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Se profundiza la lucha del SUTNA por el salario

Sábado, 02 Julio 2022 18:11

         Los trabajadores del neumático vienen hace semanas realizando paros como parte de un plan de lucha por el salario. El SUTNA demuestra la potencialidad de un sindicato recuperado, golpeando en la producción para enfrentar la descarga de la crisis sobre nuestras espaldas, contrastando con la paz social de la burocracia sindical peronista, atada al gobierno, las patronales y el FMI.

         La contundencia de los paros del SUTNA, que ya llevan diez, están complicado a las tres grandes patronales de la rama que tienen afectados los stocks y pedidos, y empieza a haber desabastecimiento del mercado interno. Fate, Pirelli y Bridgestone siguen mostrando dureza, audiencia tras audiencia, y se resisten a conceder las demandas del SUTNA. Los reclamos son el cierre paritario 2021/2022 con un 5% arriba de la inflación oficial y las horas los fines de semana al 200%, lo que significaría un 15% adicional de salario real.

         El SUTNA vuelve a parar el lunes y se moviliza al ministerio de trabajo, mientras el gobierno mete a Scioli para intervenir en favor de las patronales. Ya se discute entre los trabajadores del neumático profundizar las medidas, tras la realización de asambleas en las plantas. Debemos rodear de solidaridad esta lucha para que triunfe y preparar las condiciones para imponer un paro general a la CGT y CTAs ante la tremenda desvalorización de los salarios y el ataque a nuestras condiciones de vida.

Sobre el precio de los neumáticos y el salario

         En el curso de la lucha, las patronales han sacado a relucir que conceder los reclamos del SUTNA significaría una pérdida de "competitividad". Pero esto es falso. Un aumento del salario real no afectaría la competitividad, la productividad del trabajo, ni el precio final de los neumáticos. Los valores están determinados por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción (en el conjunto de la rama a nivel internacional). Un aumento al salario real, es decir del valor de la fuerza de trabajo, lo único que afectaría es la ganancia. Esto es lo que denodadamente Fate, Pirelli y Bridgestone, se niegan a reconocer en forma de aumento de salarios.

         El SUTNA ha respondido a los argumentos patronales plateando que el valor de la fuerza de trabajo en el precio final es de 1000 pesos o un 5%, con fines propagandísticos y de denuncia. Pero no debemos olvidar que el precio no es una suma fija, es variable; y que es variable de acuerdo con las leyes que rigen el sistema capitalista. Qué es salario y qué es plusvalía del valor producto, varía según cada fábrica, es variable porque además es una cuestión que se determina, en última instancia, en la lucha de clases.

El ingreso a la CGT

         La dirección del SUTNA ha pedido el ingreso del sindicato en la CGT. El sindicato del neumático recuperado es influenciado por la izquierda trotskista, tiene una posición conquistada muy importante para dar peleas programáticas e influir en el resto del movimiento obrero combatiendo al peronismo con un programa de lucha de clases, para colocar a la clase obrera como dirección política de las masas explotadas, para dar una salida a la crisis capitalista desde una perspectiva de poder. El peronismo y las fracciones burguesas llaman a confiar a los trabajadores en la intermediación del estado burgués (su intervención en la economía), y la otra fracción burguesa en la rienda suelta de las leyes económicas capitalistas (Milei).

         Para nosotros el SUTNA debe entrar a la CGT con la bandera de central única de trabajadores, con la idea de derrotar a la burocracia sindical de la CGT y CTAs, en la necesidad de unificar a los trabajadores en una central única independiente del Estado para terminar con todas las divisiones. Para luchar por incorporar los desocupados a la producción, por la escala móvil de horas y salarios, por el control obrero de la producción.

