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Los patrones eligen su gerente

Lunes, 19 Junio 2023 19:57

 

   Votemos en blanco y organicemos el paro general

El próximo domingo 25 de junio hay elecciones provinciales en Córdoba. También se votan legisladores para la unicameral y algunas intendencias, ya que han desdoblado las elecciones locales y la capital vota intendente recién a fines de julio.
En las últimas semanas, la campaña cordobesa sufrió un sacudón mayúsculos con los coqueteos del actual gobernador, jefe del peronismo local y candidato a presidente, Schiaretti, con el ala “centro” de JxC que capitanea el cheto Larreta y sus aliados, incluido el presidente nacional de la UCR, el represor Morales de Jujuy. El ingreso de Hacemos Unidos por Córdoba (HUxC) que hegemoniza el PJ local, pero que integra a un amplio espectro de la política burguesa provincial, quedó frustrado, pero se mantienen las conversaciones. El candidato a gobernador y actual intendente de capital, Llaryora, profundiza su campaña de gestión de espacios verdes mas mano dura, proponiendo incluso la intervención de las Fuerzas Armadas para el control de la “seguridad (de la propiedad privada) ciudadana”. Luis Juez (JxC) también centra su campaña en la represión, agregando un guiño al arco empresario prometiendo que va a reeditar el fallido intento de un gabinete de CEOs de Macri. Su candidatura ha quedado bastante desdibujado ante el apoyo de su ex-aliado Larreta al schiarettismo, lo que lo llevó a arrojarse a los brazos de los halcones de su coalición. De todas formas, nada está descartado ya que no estamos frente a un escenario electoral habitual, sino que está signado por una profunda crisis económica y social que carcome los mecanismos de dominación de la burguesía a través de las instituciones de su democracia para ricos.
De más está decir que todas estas idas y vueltas en el staff permanente del aparato estatal capitalista demuestran que ambas coaliciones defienden los mismos intereses de una burguesía semicolonial entregada al imperialismo. Las elecciones como mecanismo de engaño a las masas están demostrando su crisis no sólo a partir de altos porcentajes de abstención y voto en blanco que se vienen registrando en las elecciones provinciales, sino fundamentalmente por el cuestionamiento de los propios trabajadores y la lucha de clases, como quedó demostrado los últimos días en Jujuy.
Volviendo a nuestra provincia, debemos constatar que el actual y extraño escenario electoral fue impuesto a través de la intervención del Estado en diferentes conflictos obreros, ya sea a través de la persecución a dirigentes y delegados sindicales y piqueteros con imputaciones judiciales, como con la aplicación express y a mansalva de conciliaciones obligatorias en los conflictos obreros que se vienen dando en la provincia, desde la ejemplar huelga docente, pasando por los conflictos en fábricas como Atanor, Coca Cola, Bagley, WEG,  entre otros. El ministro de trabajo Omar Sereno fue claro en una audiencia con la patronal de ARCOR y el sindicato de la alimentación en abril; dijo que el gobierno no quería problemas de cara a las elecciones, y que por eso largaba la conciliación ante la ocupación de la fábrica por los trabajadores de Bagley. Todo este entramado para llevar las luchas obreras al punto muerto de la conciliación, claro está, cuenta con la complicidad de la burocracia sindical de ambas CGTs y de lo que queda de las CTAs.
Lamentablemente, tanto el FIT-U como el Nuevo MAS no han utilizado la campaña para denunciar el circo electoral como parte del andamiaje estatal para desorganizar al proletariado frente a sus tareas: enfrentar con sus propios métodos el plan impuesto por el FMI, el ajuste y el ataque al salario vía inflación y la ofensiva patronal sobre las condiciones laborales. Más enfrascados en sus internas, ofrecen un recetario de medidas que se podrían tomar desde las propias instituciones de la democracia patronal. Desde la COR consideramos táctica la intervención de los revolucionarios en las elecciones, pero esa decisión táctica no puede desvincularse de una perspectiva estratégica. La campaña del FIT-U y del nuevo MAS que remite al viejo “luche y vote” del viejo MAS está lejos de la independencia de clase que postulan, ya que invitan a los trabajadores a “participar en política” a través de los mecanismos institucionales de nuestros enemigos. Por el contrario, la dirección obrera de la economía a través del control de la producción es lo que permitirá dar una perspectiva a las masas explotadas y oprimidas, un programa obrero de salida a la crisis. Para ello, tener más legisladores es algo totalmente secundario, la clave es recuperar los sindicatos de manos de nuestros enemigos expulsando a la burocracia sindical para golpear a la burguesía en la producción.
En estas elecciones, llamamos a votar en blanco porque no hay ninguna expresión política que centre su intervención en la necesidad de construir una posición de fuerza de la clase obrera que prepare las condiciones para derrotar al gobierno provincial en su política de garantizar los negocios de las grandes patronales del campo, las automotrices, las alimenticias y demás socios burgueses del cordobesismo, así como para enfrentar al gobierno de los Fernández y Massa, gestores del FMI en la nación. Hacemos un llamado a reagrupar las fuerzas combativas del movimiento obrero, a partir de reuniones y plenarios que nos permitan organizarnos para impulsar la moción del paro general y el plan de lucha en cada sindicato y lugar de trabajo para imponer los intereses de nuestra clase a través de nuestros métodos.

