 108 millones terminando en el 2018 con la formación de un fideicomiso hasta la reciente anunciada “estatización” que no es otra cosa que el desembolso de capital para rescatar a los mismos bancos y burgueses que venían siendo solventados para asegurar sus negocios agregando ahora la formalización como capitalización de la empresa.

    La realidad que esto es un mecanismo burgués para socializar las pérdidas donde los trabajadores volverán a ser quienes paguemos las deudas continuando un proceso de garantizar el pago a través del Estado a los acreedores privados y eventualmente traspasar las operaciones de Impsa a otros grupos económicos en un contexto internacional que con los cambios en matrices energéticas especula con posibles jugosos negocios.

    Resguardando al capital

    Destaquemos que detrás de esta operatoria hay una disputa política y económica por los negocios que puede traer aparejado a los capitalistas de turno y un resguardo de la propiedad asemejando el proceso a lo que se quiso hacer con la empresa Vicentin (1). La grave crisis de Impsa tiene que ver en gran medida con el descalabro que significaron los bonapartismos sui generis en Latinoamérica (Chávez, Lula, Fernández) apostando al desarrollo de una burguesía nacional y su expresión en la industria. Proyectos políticos que fracasaron y que terminaron en un festival de guita, coimas y el guantazo de la brasilera Odebrecht. Hoy, una coalición de gobierno que se referencia en aquella apuesta burguesa pretende rememorar aquella ilusión que los terminó condenando. Y es que no se pude dar un desarrollo de un capital nacional para la industria en los países industrialmente atrasados donde el capital extranjero e internacional juega un rol decisivo y más aún en un Estado semi colonial como lo es Argentina dentro de un capitalismo en descomposición. Se ha demostrado que un Estado dirigido por una fracción burguesa no puede dar ningún beneficio a los trabajadores.

    Un capítulo en esta novela lo merece el gobierno radical de Suárez donde no paran de criticar al gobierno nacional por el mal manejo de la pandemia y de la economía, pero no tuvo ningún problema a la hora de sentarse junto a Fernández para rescatar el capital y sacar una tajada para el empresariado mendocino. Pero no podía ser menos teniendo en su gabinete de economía a ex gerentes de Impsa como Emilio Guiñazú y Daniel Chicahuala (ex gerente de Impsa y Oderbrecht) quienes aseguraron negocios por ejemplo para la cuestionada construcción de la represa Portezuelo del Viento en el sur mendocino. No solo han participado ayudando a Pescarmona (cuya caída ya arrastró a muchas otras empresas), sino que ante cada conflicto que se generó, el Estado provincial garantizó, junto con la burocracia de la UOM, despidos, suspensiones y hasta desalojos con policía incluida.

     La burocracia ayudando a socializar las pérdidas

    Otro de los que celebró la “capitalización” de Impsa fue Antonio Caló (secretario general de la UOM nacional) que tuvo participación estelar en la mesa principal del acto de relanzamiento de la firma. Este y muchos otros burócratas más fueron una de las partes que participaron activamente en el acuerdo. Hay que advertir en este caso que la burocracia de la UOM funciona como agente político de los capitalistas y el Estado para que todo marche sobre ruedas. La misma burocracia que firma paritarias a la baja por 35,2 % en cómodas cuotas sin discutir con los metalúrgicos y con delegados que no fueron elegidos por las bases, que garantiza los despidos y suspensiones en diferentes puntos del país frente a la crisis y la que nada hizo frente a los protocolos de higiene y seguridad durante la pandemia. Los trabajadores para nada estamos contentos con esta situación donde no solo no se va a crear empleo, sino que cada día nuestras condiciones de vida empeoran.

    La CGT Mendoza con su titular Luis Márquez también festejó con alegría esta intervención estatal. De nuevo jugando para el capital como lo hizo durante toda su gestión al frente de la UOM Mendoza, poniendo su firma en los despidos que se produjeron a lo largo de los años en Impsa y en toda la industria metalúrgica mendocina, incentivando y generando división entre los trabajadores. Tomemos como tarea primordial recuperar la dirección de los sindicatos, de manos de la burocracia traidora.