 

 

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  • Petroleros: avancemos hacia un paro nacional

    Una situación de tensión generalizada vive la industria en general y la industria petrolera en particular. Mientras se anuncian récords de producción en Vaca Muerta, YPF va hacia un proceso de retracción y desfinanciamiento en áreas de explotación históricas, dejando a una gran masa de asalariados ante la incertidumbre de la continuidad laboral. El Sindicato de Petróleo y Gas privado de Cuyo realizó un paro de 24hs este 20 de marzo, con alto acatamiento por parte de los trabajadores, afectando yacimientos, destilería y distribución, en tanto que la conducción de Camioneros declaró el estado de alerta y movilización por la situación en la rama.

    El plan motosierra del gobierno alcanza duramente al sector, con promesas de mejoras que nunca llegan,  intentando profundizar el  perfil exportador de crudo de la Argentina, que no es más que la reprimarización de la industria, para cumplir con las presiones que impone el FMI a través de la deuda, mientras miles de trabajadores ven peligrar su fuente de trabajo, y la inmensa mayoría de la clase padece aumentos de tarifas indiscriminados, con salarios cada vez más miserables.

    EN RETIRADA

    El 29 de febrero el directorio de YPF autorizó la retirada de la petrolera de 55 campos maduros, esto es que ya pasaron su pico de rendimiento, con el objetivo de relocalizar el grueso de sus inversiones en las zonas más productivas del Shale en Vaca Muerta, donde los costos operativos se reducen según indican en un 80%. El CEO de la empresa, Horacio Marin pretende la concesión de estas áreas a operadoras locales con “mayor eficiencia operativa”, pero sin dar ninguna garantía en cuanto a plazos y transiciones.

    En este marco se encuadra el reciente conflicto con la provincia de Chubut, en donde Ypf redujo su plan de inversión en unos 400 millones de dólares, desfinanciando zonas históricas del petróleo convencional y dejando librados a su suerte a miles de trabajadores, en una provincia fundamentalmente dedicada a la actividad; o como el caso de Mendoza, donde YPF amenaza con paralizar la actividad de la totalidad de los equipos de torre, cesanteando al personal a través de un mecanismo similar al utilizado en pandemia, el art 223 bis, por el cual los trabajadores quedan en domicilio cobrando solo un porcentaje de su sueldo. No hace falta recordar que este mismo mecanismo, significó una reducción brutal de las plantas de trabajadores, que incluso una vez finalizada la pandemia, en algunas zonas no pudo recuperarse a los mismos niveles prepandemia.

    El día martes 12/03 se reunieron en Buenos Aires representantes del Estado, las cámaras y las organizaciones gremiales para tratar la transición, pero no hubo acuerdo y se pasó a un cuarto intermedio para el martes 19/03. Lo cierto es que la YPF avanza firmemente en su plan de readecuación financiera, luego de años de desinversión y desidia, y está a las claras que muy poco le interesa el destino de miles de trabajadores y sus familias.

    GESTAR LA ORGANIZACIÓN CENTRALIZADA PARA ENFRENTAR EL AJUSTE

    Los trabajadores no debemos caer en la trampa de quienes aprovechan incertidumbre y la confusión para sacar provecho de la situación. No será, como se intentó en Chubut con el gobernador Torres capitalizando una histórica marcha de los sindicatos más importantes de la provincia, licuando todos los reclamos para finalmente terminar en un enfrentamiento testimonial por porcentajes de la coparticipación. Las conducciones sindicales intentan aislar los reclamos por región, estableciendo una diferencia entre zonas más productivas y menos productivas, negociando la forma de preservar la paz social, fraccionando a la clase, para terminar siendo furgón de cola de algún representante de la burguesía local.

    Las direcciones sindicales de petroleros negocian con YPF un esquema de cese de tareas temporal, a porcentaje fijo, no remunerativo, hasta sentarse con las potenciales nuevas operadoras. El resto de los trabajadores afectados, que están bajo convenio de UOCRA o UOM, quedan afuera de la discusión. La ventaja de la fragmentación y precarización laboral, una vez más, le sirve a las patronales para descargar los costos sobre nuestras espaldas, desorganizar y debilitar la capacidad de reacción de los trabajadores. Debemos convocar a un plenario nacional de delegados petroleros para, en concurso con compañeros de la UOM, UOCRA, Camioneros y demás organizaciones hermanas que operan en las áreas de la rama, discutir un plan de acción unificado que incluya un gran paro nacional de todo el sector energético, paralizando no solo la producción, sino las refinerías, las terminales portuarias, y los circuitos de distribución. Como paso inicial para un debate acerca de qué, cómo, dónde y para qué producir, y avanzar en la recuperación de los sindicatos, como herramienta política de los trabajadores. Los sindicatos y las organizaciones obreras tienen que tomar en sus manos el control obrero, como escuela de planificación de la producción para enfrentar el ajuste.