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  • El 7 de setiembre, en provincia de Buenos Aires, votá en blanco, anulá o no vayas a votar

    Estamos ante un escenario de crisis política, económica y social. El gobierno de Milei se encuentra envuelto en casos de corrupción, que se suman a los desmanejos en la macro y la microeconomía que preparan las condiciones para una crisis más aguda. La oposición burguesa, principalmente el peronismo y la burocracia sindical, que lo bancaron este año y medio y dejaron correr el ajuste, ahora intentan contener las demandas de las masas imponiendo un calendario parlamentario. Mientras los ataques a nuestras condiciones de vida y de trabajo se profundizan cada vez más, los partidos del régimen intentan meternos en un escenario electoral en el que los trabajadores sólo somos simples ciudadanos que debemos votar a nuestros futuros verdugos. Pero la tendencia al ausentismo en las urnas, que se viene dando en todas las provincias, muestra que priman el desconcierto y el desinterés por parte de sectores de masas que hoy están más preocupados por sobrevivir.

    Nada bueno para nuestra clase puede salir de estos escenarios burgueses. Debemos organizarnos en los lugares de trabajo y preparar una lucha abierta contra el gobierno de Milei, sus cómplices y el FMI. Debemos derrotar y tirar a Milei con los métodos de la clase obrera. Así, también estaríamos dando un paso en la lucha internacional contra los planes guerreristas y genocidas del imperialismo y el enclave de Israel, derribando a uno de sus aliados en la región.

    Debemos enfrentar a las distintas variantes que defienden al capital, ya sean los Kicillof, los K o los mileístas. Todos son artífices del ajuste y de la opresión de nuestra clase. Por eso, llamamos a votar en blanco, anular o no ir a votar en las elecciones del 7 de setiembre en la provincia de Buenos Aires.

    Somos nosotros los que tenemos que tirar a este gobierno y no esperar salidas pactadas del régimen ante la debacle de Milei y su séquito de corruptos, coimeros y lúmpenes. Nuestra tarea inmediata es organizarnos en base a un programa de transición que, ante la desorganización de la economía, plantee el control obrero de las ramas de la economía, la escala móvil de horas y salarios y el monopolio del comercio exterior. Estas medias transicionales deben imponer la injerencia del Estado obrero en la sociedad capitalista y preparar a la clase obrera para manejar la economía sobre nuevas bases y administrar su propio gobierno. 

    Las fuerzas de izquierda que se presentan en estas elecciones, FITU, Nmas y Política Obrera, no han podido expresar una tendencia de independencia de clase y se han ubicado dentro del régimen como ala izquierda del descompuesto PJ. El ejemplo más claro es la defensa “democrática” que plantearon hacia la dirigente burguesa CFK. Con estos posicionamientos sólo aportan más confusión a los sectores de masas y no expresan una opción revolucionaria que aporte al fortalecimiento de la organización independiente de nuestra clase.