    Por una salida obrera ante la crisis

    Los trabajadores, y los metalúrgicos en particular, no podemos poner expectativas en este tipo de maniobras como la estatización para salvataje de nuestros verdugos. La disyuntiva no es el capital privado o Estado, sino entre un programa de conciliación de clases o un programa que oriente la acción independiente de los trabajadores. La UOM debe llamar de forma urgente a asamblea en Impsa y convocar a un congreso de delegados para debatir cómo podemos dar una salida a la grave crisis que atraviesa la empresa empezando por la reincorporación de los despedidos y suba de salarios. Pensamos que para llevar adelante estas tareas y reivindicaciones es necesario formar al interior de la UOM una oposición sindical revolucionaria que sea capaz de luchar por los intereses de los trabajadores con los métodos obreros. Los metalúrgicos debemos unirnos e intercambiar experiencias con otros sectores del proletariado que estén en lucha como los trabajadores de Bimbo (San Fernando), así como el activismo antiburocrático de los vitivinícolas, para poder organizar un plan de salida a la crisis y la pandemia y actuar unidas ante el gobierno y los planes de los empresarios por cambiar las condiciones de vida de la clase obrera.

    Los trabajadores tenemos que empezar a tener el ejercicio de como intervenir en la crisis que se desarrolla ante nosotros y discutir cuales son las tareas de los trabajadores. Así mismo es imperioso que abramos un debate al interior de nuestra clase sobre la importancia del control obrero como forma de intervención independiente ante la desorganización de la economía y mostrar la capacidad de la clase obrera para la planificación y administración de la producción.

     

    1 ver nota Vicentin: rescatando al capital http://cor-digital.org/nacionales/item/292-vicent%C3%ADn.html

  • Acuerdo a pedido de las cámaras y el gobierno

    Las paritarias 2021 se definieron como nos tiene acostumbrados el burócrata Caló y su séquito de acólitos y secretarios generales. Una vez más se negoció con delegados paritarios que no fueron elegidos por las bases, en congresos poco claros, y sin discutir con los metalúrgicos. Tal es el caso de la seccional Córdoba, donde se hicieron elecciones de congresales solo con los delegados de la agrupación oficialista Eva Perón. Los delegados que no son afines a Urbano quedaron fuera.
    Está nueva traición de Caló fue a pedido de las cámaras patronales y el gobierno, que se volvía loco por ponerle techo a las paritarias y marcar la tendencia para las negociaciones de los demás gremios. Con el macrismo, nos chamulló que por la crisis provocada por la apertura de importaciones, los metalúrgicos nos teníamos que quedar callados y cuidar el trabajo, mientras se cerraban fábricas dejando a miles de trabajadores despedidos y en la miseria. El año pasado, con el comienzo de la pandemia de COVID-19, el nuevo gobierno aprovechó para coartar las prácticas sindicales, asambleas e incluso los gremios cerraron sus puertas.
    Lo que acordó Caló es una vergüenza: un 35,2% en cómodas cuotas, que se pagarían en forma de no remunerativos hasta su posterior blanqueo. La primera cuota de abril, 13,2% no remunerativo, a blanquearse como un 15% en julio. En julio la segunda cuota en negro de 9%, que se blanquearía como un 10% en octubre. Y en octubre, la última parte no remunerativa de un 9 %, que se blanquea como 10,2%… recién en enero del año que viene!!! Seis escalones para llegar a ese 35,2% mentiroso, y que está muy lejos de la inflación proyectada y por supuesto no cubre la pérdida de la paritaria del 2020. Finalmente, el acuerdo queda sellado hasta fines de marzo de 2022, aunque con una promesa de revisión en diciembre.
    Toda la parte no remunerativa del aumento es la millonada que se ahorran los empresarios al no pagar las cargas patronales. Esa millonada contrasta con la miseria en la que nos encontramos los metalúrgicos. Compañeros, es una vergüenza que la rama 17 de la UOM no llegue ni a los $50.000, sabiendo que la canasta básica está por sobre los $85.000 en la región pampeana (datos de marzo de la Junta Interna de ATE-INDEC).
    Una forma de reconocer la miseria salarial metalúrgica es el llamado Ingreso Mínimo Global de Referencia (IMGR) que hace algunas negociaciones Caló introdujo en los acuerdos como una colchoneta para amortiguar la caída de la escala salarial. Este mecanismo destruye el básico, ya que las últimas categorías del convenio quedan por debajo de este mínimo, además incluyó “una cláusula de crisis” por la cuál las patronales pueden gambetear su cumplimiento “mediante acuerdos con la representación sindical, a nivel de las respectivas Seccionales”.
    Frente a este avasallamiento, cabe el rechazo al acuerdo miserable para poner a los metalúrgicos de pie: ¡pase al básico de todas las sumas en negro!, ¡salario inicial igual a la canasta básica familiar!, ¡reincorporación de los despedidos! y ¡efectivización de los contratados!