    Trabajadores de la rama Energía - COR

  • Preparemos un gran Paro Educativo Provincial

    Contra el ajuste de Llaryora y la motosierra de Milei

    El paro nacional docente convocado por Ctera, el pasado lunes 26 de febrero, tuvo un acatamiento del 80 % a nivel país, según fuentes de la confederación docente. Y del 70 % en Córdoba, indicó el gremio local.
    La aceleración de la escalada inflacionaria y los embates del gobierno nacional y provinciales a los salarios docentes, hizo reaccionar a la burocracia de Ctera que tuvo que “ensillar antes de que amanezca” convocando al paro educativo nacional. El no inicio de clases se hizo sentir en varias provincias y en particular en Córdoba con una movilización gigantesca contra el ajuste.
    La paritaria docente local aún no está cerrada producto de la arremetida del gobierno provincial, cuando anunció no poder asumir el acuerdo paritario firmado con la gestión anterior; re-elaborando una propuesta a la baja y sumado a la ofensiva, anunció el nuevo ítem por presentismo: “Profesionalidad Docente”.
    Además no debemos olvidar que en diciembre pasado el ejecutivo provincial definió por ley, el robo del 4% al salario de los estatales para fondear la caja de jubilaciones y la obra social.
    Sobran los motivos para que los docentes de UEPC hayan votado en su asamblea del 28/02, el rechazo a la propuesta para ir al paro provincial con movilización, el próximo martes 5 de marzo.
    Claramente la profundización de la devaluación pega de lleno en los salarios de obreros y estatales y la burocracia sindical peronista ha entrado de lleno en la disputa burguesa entre Milei y los gobernadores; promoviendo “frentones” anti Milei y generando una gran confusión entre los trabajadores. El único objetivo es llevarnos detrás de un programa reaccionario en defensa de tal o cuál gobernador.
    Ante este escenario, los revolucionarios debemos ser claros ante la vanguardia obrera y el activismo: nuestra intervención es de independencia de clase y estamos llamados a combatir esa confusión forjando una dirección antiburocrática en toda la provincia.
    La seccional recuperada de UEPC capital por la izquierda y el activismo docente marcan el camino. La tarea es ayudar a la docencia antiburocrática y combativa a construir oposiciones sólidas en cada delegación de UEPC del interior provincial y preparar un gran plenario de la oposición de toda la provincia para discutir los métodos y el programa para ganar esta lucha.
    Además UEPC Capital tiene la autoridad para convocar a una instancia nacional de discusión de toda la oposición docente que clarifique los ejes programáticos y discuta un plan de acción común. Y ante las reiteradas traiciones de Ctera, UDA, SADOP, AMET, CEA y sus sindicatos provinciales dirigidos por la burocracia es momento de elegir en plenarios de delegados docentes a nuestros paritarios, mandatados y revocables. Basta de burócratas que se sientan a negociar nuestros salarios. Ya han demostrado que solo son mediaciones para que los docentes podamos avanzar en una recomposición salarial real de los básicos salariales.
    No podemos seguir tolerando que nuestro salario esté compuesto de adicionales, ítems en negro y bonos atados a la discrecionalidad del gobierno de turno, ¡Abajo el item de profesionalidad o cualquier item atado al presentismo o a la “productividad”! ¡el FONID y todos los items al básico! Por un salario inicial docente igual a la canasta familiar indexado a la inflación.
    La lucha docente debe ser parte de una pelea más general convocando a los estatales provinciales y a todos los trabajadores de la educación de los niveles superior y universitario que están en pie de guerra. Los sindicatos docentes que integran la CGT llaman a un paro nacional este 4/03. UEPC parará el 5/03. Necesitamos superar esta dispersión de fuerzas, impulsando plenarios de delegados mandatados de todas las escuelas, sin distinción de la afiliación sindical para unificar un plan de acción y preparar un paro educativo provincial y un plan de lucha nacional hasta derrotar el ajuste de Milei y Llaryora.