     

    Por un congreso de delegados de base con mandato, de trabajadores ocupados, desocupados y movimiento de jubilados, que prepare la huelga general, la expulsión de la burocracia de nuestros sindicatos y que discuta una salida obrera a la crisis.

    Por la construcción de un partido revolucionario como sección de la IV Internacional reconstruida.

     

     

     

  • 10 de abril: Por un paro activo, con piquetes y plan de lucha


    Desde los sectores que venimos enfrentando al gobierno de Milei desde el primer día en las calles y en los lugares de trabajo, tenemos que impulsar que el paro del 10 de abril sea activo, con asambleas previas para garantizar la medida. Organicemos piquetes de convencimiento y preparemos actos independientes en los parques industriales, donde podamos debatir cómo la seguimos hasta derrotar a este gobierno.


    La burocracia tuvo que salir a llamar a paro general debido a que gran parte de los trabajadores comenzaron a enfrentar al gobierno y tomaron el reclamo de los jubilados como propio. La burocracia sindical convoca este paro, pero encorsetando la acción para que todo quede dentro de los marcos legales de un semi Estado en descomposición. Ese es el rol que cumple la burocracia sindical cuando está estatizada, porque debe defender a su Estado y, por lo tanto, sus privilegios. Pero la principal contradicción es que debe hacerlo con métodos obreros y poniendo en estado de movilización a una clase que es antagónica a la burguesía y puede atacar las bases de régimen burgués, que está en la producción. Por eso es central pelear por la independencia de los sindicatos del Estado y por tirar abajo la ley de asociaciones profesionales y toda ley que ate nuestras organizaciones al Estado burgués.


    Por eso debemos hacer que el paro sea activo, planteando en cada asamblea la reincorporación de los compañeros despedidos, el aumento salarial para recuperar todo lo perdido con los gobiernos anteriores y la pandemia. Hay que expulsar a los delegados que no hicieron nada ante el ataque. Elijamos delegados entre los compañeros dispuestos a organizar la lucha en cada lugar de trabajo y prepararnos para enfrentar a este gobierno, sus aliados y el FMI, hasta derrotarlo.


    Nuestra tarea es reagrupar a la vanguardia en los sindicatos, con plenarios de oposición nacional que preparen las condiciones para un Congreso de delegados de base con mandato. El objetivo es que ese sector se plantee como dirección de una franja significativa de trabajadores ocupados y desocupados para continuar la lucha con un programa transicional y con organización, no sólo ante la situación nacional, sino también ante una situación internacional signada por la crisis y las guerras.


    Votemos en las asambleas marchar el miércoles 9 con los jubilados y el 10 hacer piquetes en los accesos a las ciudades y parques industriales para garantizar el paro y mostrarle a la burguesía y a la burocracia sindical que con los trabajadores no se jode y cada vez está quedando más en claro quiénes son nuestros enemigos.


    La salida no va a ser electoral, ni con supuestas unidades de acción con conciliadores de clase, como pasó en la marcha del 24 de marzo cuando un sector unificó el acto con el PJ y la burocracia sindical. Va a ser con independencia de clase y luchando por la construcción de un partido revolucionario como expresión de la vanguardia comunista dentro de las filas obreras.


    ● Abajo el protocolo de Bullrich. Es necesario discutir y organizar la autodefensa contra la represión del régimen cuando salimos a luchar.

    ● Por la disolución de la policía y de todo el aparato represivo.

    ● Abajo el plan motosierra y licuadora de Milei y sus aliados.

    ● No al pago de la deuda externa. ¡El FMI, afuera!

    ● ¡Abajo Milei! Derrotemos el ajuste del imperialismo, Milei y los gobernadores. Por un gobierno obrero.