    Ensayo general reaccionario

    La burocracia sindical de la UOM nos dejó a merced de las patronales y sus protocolos COVID, diseñados por ellos con aprobación del COE (hoy un ente fantasma).  Esos protocolos, igual que la prohibición de elecciones sindicales, están diseñados para controlar nuestros movimientos en las plantas y echarnos la culpa de los contagios en plena pandemia. Y nada ha cambiado con esta 2º ola. Las patronales nos quieren hacerse cargo de las deficientes condiciones de seguridad e higiene, tanto en las instalaciones como en los equipos de protección. No quieren gastar en los necesarios tests, y ocultan los casos positivos para evitar que los aislamientos preventivos les generan “ausentismo” y bajas de producción: así de cínicos son, para ellos somos números en una planilla.
    Mientras, la maquinaria no paró nunca y en la recuperación que celebran los gobiernos y las patronales, algunos sectores se vieron fortalecidos, como el sector automotriz, autopartista, línea blanca, maquinaria agrícola, etc. ¡Para eso eran los protocolos! ¡Para garantizar la producción y las ganancias patronales a costa de nuestra salud y condiciones de vida, incluido el salario!
    Está claro que no podemos dejar nuestra salud y la de nuestras familias en manos de nuestros enemigos de clase. Tenemos que poner en pie comisiones de seguridad e higiene en asamblea y con delegados con fueros para imponer a través de nuestros métodos como la parada de líneas y el paro de planta hasta que se garanticen los EPPs, las reformas en la infraestructura, el encapsulamiento real en burbujas, el transporte seguro, tests preventivos periódicos para todos los trabajadores de cada empresa y el aislamiento de los contactos estrechos. Con el conjunto de nuestra clase, debemos pelear por un plan de vacunación bajo dirección obrera, para acabar con el manejo burgués de las vacunas que terminan en los zánganos VIP y para que se proteja a los trabajadores.

    Ejemplos de lucha

    Pero el 2020 no paso sin dejar luchas. Trabajadores de frigoríficos salieron a la lucha, también los colectiveros de UTA, los municipales de Capital y Jesús María, los trabajadores de ARCOR. Más cercano en el tiempo, los trabajadores de los hospitales están realizando paros y asambleas. A nivel nacional, en Neuquén los trabajadores de salud cortan las rutas dando un golpe al gobierno y a las petroleras, también han salido los portuarios y colectiveros de Bs As, los vitivinícolas en Mendoza, nuestros compañeros de Siderar en la UOM. Muestran el rumbo, lo que tendremos que enfrentar y los métodos para hacerlo.
    ¡Caló y las cámaras se tienen que enterar de lo que pensamos de su acuerdo! Vamos a las asambleas por sectores y fábrica. Los delegados de la UOM se tienen que poner a la cabeza de esta tarea. Si no lo hacen hay que elegir nuevos delegados que respondan a los trabajadores y a los desafíos, reemplazarlos por compañeros decididos y dispuestos a luchar. Debemos votar un congreso extraordinario de delegados de la UOM, para hacer oír la voz de todas las fábricas de la seccional Córdoba, no solo la de los delegados oficialistas. Votar un plan de lucha, con paros para hacer cumplir las medidas de protección y reabrir la paritaria. Y avanzar hacia un congreso nacional de delegados mandatados de la UOM, que se disponga a unificar la lucha con el conjunto de nuestra clase.
    Proponemos finalmente a las agrupaciones combativas impulsar una reunión nacional de delegados de la oposición metalúrgica, para discutir el balance de esta paritaria, impulsar el rechazo y el paro. Y prepararnos para recuperar la UOM de manos de los traidores.