    • ¡Todos al paro del docente del martes 5 de marzo! ¡Por un paro activo y un plan de lucha!
    • Paritarios elegidos en asamblea.
    • Aumento de presupuesto educativo ya. Abajo las leyes que han destruido la educación.
    • No a los planes privatizadores del gobierno y sus aliados. Ningún subsidio ni sostén a los colegios privados.
    • Aumento salarial acorde al costo de vida e indexado a la inflación. Todos los items al básico.
    • Por el derecho a huelga, ningún descuento por parar ni extorsión mediante la mentira del "servicio esencial". Basta de perseguir a los luchadores.
    • Por un PARO GENERAL y un plan de lucha sostenido para derrotar el plan motosierra de Milei, los gobernadores y el FMI.
  • Solidaridad con los trabajadores de SanCor

    Fuera las fuerzas de seguridad de Pullaro de la planta

        Desde la Corriente Obrera Revolucionaria (COR) nos solidarizamos y nos ponemos a disposición de los trabajadores y de los delegados sindicales de la planta de SanCor Sunchales, Provincia de Santa Fe, quienes enfrentan por estas horas un claro intento de amedrentamiento por parte del gobierno provincial que apostó a las fuerzas policiales dentro de la planta.
        Repudiamos enérgicamente la militarización de Pullaro, gobernador de la provincia, que a pedido de la patronal lechera impide que los trabajadores ejerzan su derecho a huelga. Mientras tanto, la patronal sigue incumpliendo con el pago de salarios y aportes jubilatorios a sus trabajadores. Militarizan una planta industrial con el fin de impedir la paralización de la producción, método obrero que reivindicamos y defendemos frente a la avanzada patronal.
        SanCor viene de una larga lista de incumplimientos a sus trabajadores y de rescates millonarios por parte del Estado. El último intento fue la fallida puesta en marcha de un fideicomiso.
        Los trabajadores de la industria láctea bajo el sindicato de ATILRA (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina) vienen denunciando públicamente que la patronal  ya tercerizó varias unidades de negocios, que existe un intento de vaciar la empresa y una posible “huida” de los directivos de la planta.
        Claramente las fuerzas de seguridad del estado burgués están para garantizar la propiedad privada de los medios de producción y a punta de pistola quieren imponer nuevas condiciones en la relación capital- trabajo a partir de una reforma laboral que garantice a las empresas mano de obra barata y flexible.
        La solidaridad de clase con los trabajadores lecheros no se puede hacer esperar. Hoy el conjunto de los trabajadores sufrimos los embates de las políticas de ajuste de las patronales, del gobierno nacional y los gobernadores para imponer el plan del FMI y las metas del déficit cero. Pero los trabajadores ya dimos sobradas muestras de combatividad a pesar de las direcciones sindicales, el pasado 24 de enero, con un paro nacional aunque sin continuidad. Enfrentamos el protocolo de Bullrich en todo el país. Es momento de preparar las condiciones para derrotar el plan de Milei y el FMI. Es primordial confiar en nuestras propias fuerzas para esto. Tenemos que reorganizarnos en las estructuras laborales, en las fábricas, en las escuelas y en las universidades para golpear a los capitalistas en la producción y desorganizarle el aparato estatal.