    ● Por el triunfo de todas las luchas obreras. Impulsemos la solidaridad de clase en todos los lugares de trabajo.

    ● Por un Congreso de delegados de base con mandato de trabajadores ocupados y desocupados. Impongamos un plan de lucha a la CGT y CTAs con paros generales para preparar la Huelga General.

  • Un paro contundente

    Ayer asistimos a un paro importante, llamado por la CGT y las CTAs, en el que se paralizó gran parte del país y, centralmente, entraron en escena grandes sectores del movimiento obrero industrial y de servicio que no habían parado el 24 de enero. Es importante remarcar este aspecto para entender la dinámica de la crisis en la que estamos actuando y las líneas políticas de las direcciones de este proceso. La irrupción de contingentes de trabajadores -que intervienen con sus métodos, como paros, asambleas, bloqueos, piquetes de convencimientos, movilizaciones para intentar frenar el ajuste, los despidos, la caída del salario y el ataque que implica la reforma laboral y las leyes que están tratando de imponer- muestra la potencialidad de la clase obrera cuando empieza a tensar sus músculos, a pesar de sus direcciones.

    Este 10/05/24 hubo un accidente de trenes con heridos en CABA, que muestra, al día siguiente del paro, las consecuencias de las políticas anti obreras y  de desfinanciamiento del gobierno, al que no le importa poner en juego las vidas de los trabajadores.

    El gran límite de la jornada del 09/05 fue su dirección, es decir, la burocracia sindical, que buscó con esta acción generar presión al gobierno y llevar la lucha a una pelea parlamentaria en el Senado para modificar la ley bases y el paquete fiscal. Pretendió, con métodos propios de la clase, transformar a los trabajadores en ciudadanos, es decir, sacarlos de la producción para llevarlos al engaño de las instituciones. Pero las acciones en algunos lugares del país mostraron que los trabajadores acataron el paro y llevaron sus demandas contra los despidos, por aumento de salario, contra los cierres de plantas o suspensiones, quitándole la idea de paro dominguero que quiso darle la burocracia sindical.

    Por otro lado, se mostró la fragmentación de nuestra clase y el avance en la pauperización de nuestras condiciones de vida. Los millones de trabajadores que no están sindicalizados y trabajan en negro o tercerizados, a quienes la burocracia se niega a organizar, sumado a los trabajadores desocupados componen esa heterogeneidad de nuestra clase. Gran parte de estos sectores también se sumaron al paro y debemos levantar sus reivindicaciones para unificar las luchas obreras. Estas reivindicaciones están relacionadas con la caída del salario real y la incorporación de ítems extorsivos como el presentismo, los bonos por producción y otros bonos que conforman el salario que imponen la patronal y el Estado (como empleador), con la complicidad de la burocracia sindical, que dificultan actuar con centralidad en medio de la crisis social importante.

    Pero, a pesar de esta fragmentación, gran parte de los trabajadores no fue a trabajar y eso fue un gran golpe al gobierno, que comienza a vivir un deterioro en su poder político, lo que ya se había expresado en la masiva movilización educativa. El 9/5 se expresó una clase fundamental, la clase obrera.

    Debemos consignar también que un sector de la pequeña burguesía comercial abrió sus negocios, en algún sentido en contra del paro y a favor de Milei, pero también porque están sufriendo la recesión (que va camino a depresión), pero la contundencia del paro hizo que en las ventas del día fueran peor de lo que venían siendo.

    En este escenario es central para darle continuidad al paro, aprovechar el debate que se está dando al interior de nuestra clase para enfrentar este ajuste, preparar las condiciones para expulsar de nuestras filas a la burocracia sindical, recuperar nuestras organizaciones para estar en mejores condiciones de imprimir una dinámica de la que nos quieren imponer la burocracia sindical y el PJ, que sólo piensan en desgastar al gobierno para llegar (supuestamente) en mejores condiciones a las próximas elecciones. Esa no puede ser nuestra agenda, no debemos tener ninguna confianza en las instituciones burguesa, sólo confiemos en nuestras propias fuerzas.