  • No al techo del 32%, recuperemos todo lo perdido

    Se vienen las paritarias...
    El secretario general de la UOM, Antonio Caló, presentó hace unos días el pedido para iniciar las negociaciones paritarias de este año. Si bien el acuerdo firmado en diciembre del año pasado está todavía vigente, sabe que los salarios de los metalúrgicos están por el piso, y cada vez peor por el efecto de la inflación. Todos los días anuncian el aumento de algún servicio, de la carne, de la nafta, etc., etc. No da para más. Pero Caló sigue órdenes, y quiere llevar adelante la tarea sucia de fijar la ”referencia” del aumento de 32%, que en realidad es el techo salarial de Alberto Fernández y las empresas para la “nueva normalidad”.
    Durante 2020, el año de la pandemia, nos mandaron a trabajar a las fábricas con pobres condiciones de salubridad y nos metieron los protocolos de las patronales y el COE para mantenernos controlados y echarnos la culpa si algún compañero se contagiaba de COVID. Además, nos tuvieron la paritaria congelada la mayor parte del año. Recién en diciembre la conducción de la UOM firmó el acuerdo del 39% en cuotas. Hay que recordar que la inflación 2020 fue del 36%, y hay que sumar por lo menos un 12% de los primeros 3 meses de este año, un 48%, pero además el 39% no tuvo retroactivo, ¡la pérdida fue mucho mayor, y no se compensa con los famosos bonos que fueron largando! Y como si esto fuera poco, metieron una cláusula que dice que si una empresa está en crisis, cosa que nunca podemos comprobar porque tienen sus libros de contabilidad en secreto, puede no pagar el magro aumento. Esta cláusula que firmó el burócrata Caló ha llevado a la UOM a ser tomada como ejemplo, no por los trabajadores, sino por los empresarios que quieren ahora meterla en las negociaciones paritarias de las demás ramas.
    En Córdoba, el Sr. Urbano hizo la de siempre: criticar el acuerdo nacional por abajo, sin enfrentarse abiertamente a la UOM nacional, y mandar a los trabajadores y a los delegados a pelear “fábrica por fábrica” a ver si conseguimos algún acuerdo interno que nos permita mantenernos a flote. Esto, cuando no se da el caso de que la empresa declare que está en crisis y ni el acuerdo nacional quiera pagar. En varias fábricas se han dado luchas y movimientos que permitieron obtener ciertas mejoras, aunque las patronales buscan atarlas a la productividad, ya sea con premios de producción o con el presentismo. Pero esto no alcanza, y además ¡somos mucho más fuertes si peleamos todos los metalúrgicos juntos!
    Pero hay más. Urbano y la Comisión Directiva (CD) vienen teniendo una práctica muy perjudicial que es llamar a congresos donde solo se convoca a los delegados de la agrupación Eva Perón, mientras se obstaculiza la participación de las demás agrupaciones, como la Vandor y la 7 de Septiembre. Estas agrupaciones han surgido de peleas dentro de la CD, y no tenemos ningún acuerdo con el programa de conciliación de clases que levantan (por ejemplo, exigiendo subsidios o llamando a prohibir las importaciones para el beneficio de las patronales). Pero creemos que las peleas de cúpula de la burocracia no deben impedir la unidad del sindicato: en los congresos de la UOM Córdoba deben participar los delegados de todas las fábricas, llevando el mandato de las bases.

    ¡Que no negocien a nuestras espaldas!

    Ante las próximas paritarias, tenemos una gran tarea. Impulsemos asambleas por sector y generales en cada fábrica, para mandatar a los delegados con una posición clara: hay que recuperar lo perdido durante la pandemia. Esto incluye por supuesto el salario, que debe equipararse a la canasta familiar y tener una cláusula automática de aumento mensual según la inflación. Hay que rechazar cualquier clausula “de crisis” que permita a las empresas gambetear el acuerdo que se consiga. Tenemos que pelear por la reincorporación de los despedidos, el fin de las suspensiones, que se pague al 100% a los compañeros licenciados por ser del grupo de riesgo, y por el pase a planta permanente de los contratados (directos o por agencia). Los protocolos patronales han mostrado que no sirven: debemos votar en asamblea nuestra propia propuesta de medidas de protección ante la 2º ola de la pandemia e imponer a las empresas comisiones y delegados de seguridad e higiene para garantizar su cumplimiento. Además de este mandato, tenemos que tener buenos negociadores, no podemos dejarlo en manos de Caló. ¡Por delegados paritarios elegidos en asamblea!
    En las plantas de Techint de provincia de Bs As y de Santa Fe se vienen dando importantes luchas. Hay que conquistar un congreso nacional de delegados con mandato de la UOM, que sustente los reclamos metalúrgicos en un plan de lucha con medidas escalonadas hasta llegar al paro nacional. No podemos permitir que gobierno y patronales intenten imponer una “nueva normalidad” basada en la miseria salarial, despidos, suspensiones y condiciones de trabajo inseguras e insalubres. Para eso, el camino es la lucha.

    Tenemos que empezar a organizarnos de cara a las próximas paritarias:

    • Asambleas por sector y generales en cada empresa
    • Por un congreso de delegados con mandato de asamblea de todas las fábricas de la UOM

    Metalúrgicos de la COR

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