    • Por un congreso de delegados con mandato de base, de trabajadores ocupados y  desocupados independientes, que discuta un programa de salida a la crisis.
    • Por un plan de lucha y un paro general para derrotar el plan de Milei, los gobernadores y el FMI.
    • Basta de represión, desprocesamiento inmediato de todos los luchadores.
    • Fuera las fuerzas represivas de SanCor.
    • Por el derecho a huelga. Abajo el protocolo antipiquetes.
  • Paro Educativo Nacional contra la motosierra en la Universidad

        El gobierno de Milei y sus aliados macristas van por todo en su plan de torcer a favor de las patronales la relación capital-trabajo e imponer los dictados del FMI y el imperialismo. Su viaje a Israel muestra el alineamiento total a EEUU y su enclave de ocupación y exterminio del pueblo palestino. En la línea de alcanzar el déficit cero para juntar dolares para pagar la deuda externa y activar los negocios del capital financiero más concentrado, detona la audiencia por el salario mínimo y la paritaria nacional docente, mientras anuncia un recorte vía licuadora inflacionaria al presupuesto en educación (y al presupuesto en general).
        En sintonía con lo anterior, el viernes 16 de febrero los funcionarios nacionales se reunieron con el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) y las federaciones de los trabajadores universitarios (cinco docentes y una no docente) para ofrecer un aumento del 6% para el mes de febrero, que se sumaría al 10% ya acordado en el miserable arreglo que las conducciones burocráticas firmaron con el gobierno anterior. Recordemos que aquel acuerdo en cómodas cuotas no contempló ninguna adecuación para el mes de enero, por lo que sólo ese mes los trabajadores de las UUNN perdimos más de un quinto de nuestro salario. En total, la perdida arroja para los últimos 3 meses un 50% según las propias federaciones. Además, hay que sumar (restar en realidad) el descuento del FONID para los docentes de los colegios preuniversitarios, que también se ven afectados por ese recorte al igual que el resto de la docencia de los colegios y escuelas de todo el país. La “oferta” además indicaba trasladar la negociación de la paritaria fuera del ámbito de educación, algo que desconoce las disposiciones de los Convenios Colectivos del sector. Las seis federaciones rechazaron, sin una nueva audiencia a la vista y con el inminente cierre de las liquidaciones. Debemos decir que la caída del salario real de los trabajadores de la UUNN es algo sostenido en el tiempo por lo menos desde hace 15 años, lo novedoso es lo abrupto de la destrucción salarial a la que nos somete el gobierno liberal.
        El recorte presupuestario va más allá de lo salarial. El reconducido del presupuesto 2023 implica una baja real de más del 50% del mismo vía inflación, lo que pone en jaque el funcionamiento de las unidades académicas. Las autoridades universitarias, con la genuflexión que las caracteriza, serán las encargadas de administrar el ajuste: ya se rumorean restricciones horarias, restricciones al uso de equipos de refrigeración y calefacción, corte de programas de becas y asistencia como los comedores universitarios, etc., etc. La gratuidad ya es hace años una ilusión con el cobro de cursos y posgrados, no se descarta la avanzada en la línea del autofinanciamiento; debemos recordar que la Ley de Educación Superior (LES) del menemismo sigue vigente y nunca fue derogada por los gobiernos Nac&Pop. Debemos enfrentar estos recortes porque implicarían el deterioro aún mayor de las condiciones de las instalaciones y equipos, con todo lo que esto implica para nuestras condiciones de higiene y seguridad laboral y para la salud de los estudiantes. Enfrentemos el “autofinanciamiento”, es decir, el avance de la privatización de la ya elitizada educación universitaria, peleando porque abran las escuelas y universidades a la clase obrera.