    Por un Congreso de delegados de base con mandato para votar un programa obrero de salida a la crisis. Hay que preparar las condiciones para un paro de 36 horas en el camino de una huelga general para tirar a este gobierno antiobrero, a sus aliados y al FMI.

    Este paro general en Argentina se inscribe en una situación mundial cada vez más convulsionada, marcada por el genocidio que está perpetrando el enclave de Israel en Gaza, la guerra de Rusia y Ucrania, el despertar de una juventud a nivel mundial en defensa de Palestina y la lucha de los trabajadores en gran parte del mundo para enfrentar las políticas guerreristas del imperialismo.

    Por eso luchamos por la construcción una dirección que marque el camino, esto es un partido revolucionario como sección de la reconstrucción de la IV Internacional.

     

  • Por un paro nacional activo

     Declaración conjunta TT-COR

    Por un plan de lucha para derrotar a Milei y al FMI

    El 9 de mayo la CGT ha convocado a un paro nacional. Con esto, la burocracia sindical pretende hacerle presión al gobierno para negociar una reforma laboral y ubicarse como interlocutor en el nuevo escenario político. Es evidente que la dirección de la CGT no plantea ninguna pelea a fondo contra este gobierno, los despidos, la caída salarial y de nuestras condiciones de vida. No lo podría hacer, porque los burócratas sindicales son enemigos en nuestras propias filas y cumplen ese rol de ser base social del semi Estado burgués para poder sostener a nuestra clase enemiga y sus instituciones.

    Los sectores del sindicalismo combativo tienen la oportunidad y el deber de convocar a movilizarse frente a la entrega de la burocracia de la CGT/CTA’s. Debemos tomar este paro en nuestras manos y mostrar la potencialidad de los métodos obreros en la lucha contra la burguesía nacional, extranjera, sus partidos y su Estado. Por eso, el paro debe ser activo, imponiendo a la burocracia movilizar a la plaza de mayo y realizar grandes concentraciones en las provincias, garantizando movilidad propia, para mostrar la fuerza de una clase que no debe tener ninguna confianza ni en el parlamento ni en ningún partido burgués que pretenda hablar en su nombre.

    Nuestra pelea está en los bloqueos de planta que está realizando el SUTNA (sindicato del neumático) ante los despidos; en los portones de los trabajadores de la UOM de la fábrica Weg de Córdoba, que se plantaron ante el ataque de la patronal; con las comisiones internas combativas y juntas internas de estatales, que siguen peleando contra el deterioro de sus condiciones de trabajo. Ellos son algunos ejemplos destacados que muestran que hay condiciones para la lucha y para enfrentar a nuestros patrones en donde más les duele, que es en la producción.

    No va a ser la sumatoria de movilizaciones la que va a modificar las relaciones de fuerza, sino la organización en las estructuras obreras, recuperando nuestros sindicatos, expulsando a los delegados burocráticos para preparar las condiciones para el surgimiento de una nueva dirección en el movimiento obrero que levante un programa obrero de salida a la crisis y la necesidad de la construcción de un partido revolucionario.

    Asistimos estos días a grandes movilizaciones de estudiantes en contra del genocidio en Gaza en EEUU, Francia y otros países. Hemos visto luchas estudiantiles en Brasil, Colombia y la gran marcha educativa en Argentina. Todo esto es demostración de que el capitalismo sólo puede garantizar escenarios de guerra y ninguna posibilidad de futuro a toda una generación de jóvenes.

    Este 9/5, cuando paremos, también debe ser nuestra bandera la lucha contra el genocidio en Gaza, contra la OTAN y contra el proceso de asimilación en la guerra entre Rusia y Ucrania.

    Llamamos a desarrollar asambleas para que este paro sea activo y podamos votar un plan de lucha para derrotar a este gobierno y al FMI.

    Por un congreso de delegados de base, con mandato, que impulse la preparación de una huelga general que ponga en jaque a este gobierno antiobrero.