    Recuperemos nuestras organizaciones

        Las federaciones universitarias quieren mostrar la ahora tan de moda “unidad”, impulsando el Frente de Sindicatos de Universidades Nacionales, pero esa unidad no pasa de declaraciones impotentes ante el avance bestial de Milei. La verdadera unidad de clase tiene que apuntar a un plan de lucha, con el paro general de todas las universidades y la ocupación de las facultades y edificios. Impulsemos asambleas por facultad, asambleas interclaustros y plenarios de delegados de base con mandato en cada universidad del país para discutir un pliego único de reivindicaciones juntos a los estudiantes e investigadores de CONICET y un plan de lucha para sacar a la burocracia sindical de la comodidad de sus sillones e imponer nuestras condiciones al gobierno nacional y a las autoridades cómplices del ajuste. Por salarios que superen la canasta básica indexados mensualmente a la inflación, pase a planta de todos los precarizados, condiciones seguras de trabajo y contra las intentonas por avanzar en el teletrabajo como forma de flexibilización laboral y desorganización de nuestra clase.
        Proponemos a las corrientes combativas y de la izquierda, impulsar oposiciones revolucionarias para enfrenar a las burocracias de las federaciones y los sindicatos de base. La tentación de la unidad “antimilei” con los que nos vienen entregando desde hace años a los diferentes gobiernos de turno no puede llevarnos más que a la derrota. Organicemos un plenario nacional de la oposición docente y no docente para prepararnos para la lucha por venir. De lo contrario, la confusión reinante puede hacer que las energías de la bronca contra el ajuste del gobierno nacional se dispersen y termine imponiéndose el plan de nuestros enemigos, a esto apuestan Milei y sus cómplices.
        La lucha universitaria deberá ser parte de una pelea más general, en primer lugar con todos los trabajadores de la educación de los otros niveles, que están en pie de guerra por la anulación de la paritaria nacional y el recorte del Fonid. ¡Vamos al paro educativo nacional!
        Se impone asimismo la unidad con el conjunto de los estatales y trabajadores de la industria, los servicios y las organizaciones sociales independientes del Estado para organizar el paro general contra el DNU, los protocolos represivos y todo el plan fondomonetarista de Milei, Macri, los gobernadores y el resto de la casta burguesa arrodillada al capital financiero internacional.

    Docentes y nodocentes universitarios de la COR

  • Entre la casta y la lucha de clases

    Después de la demostración de fuerza en las calles del paro del 24, con movilizaciones importantes en gran parte del país y una gran concentración frente al Congreso nacional, el gobierno ha tenido que retroceder en su “todo o nada” porque el fantasma de nada sigue sobrevolando sobre su gobierno. Esta jornada mostró que hay predisposición de lucha para enfrentar el plan de Milei, sus aliados y el FMI, a pesar de la burocracia sindical, que sólo quiere aprovechar este descontento para negociar. Incluso, en las principales ciudades de Latinoamérica y el mundo hubo actos y movilizaciones en solidaridad con los trabajadores argentinos.

    Las negociaciones en el Congreso y fuera de él demuestran el carácter reaccionario de un régimen que negocia nuestro destino en ministerios, cuartos de hoteles o casas particulares. Lo que sí es evidente es que la casta política, con los gobernadores a la cabeza, le ha dado la bienvenida a la casta de Milei y lo ha disciplinado al punto de que debería cambiar su slogan por ¡viva la transa carajo! No hay nada bueno para nuestra clase en esas leyes y el DNU. Si se votan los poderes especiales, el presidente queda liberado para retomar las reformas que no se voten en la ley ómnibus.

    Pero, como buen pequeñoburgués asustado, Milei retrocede en los pedidos de los grandes empresarios, los capitales del campo y sus representantes políticos, en este caso los gobernadores, sabiendo que en la línea de ajuste, sumisión al FMI y ataque a los trabajadores hay completo acuerdo. Intenta, con este retroceso, recomponer cierta unidad burguesa para sostener su débil gobierno.

    El paro del 24 no fue tan contundente en las grandes fábricas del país, producto de que la burocracia lo boicoteó abiertamente y sólo garantizó su poder de movilización como medida de presión. Es verdad que en algunas fábricas importantes donde se concentra el movimiento obrero industrial el debate sobre el DNU y la ley ómnibus no está instalado y algunos compañeros consideran que a ellos no los afecta, aunque sí los afecta la cuestión salarial y el proceso inflacionario. La burocracia no une los dos reclamos, sino que centra su pelea contra Milei y sus leyes, tratando de ser contención de procesos más radicalizados y, en el plano político, un sostén para reorganizar el PJ, golpeado después de la derrota electoral Massa. Con respecto a los salarios, en vez de poner el paro en función de estos reclamos, mientras se desarrollaban la movilización del 24, varios gremios negociaban paritarias a la baja, como el STIA (alimentación) y Comercio. Quizás el más escandaloso fue el caso de ATE, enrolado en la CTA, que negoció a la baja en medio de una ola de despidos en su sector.