     

    Trabajadores Trotskistas

    Corriente Obrera Revolucionaria

     

     

     

     

     

     

     

  • Elecciones a gobernador en Mendoza

    El 24 de septiembre se elige gobernador en Mendoza en un clima electoral que tiene varias aristas a analizar debido al desdoblamiento de las elecciones de gobernador, a los efectos de las PASO presidenciales, y a la crisis de las dos principales coaliciones políticas, lo que ha marcado un reacomodamiento de fuerzas.

     

    En el panorama local, Cambia Mendoza enfrenta el desafío de mantener la gobernación luego de gestiones que se han caracterizado por atacar sistemáticamente a las organizaciones de los trabajadores con el objetivo de empeorar las condiciones de vida de la clase. A ello se suma la división del espacio oficialista con el surgimiento de Omar De Marchi como candidato que disputa la representación del conservadurismo provincial. No olvidemos que este personaje viene de las filas del Partido Demócrata, los “gansos”, vetustos personajes que gobernaron la provincia en la década infame y bajo intervenciones militares en los años 70. De Marchi apunta a captar los votos de Petri (quien fue el competidor interno de Cornejo en las PASO)  y de un peronismo sin chances que apunta a “un mal menor”, a su vez busca subirse a la ola Milei.

     

    Por su parte, Cornejo ostenta con orgullo representar una provincia “ordenada” que supo gobernar desarticulando los sindicatos, generando un deterioro de la salud y la educación de la población, aplicando “mano dura” a través de la violencia institucional y la persecución sobre dirigentes sociales, y manteniendo un férreo control sobre los jueces. Cornejo, quien supo construir apoyo entre los empresarios locales, y conquistar con cuantiosa pauta el favor de la prensa local, busca su segundo mandato para profundizar el ataque sobre los trabajadores estatales y privados, profundizando el camino de los bajos salarios y la precarización laboral. Para ilustrar esta situación, según revela el último informe trimestral del INDEC, en Mendoza la tasa de desocupación se ubica en torno al 5,6% de la PEA, un índice bajo, sin embargo los ocupados que demandan empleo representan en 23% de la PEA y los subocupados el 16%, el doble que la media nacional. Esto nos indica que la calidad del empleo en la Provincia es de las peores del país.

     

    El peronismo, con Parisi-Ilardo encabezando, intenta retener algo de poder en la legislatura, ante la pérdida de caudal electoral y base de apoyo. Incluso tienen que retener la huida de propios (como Righi de Lavalle) que ven en su cortoplacismo a De Marchi como un mal menor, para evitar que gane Cornejo. El nuevo lema de campaña de estos cultores de la lealtad deberá ser algo así “para que no gane la derecha, vote a la ultraderecha”.

     

    Ante la enorme confusión reinante

     

    A este escenario hay que sumar la enorme confusión que reina entre las masas producto de la precarización permanente de la vida que implica una inflación anual de más del 100%, la incertidumbre en el trabajo, la pésima atención en los servicios públicos (cualquier mendocino que se enferma sabe de los que hablamos), lo que abona el campo para mesianismos reaccionarios. En este contexto, la izquierda centra su programa en cómo gestionar mejor el estado provincial, en vez de buscar dar una dirección de lucha a las organizaciones de los trabajadores, en manos de burócratas colaboracionistas (que han garantizado la paz social firmando acuerdos paritarios de hambre). Es por ello que nos pronunciamos por el voto en blanco en estas elecciones.

     

    Desde la COR creemos que las elecciones burguesas no pueden determinar el rumbo de las organizaciones obreras y de la izquierda. Es necesario enfrentar a este gobierno con un PARO PROVINCIAL, de estatales y privados que planteen como bandera un salario igual a la canasta familiar, y actualización según inflación. Es fundamental derrotar el ítem aula, pelear por un aumento del presupuesto en salud y educación, lograr unificar las luchas de vitivinícolas, docentes, personal de la salud para que la referencia en un contexto de incertidumbre sea la clase trabajadora y sus demandas, que no son otra cosa que los intereses de las mayorías.

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