    Este proceso de lucha de clases abierto con la llegada de Milei al gobierno plantea la cuestión de con qué dirección lo enfrentamos: si es con la CGT, los legisladores del PJ y los restos de los K; o desarrollando y preparando las condiciones para formar un partido revolucionario, con un programa transicional que destruya las ideas heredadas del pasado que están en nuestra clase y abran el camino a una revolución obrera y socialista, y a un gobierno obrero. Una de las tareas centrales es formar una dirección revolucionaria en los sindicatos que rompa con toda idea parlamentarista, estatista y de conciliación de clases, que enfrente a este semi Estado burgués, que prepare las condiciones para formar un partido revolucionario.

    Retomar las tareas de los revolucionarios en momentos álgidos de la lucha de clases es de primer orden, debemos hablar en el idioma de la revolución, para dialogar con los sectores de trabajadores, que han salido a la lucha y que aun confían en sus direcciones sindicales o políticas.

    En las movilizaciones del 24 se expresó en la calle una burocracia sindical más aliada a los sectores de la burguesía no monopolista, que se ven perjudicados por un gobierno que apuesta más a los grandes capitales que a recrear una burguesía nacional, como pretendían los K y aliados; un sector de movimientos piqueteros, algunos que están perdiendo la tutela del Estado y otros independientes nucleados en la Unidad Piquetera; trabajadores estatales nucleados en las dos CTA, cuyas direcciones están en una crisis histórica ante el retroceso de su utópico proyecto de conciliación de clase con una supuesta burguesía progre; jubilados en gran número; trabajadores no sindicalizados que la burocracia ha dejado a la deriva, que son los trabajadores cuentapropistas y de las apps para nombrar algunos. También vimos la reaparición de las asambleas barriales, donde se expresa un sector de la pequeña burguesía pauperizada por los distintos gobiernos y que retoma una idea de democracia asamblearia, ante la crisis terminal de la democracia pequeñoburguesa de las semi colonias, así como a sectores como los de la cultura, que fueron atacados por el DNU de Milei y que están un proceso de reorganización y balance de su actividad y la relación con las instituciones del Estado. La izquierda trotskista se expresó con una columna independiente, donde confluyeron los sectores que influenciamos, donde se destaca el SUTNA como sindicato recuperado.

    Hacemos esta descripción esquemática y parcial para mostrar la confluencia que se dio en las calles y la confusión de objetivos de los sectores en lucha. También para remarcar la ausencia de los batallones del movimiento obrero industrial como caudillos del proceso y la necesidad de que entren en escena los trabajadores de las grandes fábricas y enfrenten a sus patronales que son las que están detrás del plan de Milei y el FMI.

    Debemos seguir luchando en las calles hasta que caigan las leyes de este gobierno y sus protocolos y, a la vez, debemos llevar a las estructuras de trabajo, las fábricas, la educación, la cultura, a los movimientos piqueteros y las asambleas barriales, lo que se expresa en las calles para darle una organicidad que nos permita votar delegados, echar a los delegados burocratizados, sindicalizarnos en los sindicatos que pertenezcan a nuestras ramas y otras tareas. Expresar el descontento en organización y programa permitirá que el proceso inconsciente que se desarrolla en las calles se vuelva consciente y recupere los sindicatos y amplie sus funciones en la necesidad de llamar a un congreso de delegados de base con mandato de ocupados y desocupados que vote un plan de lucha, que se niega a impulsar la burocracia, y un programa obrero de salida a la crisis.

     

     

     

     

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